Jorge Garrido consideró que su destitución como director de Reglamentos Municipales del gobierno local se debió a motivaciones políticas, ya que “nunca tuve una llamada de atención ni verbal ni por escrito en el desempeño de mis funciones”.
Al oficializarse su salida de dicha dirección en el marco de la reestructuración que se viene realizando en la administración local priista, el ex funcionario municipal refirió que, no obstante, él respeta la decisión de la alcaldesa Salma Karrum Cervantes de removerlo del cargo.“Es de todos sabido que yo soy miembro activo del PRD y no dudo que por ello la presidenta municipal haya tomado esta determinación”, agregó.
Estimó que como encargado del mencionado departamento “estaba dando resultados, por ejemplo durante el año que estuve con dicha responsabilidad ingresaron a las arcas municipales alrededor de un millón de pesos por concepto de multas, recargos, entre otros conceptos, lo cual representa una cifra histórica”.
Además, apuntó: “no tuve ninguna falta administrativa ni de otra índole; entregaba mis informes trimestrales en tiempo y forma como lo marca la Ley Orgánica Municipal, así como el Programa Operativo Anual (POA)”
Sin embargo, dijo, “el cargo que tenía era de confianza y entiendo mi remoción y respeto la decisión de la alcaldesa Salma Karrum Cervantes”.
Indicó que la persona que llega en su lugar (Omar Pimentel Cervantes) debe tener la experiencia y la capacidad necesaria para desempeñar adecuadamente sus funciones, “sino es así entonces habría un retroceso pues el nuevo director tendría que entrar a un proceso de aprendizaje”.