Alejandro Martínez Castañeda ANALISTA
4 JULIO 2025.-En un innovador esfuerzo por democratizar el deporte y promover la autogestión comunitaria, ha surgido en Chile la Liga Cooperativa de Fútbol (LICOOF), una iniciativa inédita en el país que busca transformar la forma en que se organiza y vive el fútbol amateur. Fundada por un grupo de entusiastas del fútbol provenientes de diversos clubes amateur de Santiago, la LICOOF busca promover la participación activa, la transparencia y la colaboración, desafiando la mercantilización del deporte y el modelo cliente-proveedor predominante en las ligas tradicionales.
La LICOOF opera como una cooperativa de servicios, lo que permite a los clubes involucrados participar activamente en la organización de los torneos, rompiendo con la dinámica en la que los equipos solo “compran” su derecho a competir sin influir en las decisiones. Este modelo fomenta la igualdad entre los participantes y busca que los aficionados sean más que meros consumidores o espectadores, promoviendo un sentido de comunidad.
La liga, nacida en 2017 y conformada por clubes autogestionados, se inspira en los principios del cooperativismo: solidaridad, participación democrática, equidad y autonomía. A diferencia de los torneos tradicionales, cada equipo participante funciona como una cooperativa, donde las decisiones se toman de manera horizontal y cada miembro tiene voz y voto.
El objetivo principal de la Liga Cooperativa es rescatar el espíritu comunitario del fútbol, alejándolo de la lógica puramente comercial y acercándolo a las necesidades sociales y culturales de los barrios. Además, la liga promueve valores como la inclusión, la diversidad de género y el respeto por el entorno.
Los encuentros se realizan en canchas populares y espacios recuperados por la comunidad, y no hay fines de lucro en la organización de los torneos. Parte de los recursos generados por eventos y actividades son reinvertidos en proyectos sociales, infraestructura deportiva barrial y programas de formación para jóvenes.
La creación de la LICOOF no estuvo exenta de obstáculos. La constitución de la cooperativa tomó cerca de ocho meses debido a trabas institucionales y la falta de apoyo gubernamental para este tipo de organizaciones en Chile. Además, encontrar espacios para jugar fue complicado, ya que los complejos deportivos, acostumbrados a ligas respaldadas por televisoras o grandes presupuestos, mostraban desconfianza hacia esta iniciativa autogestionada.
“Dentro de los que trabajan en la cooperativa hay mucha diversidad y eso ha servido para la autogestión. Periodistas, sociólogos, profesores, productores audiovisuales, diseñadores, cada uno colabora con sus conocimientos y herramientas. La falta de recursos económicos iniciales se compensa con mucho trabajo y compromiso”, comentaron en reciente entrevista los organizadores de dicha iniciativa.
La LICOOF se presenta como un ejemplo de cómo el deporte y la economía social pueden converger, siguiendo los pasos de iniciativas internacionales como los Green Bay Packers o la Bundesliga, donde la participación comunitaria es clave. En un contexto donde los clubes sociales y deportivos en Chile han perdido protagonismo frente a las Sociedades Anónimas Deportivas, la LICOOF representa un esfuerzo por recuperar el fútbol como un espacio de pertenencia y participación colectiva.
Definitivamente, la iniciativa chilena ha demostrado que el fútbol y la economía social son compatibles, ofreciendo un modelo alternativo que prioriza la participación comunitaria sobre el lucro. Su enfoque ha permitido la Inclusión y diversidad: La incorporación de una liga femenina y la promoción de iniciativas como el reciclaje reflejan un compromiso con la igualdad y la sostenibilidad.