Alejandro Martínez Castañeda ANALISTA
13 DIC. 2024.-De acuerdo con sus principios y valores, las cooperativas son empresas autogestionadas dirigidas por sus propios socios y socias en forma colectiva. Las funciones de patrones y gerentes son desempeñadas por el conjunto de trabajadores a través de una organización democrática de la gestión, donde las responsabilidades y tareas se distribuyen de acuerdo a los criterios fijados por el conjunto.
Una cooperativa autogestionaria nace cuando un grupo de personas se unen para solucionar de manera solidaria sus problemas económicos y sociales, mediante la creación de una empresa de propiedad colectiva. En las cooperativas, la autonomía no implica ausencia de estructura, sino un marco donde las decisiones se toman de forma consensuada y los roles son dinámicos, basados en las habilidades y necesidades del equipo. Esto requiere un alto grado de compromiso y madurez por parte de los miembros, quienes deben gestionar conflictos, establecer prioridades y cumplir metas comunes.
En tales empresas se trabaja con base a “un equipo autogestionado de trabajo autónomo que toma decisiones de manera colectiva, sin la necesidad de supervisión directa. En este modelo, cada miembro del equipo asume la responsabilidad tanto de su propio trabajo como del desempeño del equipo en su conjunto. Este sistema fomenta la igualdad, la participación activa y la responsabilidad compartida, valores esenciales para las cooperativas”, refiere AVANCOOP, una empresa de consultoría para cooperativas.
Según algunos autores, el modelo autogestionario de las cooperativas contribuye a combatir la desigualdad social y fomenta la democracia económica, lo cual permite la participación activa y constante de los asociados en la solución de los problemas empresariales y sociales de la cooperativa. La autogestión comienza, se desarrolla y culmina transformando la actitud, disposición de los miembros de la cooperativa hacia sí mismos y hacia los demás, como lo afirma la investigadora venezolana, Marisela Giraldo Prato.
“Los equipos autogestionados representan un modelo transformador que puede potenciar las capacidades de las cooperativas al alinearse con sus valores fundamentales. Sin embargo, su implementación requiere un cambio cultural y un compromiso firme con la capacitación y el aprendizaje continuo. Al abrazar esta forma de trabajo, las cooperativas no solo mejoran su desempeño, sino que también refuerzan su identidad como organizaciones basadas en la colaboración y la equidad”, destaca AVANCOOP.
Implementar un modelo autogestionado en una cooperativa no está exento de desafíos. Algunas de las principales complejidades incluyen confianza y comunicación; toma de decisiones colectivas; adaptación a roles dinámicos; capacitación continua; evaluación y retroalimentación; equipos autogestionados y los principios cooperativos.
Recomendaciones para integrar equipos autogestionados en una cooperativa
Adoptar equipos autogestionados en una cooperativa es una apuesta por la participación activa, la corresponsabilidad y la sostenibilidad. Sin embargo, para lograr su integración exitosa, es necesario seguir un enfoque estructurado que permita superar los desafíos inherentes a este modelo.
Para lo anterior, se recomienda establecer un propósito claro y compartido; fomentar la confianza y la cohesión; desarrollar habilidades complementarias; definir roles y responsabilidades flexibles; establecer mecanismos claros de toma de decisiones; crear un sistema de retroalimentación continua; dotar al equipo de herramientas tecnológicas adecuadas; promover la transparencia y el acceso a la información, entre otras acciones.
Fuente: https://avancoop.org/