5 febrero, 2025
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Los múltiples rostros del desempleo

Jorge Alberto Sánchez tiene cerca de seis meses desempleado y ya da muestras de desesperación: “no encuentro chamba por ningún lado, tengo dos hijos que mantener y ya no sé qué hacer”.

ÉL no entiende de cifras macroeconómicas o de proyecciones de crecimiento económico manejadas por las autoridades, “yo solamente vivo angustiado pensando en que se me va a acabar el poco dinero que tengo y entonces de qué va a vivir mi familia”, refiere mientras espera a un amigo en la Presidencia Municipal de Pátzcuaro para pedirle apoyo para encontrar un trabajo “de lo que sea”.

Con una carpeta bajo el brazo que contiene la última solicitud de trabajo luego de entregar tres de ellas en diferentes partes, cuenta que fue despedido hace medio año como almacenista de una empresa refresquera; “no me dijeron por qué me corrían, simplemente me dijeron que había recorte de personal y me liquidaron”, dijo.

Dice que “a lo mejor fue por la edad, ya que tengo casi 50 años, aunque yo todavía me siento con fuerzas para seguir chambeando”

Agrega que su esposa siempre lo ha apoyado con los gastos del hogar, “porque aunque yo tuviera trabajo no alcanzaba lo que ganaba para mantener a la familia”. No obstante, abunda, a ella ya no le va bien como vendedora de cosméticos como en años anteriores: “sus ventas han bajado y luego hay gente que no tiene para pagarle y hasta se le esconden”.

Por su parte, un joven recién egresado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), donde estudió contabilidad, se queja de que en el Servicio Nacional de Empleo con sede en este municipio “me ofrecen un trabajo con un salario de 4 mil pesos mensuales, trabajando 8 horas diarias”.

“Después de esforzarme en titularme me salen con este pinche sueldo, no se vale; creo que las cosas en materia económica y en generación de empleos bien pagados no están marchando bien en este país”, puntualiza.

Y lamenta: “provengo de una familia humilde que se dedica a vender tacos, y ahora quiero ayudarlos yo a ellos, pero pues así cómo; voy a seguir buscando, aunque no tengo muchas esperanzas, pues no conozco a ningún político que me pueda echar la mano tomando en cuenta que así es la cultura aquí: tienes palancas, tienes trabajo u otras cosas”.