El día 6 de febrero el Presidente de la asociación civil Mexicanos Primero, Claudio X. González Guajardo, presentó en la ciudad de Morelia su estudio denominado Índice de Desempeño Educativo Incluyente (IDEI), en el que situó a nuestra entidad federativa en el último lugar a nivel nacional. Sin embargo, ese estudio dejó fuera diversas consideraciones indispensables para realizar un diagnóstico veraz sobre la educación primaria y secundaria en México.
Es preciso aclarar, que la posición en la que colocan a Michoacán no es precisamente por las cifras que arrojaron la prueba Enlace u otros indicadores, es decir, no hay información disponible para evaluar nuestra entidad federativa, por ende, resulta irresponsable calificar sin contar con los elementos básicos y necesarios.Al igual que la prueba Enlace, el estudio de la asociación de Claudio X. González ignora las diferencias históricas, culturales, sociales, políticas, económicas y geográficas de las entidades federativas, es decir, mide a los estados en igualdad de circunstancias, pese a que cada una tiene condiciones, problemas y necesidades propias.
Como ejemplo, comparemos los estados de Aguascalientes y Michoacán:
El estado de Aguascalientes tiene solo 11 municipios, sus condiciones geográficas son de fácil acceso a las comunidades y las distancias son cortas, tiene una superficie de 5,589 kilómetros cuadrados, y no cuentan con pueblos indígenas importantes según la CDI. Por ser pocos municipios, las escuelas tienen el respaldo completo del estado, siendo menor el número de escuelas rurales.
Michoacán cuenta con 113 municipios, las condiciones geográficas son complicadas, tiene una superficie de 58,599 kilómetros cuadrados, incluso hay comunidades que para llegar desde la capital se debe hacer un recorrido de hasta 8 horas, existen 4 etnias indígenas, mayor número de escuelas rurales, y tiene serios problemas de inseguridad y desempleo.
Sin demeritar el trabajo de los maestros de Aguascalientes, se debe precisar que la profesión de docente en Michoacán es mucho más complicada, más aún cuando en las normales urbana o rurales, la curricula académica está diseñada para escuelas primarias y secundarias urbanas, de idioma español, con buena infraestructura y acceso a las tecnologías de la información. No me imagino las dificultades a los que se enfrenta un docente originario de Morelia trabajando en comunidades alejadas, donde el idioma y la cultura son diversos a la suya.
Otro aspecto que no considera el IDEI son las condiciones físicas de las escuelas y la carencia de materiales pedagógicos. En el caso de Michoacán existen comunidades en las que prevalecen escuelas faltas de infraestructura, incluso en Morelia aún hay escuelas de “palitos”. Los materiales pedagógicos con los que se cuentan son únicamente los libros oficiales y en algunas escuelas cuentan con equipo de cómputo, pero cualquier otro material que requiera el maestro lo tiene que comprar con sus propios recursos o con el apoyo de los padres de familia, seguramente, en el Distrito Federal no hay escuelas de “palitos”.
No se consideran tampoco las condiciones salariales de los maestros (miles en Michoacán están en la misma condición). Como ejemplo, un maestro que vive en Morelia y viaja a Huajúmbaro, municipio de Hidalgo, recorre un promedio de 160 kilómetros diarios para cumplir con su obligación, se levanta a las 5:00 horas regresa a las 17:00 horas a su lugar de origen. Este maestro gana un promedio de 8 mil pesos mensuales y tan solo en sus traslados se gasta el 40% de sus ingresos, sin tener derecho a viáticos.
De igual manera, el IDEI de X. González y la propia prueba Enlace omite diversos aspectos como la situación personal, cultural, psicológica, emocional y económica de los alumnos, condiciones que esos documentos no consideran. En la mayoría de las escuelas, el maestro debe fungir como psicólogo o tutor para apoyar a su alumno y a los padres para intentar superar sus problemas y que pueda mejorar como estudiante. Las condiciones obligan a los docentes a modificar los programas de estudio y tropicalizarlos a cada comunidad y a cada alumno.
El IDEI señala sobre la deserción escolar que, en primaria 64 la terminan, 46 acreditan la secundaria, 23 la preparatoria, sólo diez la licenciatura y dos o tres hacen un posgrado, esta afirmación reafirma la poca rigurosidad del estudio para conocer las causas, solamente culpan a los docentes por el abandono de los estudios por parte de los alumnos, no considera las cuestiones económicas y culturales de las poblaciones que escapan del control de los maestros, culparlos como lo hacen, es un tanto como responsabilizarlos de la falta de empleo, oportunidades y de las tradiciones de los pueblos.
Tanto el IDEI como la Enlace no son evaluaciones confiables, solamente son utilizados con fines propagandísticos y políticos, si en realidad desean evaluar la educación básica en México, previamente se debe empezar por generar curriculas académicas acordes a las realidades de cada entidad federativa y sus condiciones endógenas, mejorar las condiciones laborales de los maestros, mejorar la infraestructura educativa, y en su momento evaluar pero diferenciando y ajustándose a cada región del país. Sin temor a equivocarme puedo asegurar que el servicio civil de carrera para los maestro que impulsa la reforma educativa peñista tendrá las mismas deficiencias, es decir, será ajena a la realidad de la nación.
De lo anterior nace una serie interrogantes, ¿Por qué no miden los problemas a los que se enfrentan los maestros?, ¿Por qué no reconocen el trabajo adicional que realizan los maestros?, ¿Por qué ignoran las necesidades de los maestros y las escuelas?, ¿Por qué no diferencian las condiciones de cada entidad federativa?, ¿Por qué les molesta que los maestros luchen por mejorar sus condiciones laborales, por contar con programas adecuados y escuelas dignas?, ¿Acaso pretenden que las organizaciones sindicales estén a modo y piensen igual que ellos?, ¿Por qué tanta saña con Michoacán?, ¿Por qué tanto protagonismo descalificador?.
Finalmente, es preciso señalarlo, Claudio X. González no tiene derecho a venir a la tierra de José María Morelos, Lázaro Cárdenas del Río, Francisco J. Múgica y Melchor Ocampo a denigrar y calificar de ignorantes a los michoacanos sin conocerlos, esto lo digo porque todos de alguna manera hemos recibido de manera directa o indirecta educación pública, ya que incluso en las escuelas privadas los docentes en algún momento fueron formados en escuelas públicas.