México y en particular Michoacán carece de un modelo homogéneo, estratificado e inteligente de organización de los ayuntamientos, lo que propicia en lo general estructuras obesas, disfuncionales y de limitada efectividad en la capacidad de respuesta a los ciudadanos, sentenció José Luis Ríos Ramírez, economista y experto en desarrollo local.
Al citar el documento Agenda de Prioridades Municipalistas 2015-2018 de la Conferencia Nacional de Municipios de México (Conamm), Ríos Ramírez dijo en la ciudad de Pátzcuaro que la inequidad hacendaria ha generado gobiernos municipales sin capacidad de promover el desarrollo económico, social y urbano de sus localidades, limitando sus alcances al pago de nómina (74% de sus ingresos en promedio nacional) de personal que sólo ofrece servicios muy básicos, y disponiendo solamente del 26% para inversión en proyectos.Asimismo, el también representante de la organización civil Promotores del Progreso Local aseveró que se carece de un sistema de servicio público municipal que propicie la permanencia, calidad, especialización y prestigio de quienes colaboran en los 2 mil 445 ayuntamientos (alrededor de 900 mil servidores públicos)
Lo anterior, acotó, “impide la profesionalización de sus cuadros directivos y operativos, lo que genera un alto costo – país por el deficiente nivel del personal y la alta rotación cada tres años (en promedio, el 83% de los empleados es relevado), por lo que hay un desperdicio de recursos humanos ya calificados y ciclos permanentes de aprendizaje, según la Conamm”.
En el rubro financiero, como se sabe, las participaciones –junto a las aportaciones– federales son la principal fuente de recursos de los gobiernos municipales, y representan en promedio el 75 por ciento de sus ingresos.
En nuestro país solamente se asigna el 4 por ciento del Fondo General de Participaciones para los gobiernos municipales; mientras que en los países miembros de la OCDE, el promedio es del 45 por ciento, de acuerdo con el diagnóstico de la mencionada agrupación municipalista.
“México tiene un modelo fiscal centralizado en el que los municipios solamente cobran un impuesto a nivel nacional (el predial) y no reciben participación directa de los impuestos nacionales ni de los generados por las actividades productivas, comerciales o de servicios que se suceden en sus jurisdicciones”, puntualizó.
En este sentido, los ayuntamientos en general no han desarrollado (a excepción de aquellos con mayor población o presupuesto) capacidades fiscales suficientes; por ello, México es uno de los países con menor captación del predial (.2 por ciento del PIB, frente al promedio de la OCDE del 1.8 por ciento) y por ello la baja generación de ingresos propios, refirió el especialista.
En este contexto, señaló, los gobiernos locales que entrarán en funciones en septiembre próximo en el estado seguirán enfrentando una debilidad estructural de las haciendas municipales, lo que dificultará atender a cabalidad sus responsabilidades constitucionales, “muestra de ello es que actualmente el 80 por ciento de las competencias municipales no cuentan con una asignación presupuestaria directa para su realización; y los ingresos propios promedio de los gobiernos municipales representan apenas el 25 por ciento del total de sus presupuestos, lo que ocasiona una importante dependencia de las aportaciones federales y estatales”, concluyó.