21 diciembre, 2024
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Miedo y cobardía a la mexicana…

Lic. Alfredo Castañeda Flores       ANALISTA

14 SEPT. 2024.-Desde pequeños nos engañan con que en México somos valientes, que no le tenemos miedo a nada, ni a la misma muerte, porque incluso hasta la celebramos iniciando noviembre. Pero conforme vamos creciendo, nos vamos (algunos) dando cuenta que eso es totalmente falso, como tantas otras ideas equivocadas que nos inculcan desde niños.

 

El miedo es una de las emociones primarias del ser humano y los animales (es decir, una de sus reacciones fundamentales y primitivas), y se produce por la presencia (real o imaginaria) de un peligro, un riesgo o una situación amenazante. Se trata de una emoción desagradable, muy vinculada con la ansiedad, y cuyo grado máximo lo representa el terror.

 

La palabra “miedo” proviene del latín metus, con el mismo significado, y es más o menos equivalente a pavor, espanto, susto o temor. Desde la antigüedad ha estado presente en las consideraciones culturales de tipo ético y moral, o en los códigos de conducta y los valores fomentados. Comúnmente se le tiene como una emoción vergonzosa, señal de debilidad o minusvalía.

 

Por otro lado, cuando hablamos de cobardía o acusamos a alguien de cobarde, generalmente nos referimos a la falta de valentía y de arrojo para enfrentar una situación difícil o retadora. Es decir, que una persona cobarde es aquella que abandona en situaciones difíciles o que se niega a dar la cara a las consecuencias de sus actos.

 

Ser cobarde puede tener varias consecuencias, tanto a nivel personal como social:

 

  1. Pérdida de oportunidades: La falta de valentía puede llevar a perder oportunidades importantes en la vida, ya sea en el ámbito profesional, personal, político o social.
  2. Baja autoestima: La cobardía puede afectar la percepción que una persona tiene de sí misma, generando sentimientos de inferioridad y baja autoestima.
  3. Relaciones deterioradas: Evitar enfrentar problemas o conflictos puede dañar las relaciones con amigos, familiares y colegas, ya que puede ser visto como una falta de compromiso o responsabilidad.
  4. Falta de crecimiento personal: Enfrentar desafíos y superar miedos es una parte esencial del crecimiento personal. La cobardía puede impedir este desarrollo.
  5. Percepción negativa: Socialmente una persona cobarde puede ser vista de manera negativa, lo que puede afectar su reputación y las oportunidades de colaboración o apoyo de otros.

El tema viene a la mesa por el espectáculo tan deplorable vivido el pasado martes diez, en la sede del Senado mexicano, y lo ocurrido los últimos días de agosto, previo a la toma de protesta de los nuevos integrantes de la LXVI legislatura, 128 en total la integran, de los cuales legal o constitucionalmente, a morena y sus aliados PT y PV, les corresponden 83 y a la oposición PAN, PRI, MC y PRD (desahuciado) 45, necesitándose para cualquier reforma constitucional 86 legisladores.

La alianza en el gobierno, de inmediato, cooptó a los dos senadores del ya desaparecido PRD, amenazas, dinero, posiciones políticas, no se sabe, pero algo hubo. Sin embargo, les hacía falta uno para no tener que depender de la suerte, que en la política no existe, todo está perfectamente planeado. Pues bien, una vez rendida la protesta de ley, se comenzó a especular que el faltante podría ser del PRI, los pronósticos apuntaban al dirigente del partido tricolor Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, pero el fin de semana anterior, todo se enfocó en el senador veracruzano panista de primera minoría opositora, Miguel Ángel Yunes Márquez, donde curiosamente desde la campaña, su padre, Miguel Ángel Yunes Linares es el suplente, algo inusual, pero que en ese momento no causó tanto estupor.

¿Todo estaba planeado?, en la política no hay coincidencias, además lo que parece, es. Se habla que desde cinco días antes del “fatídico” 10 de septiembre, dejó de responder las llamadas de su bancada y partido, por lo que el rumor fue creciendo. Llegado el día se apareció en la sede de sesiones, acompañado de su padre, pidiendo licencia al cargo, por motivos de salud, problemas en la columna, según trascendió, una vez instalado su padre como propietario, se dedicó a discutir desde la tribuna con sus aun “compañeros” de oposición, defendiendo la postura de su hijo, etcétera. Lo curioso, aun más, fue que solo duró seis horas y regresó el hijo cincuentón, quien emitió su voto a favor del oficialismo, consumándose la traición, para los partidos que lo postularon, los electores que sufragaron por él, los empleados del poder judicial que confiaban en él y para el resto del país que no querían esa reforma.

Cínicamente, tanto padre como hijo, quisieron y pretenden defender su posición, pero nada puede hacer que se les crea que lo hicieron por decisión propia. Y la prueba fehaciente está en la forma en que ambos se exhibieron en la sala de sesiones senatorial. De verdad fue un espectáculo bochornoso, donde incluso se habla de que el padre llevaba unas líneas atravesadas en la nariz para agarrar valor, lo cual para los que lo conocen, no es nada raro, porque eso acostumbra hacer. Lo más seguro es que, debido al historial delictivo de la familia tan vasto que los persigue, fue fácil “convencerlos” de hacer el ridículo que muchos vimos, a cambio de eliminar sus expedientes judiciales, quedando impolutos, como todos los que llegan al partido guinda, aunque hayan sido unas lacras de lo peor, además de, porque no, entregarles un dinero extra, total, en este sexenio para eso se utilizó el presupuesto público, para comprar voluntades y votos necesarios para continuar en el poder.

Además de que Yunes padre, quien ya es un chapulín experto, (fue priista, panista y ahora será moreno), en todos los cargos ocupados ha dejado un lastre de corrupción, porque le encantan los lujos, el dinero y los menores de edad, recordemos que es protagonista del libro “Los demonios del Edén” de Lidia Cacho, junto a otros ejemplares y excepcionales políticos y empresarios nacionales y extranjeros, así que no había mucho que rascarle para encontrar el voto faltante.

Ahora sí, estamos en el limbo, porque no sabemos que nos deparará el destino con toda la maquinaria a favor de la llamada cuarta transformación, ni quien nos venga a salvar, el ultimo recurso, era que el gobierno de Estados Unidos frenara la reforma judicial o llamado plan C, pero no fue así, están entretenidos con su campaña presidencial de noviembre, además a ellos no les importa la población nacional, se van a lo macro y les conviene una devaluación de su país vecino, porque se incrementa la deuda externa, aumentan los aranceles que tienen implementados y las compras de productos mexicanos, disminuye, money is money, así que se acabó el mito de que los EU decidían lo que pasaría en el país.

Una mentira más que se cae, quedando aun innumerables que nos mantienen entretenidos y manipulados. Y los ciudadanos, escudados en su miedo y cobardía, que a nada bueno nos ha llevado, porque se vocifera, cuando no se afecta a nadie, que somos un país valiente, fuerte y unido. Pero cuando se necesita, la mayoría huye, no tiene tiempo, no le afecta, etcétera. Qué gran mentira. O realmente ¿crees que es así?