5 febrero, 2025
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Mi derecho a tomar la palabra sobre el Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro

Daniel Márquez Melgoza    ANALISTA

3 FEB. 2025.-A tiempo de que el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, hace gestiones ante la UNESCO con la solicitud de que Pátzcuaro pueda ser reconocido internacionalmente, Sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural, en uno de los inmuebles emblemáticos incluidos en las seis hectáreas que comprende la propuesta, el Antiguo Colegio Jesuita, ha tenido lugar un hecho contrastante: el 31 de enero terminó sus funciones de directora Sofía Stamatio Contreras, por propia iniciativa. Causa: la reiterada falta de apoyo presupuestal con que ha venido funcionando dicho centro cultural desde hace 23 años (2002).

La directora con gran esfuerzo durante tres años le quitó parte de la marca de elefante blanco con que venía funcionando dicho recinto cultural. Al parecer se negó a aceptar el presupuesto que la titular de Cultura le asignó para operación en este 2025: $ 136,000.00. Ni siquiera los insuficientes $ 169,000.00 del 2024.

 

Le habían antecedido en el cargo los siguientes funcionarios culturales: Rafael Álvarez, Francisco Rodríguez Oñate, Derli Romero Cerna, Raúl Calderón Gordillo, todos ellos con el mismo perfil: artistas plásticos avecindados en la ciudad de Morelia. Con ellos cuatro, 21 años de procrear y alimentar un pesado elefante blanco, por inacción creativa. Los sucedió en el cargo en 2022 Sofía Stamatio, oriunda y vecina de Pátzcuaro, de profesión cineasta. Por primera vez en 21 años, una dirección que estaba presente en su puesto todos los días de la semana, a diferencia de los anteriores que al parecer llegaron a tomar el cargo como una graciosa beca.

 

Secretarios de Cultura con responsabilidad sobre el Antiguo Colegio Jesuita, fueron los siguientes: Luis Jaime Cortés, Crisanto Cacho, Jaime Hernández Díaz, Marco Antonio Aguilar Cortés, Silvia Figueroa Zamudio, Salvador Ginori Lozano, Claudio Méndez Fernández, Gabriela Molina Aguilar y Tamara Sosa Alanís (secretaria en funciones).

 

Gobernadores que han tenido responsabilidad sobre el inmueble jesuita: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (1980-86): adquisición del inmueble: SÍ, ESTUVO EN VENTA; Genovevo Figueroa Zamudio (1988-92): en su etapa restaurativa; Ausencio Chávez Hernández (1992-96): etapa de uso y destino, intentó desplazar al Patronato creando otro por decreto; Víctor Manuel Tinoco Rubí (1996-2002): etapa de uso y destino, la relación con el Patronato menos confrontativa; Lázaro Cárdenas Batel (2002-08): fue con él que se arrebató el inmueble al Patronato y se inició la etapa de elefante blanco del centro cultural, misma que se prolongó durante los gobiernos de los gobernadores: Leonel Godoy Rangel (2008-12), Fausto Vallejo Figueroa (2012-13), Jesús Reyna García (2013), Salvador Jara Guerrero (2014-15) y  Silvano Aureoles Conejo (2015-2021). El gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla tiene marca de la etapa en que el centro cultural bajó de ser elefante blanco total, gracias a un cambio significativo: se nombró una dirección local, con interés cultural en la ciudad; aunque con el mismo estilo de los anteriores: no tener un proyecto para el inmueble jesuita y, por lo tanto, no verlo merecedor de un presupuesto digno.

 

Una acotación contrastante: el año en que se despojó al Patronato del inmueble jesuita, corresponde al tiempo en que el centro cultural experimentaba su mejor desarrollo institucional, expresado en actividades de educación artística y de difusión cultural (Véase el capítulo Actividades de difusión en: www.antiguocoljes.blog

Los antecedentes

Por todo lo anterior es que me siento con derecho a tomar la palabra sobre el Antiguo Colegio Jesuita. A él estoy ligado desde 1980, en que con otros promotores culturales: Frida Lara Klahr, mi esposa, filósofa y poeta (2011) y la arquitecta Cristina Duque, bailarina, elaboramos el primer proyecto de restauración del en ese tiempo ruinoso y abandonado inmueble jesuita, con la idea de contar en futuro cercano con una casa de la cultura. Elaboramos el proyecto desde un pequeño centro cultural que dirigía en un espacio de la Casa de los Once Patios, de lo que fue la antigua Escuela Mapeco. El proyecto lo entregamos al gobernador Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, con la compañía del presidente municipal Joaquín Arreola Estrada, padre del actual presidente municipal Julio Arreola Vázquez.

 

Con manifiesta hostilidad se nos hizo abandonar el espacio que ocupábamos en los 11 Patios. Vagamos entonces la década completa de los 80s como promotores culturales en distintos ámbitos de la ciudad, como Fomento Cultural Patzcuarense (Focupatz), luego como Asociación Cultural Patzcuarense (Acupatz). Miembros que se sumaron a estos organismos fueron Alma Gloria Chávez Castillo, Ángeles García Robles y Rafaela Luft Dávalos, jóvenes promotoras culturales que iban a ser claves en el futuro Patronato pro Restauración y Conservación del Ex Colegio Jesuita de Pátzcuaro, al que el que escribe, como director de Cultura del Ayuntamiento municipal, junto con el presidente Luis Rey Cortés, convocamos a su formación en agosto de 1990. En diciembre de ese año renuncié al cargo de director de Cultura para dedicar mi tiempo a darle seguimiento al recién creado Patronato, junto con los integrantes del mismo, cuya tarea de inmediato fue protocolizarlo ante notario público, elaborar nuevo proyecto de restauración y distribuirlo a dependencias de cultura en busca de su financiamiento. Éste llegó por gracia del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), presupuesto que se comenzó a ejercer a partir de marzo de 1992, bajo la coordinación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que había designado al Patronato organismo auxiliar en la restauración del inmueble jesuita.

