El día de hoy quiero abordar un tema por demás interesante y que para la mayoría resulta intrascendente y pasa desapercibido, las expresiones. Sigmund Freud, fundador de la escuela de la sicología sicoanalítica, tuvo muy claro el poder del lenguaje corporal y de las expresiones faciales. Escribió: “Aquel que tiene ojos para ver y oídos para escuchar puede estar seguro de que ningún mortal podrá mantener un secreto. Si sus labios están en silencio, charlará con las yemas de sus dedos; la traición rebosa en cada poro de su cuerpo”.
Leí una anécdota sobre el novelista francés Honorato de Balzac, cuando visitó por primera vez Viena, Austria, no podía hablar el idioma o conocer las monedas locales. Estaba preocupado de que los choferes de los carruajes de alquiler se aprovecharan de esto y tramó una estrategia simple con base en los rostros de los conductores. Cuando llegaba a su destino, le entregaba a estos una sola moneda. Si la mano de éste permanecía abierta, le agregaba otra. Y así continuaba colocando monedas hasta que éste sonreía. En ese instante, Balzac volvía a tomar la última moneda colocada y se marchaba, contento de que había pagado lo suficiente, pero no demasiado.Pocos saben que existen seis emociones faciales que se encuentran en todas las personas del mundo. Y sobre todo, fáciles de reconocer: sorpresa, felicidad, temor, enojo, disgusto y tristeza. Debido a que estas emociones se pueden interpretar con suma facilidad, las personas tienden a enmascararlas o a ocultarlas en situaciones en que no desean que se conozcan sus verdaderos sentimientos.
Un experto en la comunicación sin palabras sabe que en los encuentros cara a cara hay tres elementos: las palabras, el tono de voz y el lenguaje corporal. A esto, algunos analistas o estudiosos del tema les llaman las tres V: Verbal, vocal y visual. Las palabras representan alrededor de una décima parte, el tono de voz, casi una cuarta parte y el lenguaje corporal, representa casi la sexta parte, dividido en la apariencia y las expresiones faciales y los movimientos.
Es muy importante, amable lector, reconocer e interpretar Las comunicaciones faciales, las cuales no emplean palabras, de la gente. Esto no sólo volverá tu camino a través de la vida más sencilla y agradable, sino que también te asegurará que goces de un éxito mayor en cada área de tu vida. Ésta es una destreza interesante que puede desarrollarse y que te puede servir mucho. Por ejemplo, es posible que puedas decir si un amigo está enojado, estresado, ansioso, aburrido, contento, frustrado, interesado o cansado. Si lo analizas esto en el rostro de un verdadero amigo, es muy probable que también puedas leer lo mismo en el rostro de un extraño.
¿Alguna vez has apretado tus dientes, has puesto rígido tu labio superior, temblado de rabia o te has puesto rojo de vergüenza? Debido a que has experimentado todo esto y más por ti mismo, cada vez que ves estas expresiones faciales en otras personas de inmediato sabes lo que significan.
Todos, absolutamente todos de manera subconsciente adoptamos los caracteres de comunicación sin palabras de la sociedad en que vivimos. No obstante, nuestras personalidades dictan cómo las utilizamos. Nuestros pensamientos, en especial nuestras emociones, dictan cómo nos expresamos con otras personas sin el uso de palabras.
Existen variaciones específicas, pero la mayoría de las señales de comunicación sin el uso de palabras son universales.
Imagina amable lector, que entras a tu cafetería Favorita y ves a alguien que conoces. ¿Cómo te sentirías si esa persona te sonríe y al mismo tiempo eleva las cejas?
Ahora imagina que entras a la misma cafetería y ves a alguien que conoces. ¿Cómo te sentirías si la persona te sonríe y al mismo tiempo entrecierra los ojos por un breve instante?
A la persona que elevó sus cejas por un instante le agradas, pero a la persona que entrecerró sus ojos no, no importa que haya sonreído.
La persona que sonrió y entrecerró sus ojos nos proporcionó un ejemplo de una desconexión facial. Éstas ocurren cuando la expresión facial de la persona no está de acuerdo con lo que está diciendo. Si sucede que te encuentras con alguien que no te agrada en una fiesta, podrías platicar con ella uno o dos minutos. A pesar de que ambos sonrían y platican de una manera en apariencia amigable, alguien que observe tus expresiones faciales y tu lenguaje corporal podrá decirte que ustedes no se agradan.
Las expresiones faciales son complicadas de interpretar por el hecho de que desde una temprana edad se nos enseña a adoptar una expresión facial falsa. ¿A quien no le dijo su mamá que sonriera a ciertos familiares que venían de visita a su casa? Esas madres estaban obligándolos a mentir con su rostro. Todos somos buenos con esto. Hemos aprendido cómo controlar nuestras expresiones faciales, con la esperanza de disfrazar o esconder nuestros verdaderos sentimientos.
Algunas personas son expertas en ocultar sus emociones. Hay ocasiones en que tiene sentido hacer algo así. No obstante, incluso los sentimientos de serenidad o desapego, pueden interpretarse por otras personas y es imposible ocultar por completo todas nuestras emociones.
Los actores son muy hábiles para manipular sus expresiones faciales cuando están en el escenario o enfrente de una cámara. Por desgracia, así también lo pueden hacer otras personas que intentan engañarnos con lágrimas falsas y sonrisas fingidas. Los estafadores son el perfecto ejemplo.
Así que, estimado lector, te invito a que practiques, observando a los demás, para que no pases a formar parte de las víctimas de estos delincuentes expresivos.