2018, además de ser un año electoral, a nivel mundial y en nuestro país, es un año futbolero, porque entre los meses de junio y julio se desarrollará una edición más de la Copa del Mundo del balompié, cuya sede es Rusia.
Nuestro país quedó incluido en el grupo que encabeza Alemania, cuatro veces campeón mundial, Corea del Sur y Suecia, como es común, para muchos nacionales, se considera el grupo de la muerte, cuando no es así.
Hoy quiero aprovechar el espacio para hablar de las naciones que tienen oportunidad de avanzar, junto con Alemania, a los dieciseisavos de final: México y Suecia.
Quizás hayas escuchado, amable lector, que Suecia es una de las tres mejores naciones del mundo, en educación, y por consiguiente, en riqueza. Porque la riqueza de un país es la educación.
Los suecos, aunque pertenecen a la Unión Europea, mantienen su moneda: la corona, su idioma lleva el mismo nombre, la educación en dicho país no solamente es gratuita, sino que una manera de motivación hacia la juventud es que por estudiar reciben un salario, según el grado de estudio, pero siempre suficiente para cada quien. Terminando su preparación académica, tienen un empleo cuya remuneración es muy satisfactoria.
Esto no es limitativo de los nacionales, cualquier extranjero puede obtener tales beneficios, cuya única condición es saber el idioma sueco. (Hablarlo, entenderlo, escribirlo y leerlo, es decir, integral).
Estos individuos tienen una alimentación sana, hacen ejercicio cotidianamente, se divierten sanamente, son una nación delgada, por lo mismo, su rendimiento escolar es óptimo, porque un cuerpo alimentado correctamente es una mente ágil, por lo tanto, redunda en un mejor estudiante, un mejor trabajador, un mejor ser humano. Aunado a la motivación que da el poder vivir cómodamente. Esto y más influye para que sus habitantes estén considerados como uno de los países más felices del orbe.
En cuanto a la tecnología, debidamente aplicada para lo que es, también están a la vanguardia, lo que me sorprendió es la forma en servir los jugos para el desayuno, las bebidas para la comida y otros líquidos. Es un tubo cromado y en un Ipad aparecen las opciones que hay, se oprime la opción deseada y sale el líquido, por supuesto, son diferentes. Para jugos una, para bebidas, otra, pero de verdad, son impresionantes.
Es un gran país, eso es primer mundo, la diferencia con México es tan amplia como el océano Atlántico que nos separa. Para una mente abierta, los viajes ilustran, para las mentes cerradas, siempre hay justificación para la mediocridad.
Como indiqué antes, no hay desempleo, para la gente preparada, con ganas de aprender todo el tiempo; sin embargo, para conservarlo, requieren cumplir ciertos requisitos que, para ellos, no son obstáculo y mucho menos les afectan: comer sano, mantener su peso ideal, hacer ejercicio frecuentemente, practicar una diversión, deporte o pasatiempo cada semana (boliche, tenis, baile, futbol, etc.) y lo mejor de todo, es que son actividades gratuitas, el estado se las paga, con la condición de que las realicen. Además de tener cobertura de salud, alimentaria, educación continua (porque si trabajan y además continúan estudiando, tienen un ingreso extra por hacerlo), transporte, etc.
Dirás, amable lector, ¿y México?, en las comparativas reales, objetivas, imparciales, es en las que se aprecia, el atraso y retraso de cada uno de los mexicanos, en cómo la tecnología superficial nos mantiene sumidos en la mediocridad y el ostracismo, la educación tan escasa que recibimos, la nula capacidad de reconocer que se está mal, los innumerables e irrisorios pretextos y excusas para darle la vuelta a todo, en lugar de aplicar lo que a otros países les ha dado resultados óptimos. Ellos convierten la basura en electricidad, entre tantos avances.
Para finalizar retomo el tema del futbol, porque algunos de ustedes, dirán, que México es mejor que Suecia en futbol, porque ha asistido a más mundiales que ellos (16-12), pero recuerden que en Europa el nivel es más competitivo que en la Concacaf y la historia oficial nos muestra que Suecia, en su mundial de 1958, perdió la final con Brasil; en 1950 y 1994, obtuvo el tercer lugar; en 1938 alcanzó el cuarto lugar y en 1974 ocupó el quinto lugar. Por otra parte, México, la mejor posición alcanzada es sexto lugar en los dos mundiales que fue sede, 1970 y 1986, por lo que históricamente, tampoco ahí los superamos.
¿Cuándo será que tengamos un cambio en México? Pero en la mentalidad, en la economía, en la educación; en verdad es necesario, pero para ello, debemos empezar por cada uno, dejar atrás los errores cometidos, recuperar los valores que día a día perdemos más, estoy seguro que nuestra generación, por lo menos, no lo verá, porque aún con las inconsistencias que tenemos, podemos avanzar, pero perdemos tiempo valioso en nimiedades, en lugar de utilizarlo en nuestro crecimiento individual y de ahí, lentamente hacerlo colectivo. Y así, no se puede.