 

Mientras estaba en proceso la restauración, escribí en 1993: “Restauración del Ex Colegio Jesuita de Pátzcuaro, un proyecto para el renacimiento cultural”, título de artículo que publiqué en México desconocido (agosto 1993, número 198), con fotografías de Georg Odenthal.

 

En un fragmento dije: “Pátzcuaro tiene títulos y merecimientos históricos que permiten pensar en la posibilidad de que la ciudad y la región vivan un nuevo renacimiento cultural…” Aquella lejana apreciación coincide con lo que se desgrana en estos días: la posibilidad de nombramiento de la UNESCO  de Pátzcuaro como Sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural.

 

La restauración integral del inmueble jesuita concluyó a fines de 1994. Meses antes el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), en su edición 1994-95, aceptó cofinanciar nuestro proyecto Academia de Bellas Artes, consistente en actividades de educación artística y difusión cultural. Tras ese apoyo, vendrían otros dos: 1997-98, 2000-01.

 

Primero como director de Cultura y luego con el Patronato, tomamos el inmueble jesuita desde 1990, como un edificio en completo abandono, por cuya puerta principal, patio central y huerto, subía y bajaba la gente de las colonias altas para cortar camino hacia el centro de la ciudad. Personas en condición de necesidad y borrachitos ocupaban salas del edificio sin dueño, gracias a que no existía autoridad a la que le interesara esa situación de abandono extremo de un inmueble histórico.

 

A esa situación de ruina y abandono durante 16 años, entre 1974-1990, se vendrían a sumar 23 años (2002-2025) de convertir un inmueble restaurado con recursos públicos, EN ELEFANTE BLANCO. ¿Quién puede seguir siendo indiferente frente a esa reiterada irresponsabilidad oficial? Al menos no más, el que escribe, miembro fundador del Patronato restaurador; los mencionados antecedentes nos dan autoridad moral para considerar que es el momento de darle otro rumbo al uso del Antiguo Colegio Jesuita.

 

De hecho, el que escribe, ante el espectáculo de abandono que era público por parte de la Secretaría estatal de Cultura, desde hace algunos años ha venido explorando la posibilidad de que el inmueble jesuita se entregara en comodato a instituciones de educación superior, como una forma de que el edificio volviera a su origen: ser una institución dedicada al estudio de las humanidades. Con otros ciudadanos exploramos la posibilidad de que esa institución pudiera ser la UNAM; descartada ésta en 2015, pensamos en El Colegio de Michoacán (Colmich).

 

Como una forma de acercar a esa prestigiada institución de educación superior a Pátzcuaro, en 2022 tres organismos locales propusimos la candidatura del Colmich a la Presea Vasco de Quiroga. Aunque ésta fue entregada a otra candidatura, consideramos que al menos se consiguió un primer acercamiento hacia una futura consecución de dicha distinción municipal, pues es más que evidente la relación de El Colegio de Michoacán con la figura icónica de Pátzcuaro y Michoacán: Vasco de Quiroga, por las aportaciones académicas que ha venido realizando en los últimos años sobre el primer obispo de Michoacán: lo último, el Congreso Internacional Vasco de Quiroga: humanista, abogado, apóstol, realizado en Pátzcuaro entre el 14 y 17 de marzo de 2017, cuya memoria se publicó en 2021 bajo el sello editorial de esa institución académica (450 pp en formato grande).

 

Entonces, previa autorización de una extensión a Pátzcuaro de El Colegio de Michoacán, por parte de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnologías e Innovación (Conahcyt), procedería la gestión para que el Gobierno estatal de Michoacán esté de acuerdo en hacer entrega del inmueble jesuita de Pátzcuaro al Colmich.

 

A esta propuesta se ha venido a sumar una reciente, a partir de escuchar a la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien en una de sus conferencias matutinas lanzó la solicitud a gobernadores de propuestas de inmuebles para la Universidad Nacional Rosario Castellanos.

 

Habiendo sido Pátzcuaro cuna de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, no ha podido volver a contar con una universidad pública (la tiene privada). El inmueble jesuita bien podría compartir sus espacios con ambas instituciones académicas.  La SECUM, por el escaso recurso que viene invirtiendo en él, podría mantener su Centro de Formación y Producción Gráfica.

 

La propuesta para el Colmich, en su Extensión Pátzcuaro, que hemos venido haciendo, consiste en instituir un Centro de Estudios del Turismo, con el cual se podrá potenciar esta actividad en toda la región de Pátzcuaro; otra propuesta es que promueva eventos académicos periódicos sobre arquitectura vernácula, con lo cual estaría contribuyendo al cuidado de nuestra antigua ciudad, tan propensa a ver destruidos sus valores culturales más representativos; y una propuesta más: que el Ayuntamiento le pudiera entregar al Colmich en comodato el Archivo Histórico de Pátzcuaro, a cargo de su Centro de Estudios Históricos, en atención a que se trata de uno de los archivos más antiguos de México y por ello merece un manejo profesional, a tiempo de que contribuya a promover los estudios históricos sobre el antiguo Michoacán.

 

Ambas instituciones académicas: El Colegio de Michoacán y la Universidad Nacional Rosario Castellanos, vendrían a enriquecer el ambiente educativo y cultural de la ciudad; qué mejor marco cultural para recibir el inminente nombramiento de la UNESCO, de Pátzcuaro Sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural.