6 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Lo que busca un hombre…

 

Quiero aprovechar este espacio para hablar de un tema que casi nadie toma en consideración, lo que un hombre busca para compartir y vivir el resto de su vida. La mayoría se inclina por el lado de que la mujer es el sexo débil, que la mujer es ingenua, inocente, atacada, golpeada, vejada, ultrajada y cualquier adjetivo que le quieras agregar, y por consiguiente se olvidan del sentir de los hombres, cuando en una sociedad que pretende dar equidad, igualdad, debiera ser observado.

 

El hombre, pese a todos los adjetivos que le endilgan, que para nada son buenos o agradables, principalmente por las mujeres, aunque no faltan hombres que atacan a otros, por envidia, o por preferencias sexuales no reconocidas, necesita una pareja que lo acompañe el resto de su vida, que sea similar a él, cariñosa, comprensiva, inteligente, tolerante, respetuosa, que lo motive a ser un mejor ser humano cada día que transcurra estando juntos, creciendo juntos, formando una familia juntos, que se lleven bien, sin agresiones verbales, sicológicas ni físicas, que no sea motivo de escarnio, mofa o burla entre amigas.

 

El hombre, por costumbre ancestral, tiene la obligación de ser el recolector, el encargado de la manutención familiar, el que debe llevar comida, vestido y sustento a la casa, debe proteger a la esposa, concubina o pareja e hijos, ante y frente a cualquier alarma o peligro, sin embargo, actualmente, existen cada vez más mujeres con pareja, que trabajan. Lo cual en lugar de hacer menos pesada la carga de una familia, en el aspecto económico, del cual se desprenden los demás, ha agudizado aún más esa separación de pareja, porque aunque continúen viviendo juntos, los problemas van en aumento cada día que transcurre, porque la mayoría de las mujeres que trabajan, no invierten un solo centavo, en los hijos o en la casa, su salario íntegro, sea mucho o poco, lo destinan única y exclusivamente para su persona, por lo que los maridos, esposos, parejas o concubinos tienen que seguir aportando dinero a la casa, como si la esposa no trabajara, entonces ¿De qué sirve que trabaje la pareja?, lo que conlleva a que no logren contar con un patrimonio inmueble propio, continúan viviendo en la casa de los padres, suegros, parientes o arrendando casas, lo que genera pérdida de recursos económicos, y jamás beneficios.

 

Por otro lado, esto desencadena en una mayor tasa de infidelidad, porque la mujer que trabaja, al arreglarse tanto, no tarda en encontrar otro individuo que le hable al oído, le baje el cielo y las estrellas, dentro de su empleo, en mayor porcentaje, aunque también los hay que los encuentre en la calle, y haga comparativos entre este y su pareja y al igual que sucede con el hombre y las amantes, al hacer la comparación tan irreal, tan superficial, la pareja, ante una mujer que analiza subjetivamente, sale perdiendo, porque no es lo mismo verlo pocas horas en la calle o en el trabajo, donde acuden arreglados, limpios, perfumados y simulando ser otra persona, a conocerlo de pies a cabeza porque tienen mucho tiempo de vivir y convivir juntos, y en la mayoría de los casos, se enredan con hombres mayores, casados, o con pareja, siendo engañadas o fingiéndose engañadas.

El hombre tarda más tiempo en madurar, o los hay que definitivamente jamás lo hacen, la mujer en ese sentido lleva la delantera, lo que confunden con inteligencia, la primera novia de la mayoría de ustedes amables lectores, fue porque ella los buscó, porque ustedes, aunque la veían bonita, les daba miedo acercársele, ¿no?

 

La mujer se guarda las cosas, sobretodo, malas, negativas, y en la menor oportunidad, aunque no venga al caso, suelta todo su repertorio, que va aumentando conforme pasa el tiempo de convivencia en pareja, en cambio el hombre, es más callado, prudente, finge que la ignora, y evita mayores discusiones, hasta que algunos, no aguantan más, estallan e incluso las golpean, y como dice nuestro paisano Juan Gabriel, ¿pero qué necesidad?, jamás una mujer va a aceptar que tuvo la culpa en una agresión verbal, sicológica o física, es su costumbre casi mecánica, ser la víctima del engendro del mal llamado hombre y tiene muchas armas a su favor para convencer a quien sea (hombre o mujer) de que tiene la razón (lágrimas, chantaje emocional, coqueteo, flirteo, sensualidad, timidez, manipulación, memoria privilegiada, aunque sea equivocada, etc.)

 

Pero, como se dice, nunca es demasiado tarde, el hombre llega a un momento, en el que no aguanta más y pone las cosas en claro, incluso en el caso más drástico, solicita el divorcio o se va de la casa, esa es la naturaleza del hombre, la mujer repite y repite una y mil veces lo mismo, pero no lo hace, en cambio el hombre lo dice una sola vez y lo cumple. (Claro que hay excepciones, como en toda regla general).

 

Ahí es donde la mujer sale perdiendo, si no cambia o modifica su actuar frente a su pareja, no niego que hay hombres con amantes, una, dos o más, incluso al mismo tiempo (depende del nivel laboral o económico que ostente), pero en la mayoría de los casos, no es por naturaleza, como nos hacen creer (el hombre es infiel por naturaleza, vox populis dixit), sino porque necesitan una persona que los escuche, que los apapache, que les dé lo que ya no, o casi no, tienen en su casa (sexo apasionado, sin chantajes, ni condicionado a tal o cual causa, motivo, razón o circunstancia) que juntos experimenten nuevas sensaciones o emociones, no que lo hagan por compromiso, por necesidad o hasta por interés.

 

Hago un paréntesis para agregar al segmento masculino que lo hace por gusto, dicen los sicólogos o analistas médicos, que los hombres que andan con muchas mujeres sin motivo ni razón, lo hacen porque encierran en su más íntimo ser, una homosexualidad que quieren impedir que salga del clóset, pero en la mayoría de los casos, tarde o temprano brota. Cada quien tome su propia decisión al respecto.

 

Finalmente, resumiendo el sentir y la necesidad del hombre, éste necesita, como cantaba Rigo Tovar, una amiga, una esposa, una amante, (amiga, porque te pone atención, te aconseja. Esposa, porque comparten todo, bueno y malo sin reproches, sin ataques y amante, porque en la intimidad deben experimentar todo, el sexo no es sucio, el que lo piensa así, terminará solo), trilogía que la pareja debe reunir, para mantener a su lado, al hombre que eligió para el resto de su vida, de lo contrario, terminarán separados, peleados y odiados, cuando aparentemente los había unido el amor y los buenos deseos. Amigos que me leen, tomen nota, muchas enfermedades pueden evitarse, si vivimos armónicamente en pareja, recuerden que el mayor tiempo lo pasamos juntos y qué mejor que hacerlo de la mejor manera. Nacimos para ser felices, no para sufrir o hacer sufrir a los demás. Animo.