Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
18 NOV. 2022.-Las organizaciones están compuestas de individuos, pero a veces es más cómodo manipular a las estructuras organizativas que a los individuos que las componen. La gente en general, ya sea que trabaje para una grande o para un taller de tres personas, considera a las estructuras organizativas como algo sagrado que debe temerse y reverenciarse. Frecuentemente, a partir de esa reverencia, uno puede obtener la clave para su manipulación.
Los ejecutivos eficientes y dotados de visión ven a la organización sólo como otro objeto a ser manipulado; la consideran como un albergue temporal para sus vidas profesionales, moldeándolas a sus necesidades inmediatas y luego prosiguiendo hacia adelante. Los ejecutivos que esperan encontrar constancia, belleza, orden y objetivo en una estructura organizativa no sólo van a quedar decepcionados, sino que serán víctimas de los que se dan cuenta de la realidad.
La gente que no se intimida por las complejidades organizativas podrá manipular el sistema con sus propios fines. Como siempre, la manipulación organizativa comienza por una observación realista.
Puedes detectar con más facilidad las posibilidades estructurales si no eres observado cuando miras. La información sobre otros departamentos, las pautas de conducta, la estructura de poder, deben acumularse sin importunar a los demás. Se debe mantener la invisibilidad haciendo pocas preguntas y escuchando cuidadosamente; no curioseando, sino leyendo todo lo que llegue a la mano.
Cuando nadie te observe, estudia la información impresa proporcionada por la empresa. Eso no te dará a conocer a la verdadera organización, pero te mostrará la imagen pública que desean proyectar los actuales formadores del poder. A partir de esa estructura ilusoria, puedes comenzar a explorar la verdadera.
Lo ilusorio y lo real se mezclan, incluso en las mentes de los formadores del poder. Los que ocupan los primeros puestos pueden haber llegado a creer en su imagen pública; esos ejecutivos son susceptibles a la manipulación por medio de la propaganda de la compañía. En los niveles inferiores, la mayoría de los ejecutivos han llegado a aceptar la imagen pública sin cuestionar su autenticidad: sus reglas y objetivos gobiernan sus vidas. Se puede manipular a esos ejecutivos hablándoles en términos de la estructura que perciben. Del manual oficial y de los informes de la junta puedes aprender el vocabulario correcto, la pauta de percepción aceptada. A menos que pienses y actúes en términos aceptados, estarás innecesaria y peligrosamente visible.
Nadie debe saber que estás comenzando a ver lo real bajo lo ilusorio. No permitas que tu deleite personal o la satisfacción de tu ego te tienten a poner a un lado tu capa de invisibilidad. El ego es el enemigo de los manipuladores. Una pequeña dosis del mismo produce visibilidad instantánea, incontrolada, que socava el proceso de observación.
La invisibilidad permanente no es necesaria. A principios de la carrera, necesitarás que te vean de vez en cuando, pero debes saber cuándo están viéndote para que puedas controlar el poder de visibilidad o invisibilidad. Escoge con prudencia el tiempo en que te vuelves visible. Sicológicamente, las mañanas son la mejor hora para darse una vuelta por los pasillos y entrar en los departamentos. La gente se encuentra descansada y no tiene presión de acabar el trabajo del día; sin embargo, no te quedes allí mucho rato, solo asómate y haz algún comentario casual. Al pasar los meses, la gente comenzará a recordarte como un rostro agradable. Poco a poco empezarán a decirte en qué consiste su trabajo y pronto podrás comprender cómo emplea su tiempo la gente en las diferentes partes de la organización.
La visibilidad innecesaria es siempre un inconveniente. Si hablas en exceso con mucha gente, te ganarás la reputación de persona molesta. El único momento en que desearás verte conectado con la irritación es cuando estás fomentando la falta de acuerdo entre dos o más personas. En tales casos, debes asegurarte de que la irritación no se enfoque hacia ti, sino hacia la compañía, que está explotándolos a todos. Visita otros departamentos y haz comentarios casuales: “Mi sección, es intolerable. Tengo que salirme de allí de vez en cuando”. Antes de que pase mucho tiempo, la gente comenzará a decirte cómo van las cosas en sus departamentos y así podrás conocer el estado de ánimo total de la empresa.
Una vez que controles tu visibilidad, puedes asegurarte de ser visto cuando haya posibilidades de ascenso, cuando se otorguen los nombramientos en los comités y cuando se busque a alguien para asignarle una tarea que podría significar un progreso. En esos casos, no te parecerá mal que adviertan tu presencia.
Logras tu visibilidad o invisibilidad según lo requieran tus propósitos. Sin timidez, retiene el aliento y te hundes en la oscuridad. Con toda naturalidad, te encuentras en la retaguardia de los grupos; tu cabeza está siempre inclinada sobre tu escritorio; tus prendas se confunden con lo que te rodea. Estás bien camuflado, como una serpiente de cascabel en la pradera.
Cuando consideras tus valiosas cualidades, tu infinita destreza, eso hace que te destaques naturalmente en medio de un grupo. Te mueves con tal gracia y elegancia que la gente que se reúne junto al bebedero comenta: “Es una persona digna de verse”. ¡Atrévete!