21 abril, 2025
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Manchas políticas…

La política está completamente desprestigiada y, en México, más. Se ha vuelto una negativa costumbre de los recientes periodos presidenciales, el verse manchados por acontecimientos de sangre, sea al inicio, a la mitad o al final de cada sexenio, y el actual no es la excepción.

 

El pasado 24 de diciembre, fecha en que todo el mundo celebra la nochebuena, en la víspera de la Navidad, por la tarde se dio un acontecimiento de trágicas dimensiones; en el Estado de Puebla cinco personas murieron, dos pilotos, un asistente de político, un senador de la República, Rafael Moreno Valle, ex gobernador de esa Entidad Federativa y Martha Erika Alonso Hidalgo, actual gobernadora. Llevaba escasos 10 días en el cargo público, donde no asistió ningún representante del gobierno federal a su ascenso en el poder, cuya toma de Posesión fue en la sede del Poder Judicial del Estado, porque el Congreso local tiene mayoría del partido Morena y sus partidos afines (PT y PES), quienes no quedaron conformes con la derrota y al viejo estilo que tanto atacaron, usaron todas las instancias legales para tratar de revertir el resultado sin haberlo logrado, pero al no haber ningún recurso que utilizar, optaron por la resistencia civil pacífica.

 

Muchas versiones han surgido, a raíz de lo ocurrido, algunos hablan de un lamentable accidente, otros de un atentado del partido en el poder a nivel federal, otros, se atreven a señalar un posible arreglo político y que fue un circo bien montado para desaparecer, como en su momento, quedó la duda con Luis Donaldo Colosio Murrieta, el malogrado candidato presidencial “asesinado” en 1994. Y otras tantas versiones, algunas en pro y otras en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, sea cual sea, la verdad, para la opinión pública y la opinión  del público, que aunque parezca repetitivo, son cosas distintas; el cargará con la mancha de estos difuntos, el resto de su existencia, no solo política. Como ha ocurrido con los anteriores presidentes de la República.

 

Dirás, ¿por qué? Amable lector, porque la cabeza de todo gobierno, proyecto, equipo, partido, empresa, negocio, es la responsable de lo que haga él o sus subalternos, porque siempre es más fácil culpar a una sola persona, que a más, el individuo es flojo para muchas cosas, pero más para analizar los detalles y se va por la conveniencia, aunque no sea la más correcta. Y este caso no será la excepción.  

 

Como dije al principio, la política está cada vez más degradada de nivel, y con razón, porque vemos en los partidos políticos, gente improvisada, sin estudios y los que los tienen, son de dudosa calidad y/o no acorde con la responsabilidad para la cual están siendo promovidos, sin capacidad, probidad ni experiencia, pero que son descendientes de los mismos que han estado por años, viviendo del presupuesto público, pero también hay algo muy cierto, que está de moda desde hace ya algunos años, los empleos y cargos tienen relación con el sexo, y no importa si se es hombre o mujer, la exigencia es igual, se habla de las novias-amantes de los encumbrados, pero también de los asistentes varones, que van en aumento.

Para figurar en la política, aunque no es privativo de la misma, tienen que estar dispuestos a todo, a lo que sea y con quien sea. Hace años uno de esos encumbrados con quien tengo lazos familiares, me comentó esto: “aquí los empleos y oportunidades se tienen que ganar con las nalgas”, caso contrario, no llegarás a ningún lado y si te detienes a analizar concienzudamente, amable lector, te darás cuenta que así es, hay una máxima en la política que señala: en la política, lo que parece, es. Mira a tu alrededor, cuantos homosexuales y machos calados hay, cuantas solteras (con y sin hijos) también, lesbianas, frígidas y ninfómanas, adictos todos, al alcohol y otras sustancias tóxicas, ocupando cargos públicos y de elección popular en las alcaldías, en el nivel estatal y nivel federal. Si tienes la suerte de conocerlos en los momentos en que su carácter flaquea, comprobarás lo anterior fácilmente, caso contrario, creerás que solo escribo pura especulación, pero ten por seguro que no lo es. Esto rodeó siempre al senador fallecido, a quien apodaban La pantera rosa. Y quien por cierto no dejó descendientes, haz tus propias deducciones.

 

Esta es la principal razón por la cual no mejoran las cosas, porque no llegan los más preparados, sino los que están dispuestos a cumplir los caprichos y las necesidades sexuales de los encumbrados, los descendientes de los mismos sin interés común, sin conocer las necesidades de los demás, etcétera.

 

Se dice bien que la política y la capacidad mental están divorciados y es una máxima correcta. Salvo casos excepcionales, pero estos no llegan a tener poder de decisión, o por lo menos, no donde pueden mejorar la vida de una colectividad.

 

En fin, así las cosas, el 24 de diciembre de 2018 ha quedado manchado el sexenio de la esperanza de treinta millones de mexicanos, con el trágico deceso de un matrimonio de políticos originarios de Puebla. Pese a que jamás se conozca la verdad, la duda siempre perseguirá al Peje de Macuspana, Tabasco.