Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
3 MARZO 2025.-Históricamente, la mujer se ha sentido superior al hombre, no el complemento como debe ser, pero esa percepción con ayuda de hombres de dudosa heterosexualidad se ha incrementado en los tiempos actuales. La mayoría de las políticas que los diversos países implementan, solo se quedan en letra muerta, porque pase lo que pase, nadie las toma en cuenta, pero ahí están, con eso, ellos justifican su trabajo durante su paso por la vida gubernamental.
Sin embargo, en México, como es costumbre, estamos en pañales en todo, porque aquí es a la fuerza lo que se crea, reforma o modifica, claro, hasta que pasa de moda, pero eso llega a tardar varios años, o sexenios de gobierno, tristemente. Por lo que actualmente estamos resintiendo una de esas políticas que empoderan a las mujeres, aunque sea a la fuerza, porque no se les da tiempo de prepararse, simplemente, como ya existe la ley del cincuenta y cincuenta, se tienen que cubrir los espacios femeninos con lo que haya, con las esposas, hijas, amantes, hasta con transexuales, vaya con lo que sea. Y eso no funciona así, y lo estamos viendo, si con los hombres pasó, que ya eran políticos de carrera, preparados con los golpes de los cargos y encargos, es peor con las mujeres que no tienen la mínima idea de a lo que van, están sin preparar técnica y políticamente.
Pero desafortunadamente vivimos en un país pobre en todo, y seguiremos empinados como se vislumbra que así será. Las mujeres, por supuesto, están felices, al igual que los homosexuales, y otras minorías, porque a la fuerza están entrando a ocupar espacios públicos, aunque solo sea para hacer el ridículo, engañar a la población y vivir mejor. Salvo honrosas excepciones.
Con todo lo que somos, como estamos y como vivimos, es irrisorio que los hombres, que apoyan esas aberraciones, no se den cuenta de porque somos un país, cada vez más pobre, que se estén acabando los jóvenes que pensaban, que estudiaban, que buscaban ser mejores, y sigan dándoles más poder, que de por sí, ya tenían en la mayoría de los hogares, donde los hombres por muchas cosas, pero más por comodidad, les han dejado el control de la casa y peor aún, del dinero, a las mujeres, eso por supuesto ha empobrecido cada día más al país.
Porque a la mayoría de las mujeres ninguna cantidad económica recibida les alcanza para sus compras desenfrenadas, por supuesto, dependiendo del estrato social del que se trate, pero todas por igual, gastan, unas más otras menos, pero, lana que les dan, se acaban. Así es, así ha sido y tristemente, así seguirá siendo, hasta en la función pública, las que más observaciones tienen son las mujeres gobernadoras, alcaldesas, ex secretarias de despacho, etc., todas las que han manejado presupuesto público, gastan más.
Para las mujeres, el enemigo número uno es el hombre, aunque solo sea en su frágil cabeza y mentalidad, somos los causantes de sus tristezas, de sus traumas, complejos, lágrimas y todo lo que le quieras agregar, amable lector. Por cierto, acaba de fallecer la defensora de las más falsarias, Paquita la del barrio, la que cantó en contra de los varones, dejándonos siempre mal parados. Ante las delicadas y dulces mujeres. Ajá.
Así son ellas, son astutas, más no inteligentes, porque cualquier circunstancia la acomodan a su modo, para ellas siempre salir airosas, beneficiadas, quedando el hombre como el malo de la película, y como por naturaleza el hombre, no trata de aclarar las cosas, no habla demasiado, pocas veces llora, además de que en la mayoría de los casos, ni por enterado se da de lo que su mujer, novia, pareja, esposa, amante, empleada, madre, hija, etcétera, anda vociferando de él. Quizás solo nota que el trato de los demás hacia él, ha cambiado. Pero hasta ahí.
Javier Carranza a) El Costeño, un comediante acapulqueño, dice en su espectáculo que la mujer en una discusión con un hombre, nunca pierde, si se apendeja, empata, pero perder, jamás. Cuanta razón tiene. Porque además tiene otras armas con las que desarma al hombre, y la principal es la vagina femenina, con esa parte íntima, hace y deshace lo que quiere, siempre perjudicando al hombre. Pero el hombre pocas veces lo ve, o no guarda las cosas, como ellas, y al rato se le olvida y así constantemente.
Pero a las mujeres no, nada se les olvida, es más hasta lo perfeccionan, cada vez que hay una discusión y traen a la misma, lo que alguna ocasión sucedió, que muchas veces nada tiene que ver con la actualidad, pero lo hacen para marear al hombre y lograr sus objetivos, esa versión es mucho mejor, que cuando se es observador, se nota, pero, vuelvo a repetir, el hombre es práctico y prefiere olvidar todo. Ese es un gran error, porque no se tienen armas de defensa, en las siguientes confrontaciones, muchas veces sin sentido alguno, solo porque la naturaleza femenina es la de estar discutiendo a la menor provocación.
Las mujeres no son mejores que el hombre, ni física ni mentalmente, no son mejores administradoras que el hombre, no alcanzan la misma preparación que el hombre, no hacen varias cosas al mismo tiempo, creen hacerlo, pero ninguna la concluyen, las mujeres gastan más que los hombres, los hombres tienen mejores sentimientos y emociones que las mujeres, los hombres quieren más a sus hijos, les preocupan más, son más leales los hombres, más sinceros, más fieles, porque las mujeres por dinero y poder son capaces de hacer cualquier cosa para tenerlos, que casi siempre es de índole sexual, ahí están las pruebas, las mujeres para lo importante son de corta memoria, pero para lo que les conviene o les interesa, jamás se les olvida. Las mujeres también son más fáciles de provocar accidentes, incluso delitos de diferente grado. Todo lo que se dice de las mujeres, en cuanto a beneficiarlas, solo son mitos, obviamente sin sustento ni fundamento lógico, que ellas mismas han creado para dignificarlas, pero la realidad es tan diferente. ¡Ponte buzo!
