21 abril, 2025
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Las Mojigangas salen a las calles de Pátzcuaro y anticipan Fiesta por la Virgen de la Salud

Como cada año, las tradicionales “mojigangas” (gigantes elaboradas a base de cartón y carrizo) salieron a las calles de Pátzcuaro con el fin de anunciar la fiesta en honor a Nuestra Señora de la Salud, imagen que se venera en la Basílica de la Salud y cuya fiesta en su honor se celebra el próximo 8 de diciembre.

 

Estos personajes que salen a bailar y divertir a la gente de Pátzcuaro y a los visitantes son sacados de donde son resguardadas, esto, un mes antes de la celebración de la Virgen de la Salud, Patrona de la Adquisiciones, son acompañadas por un grupo de música de cuerdas causando un ambiente de fiesta y alegría entre los pobladores de la región y expectación entre los visitantes que preguntan el por qué de estos personajes en las calles.

 

Las mojigangas son figuras monumentales de cartón conducidas por personajes que bailan al compás de sones abajeños y que de acuerdo a datos históricos, estas figuras datan del siglo XVI y que como se dijo anteriormente, se presentan como anticipo a las fiestas patronales del 8 de diciembre.

 

Asimismo, se dice que estas mojigangas son un medio de expresión popular, manifestación de alegría y repulsa y una manera de jocosa de agredir a personales nefastos. También representan críticas a situaciones no gratas, utilizando figuras ridículas, ironías finas y disimuladas, pero cargadas de contenido con un mensaje dirigido a las autoridades, grupos sociales, partidos políticos y otros sectores.

 

Estas figuras fueron traídas a México por los sacerdotes católicos y se fueron desarrollando más dentro del concepto de lo festivo y carnavalesco y hoy en día son personajes de las fiestas populares de México, los cuales bailan al ritmo de la tambora con singulares movimientos y hasta se podría decir que son el alma de las festividades, pues por su tamaño, su fisonomía y características, contagian a la gente de emoción, alegría y ganas de bailar.

 

El 8 de diciembre, día de fiesta patronal, estas figuras gigantes a manera de agradecimiento y despedida ingresan por la noche a la catedral patzcuarense a bailar frente a la venerada imagen, para luego ser resguardadas y volver a salir hasta el próximo año.