Debido a que desde el pasado mes de mayo se pararon las labores de dragado en el lago de Pátzcuaro, los lancheros organizados “estamos desesperados porque también hemos tenido que suspender nuestro trabajo, ya que el nivel de agua es muy bajo en algunas zonas”, aseguró Gregorio Barajas Norberto, integrante de una sociedad cooperativa de transporte turístico de la isla de Urandén.
En entrevista, el cooperativista dijo que, desde mayo pasado “las dragas se encuentran paradas debido a la falta de presupuesto para su operación, según nos han dicho los encargados de las máquinas”.Agregó que lo anterior ha provocado que no puedan transitar las tres lanchas de pasajeros con que cuenta la cooperativa, ya que el nivel de profundidad del agua “es muy bajo”, por la falta de trabajos de dragado; “con la lluvia de los últimos días se espera que esta situación se revierta”, confió.
Informó que su organización cooperativa la integran 12 isleños, los cuales desde junio pasado han dejado de prestar el servicio de transporte que realizan desde el muelle de Urandén hacia Janitzio y otros lugares de la región lacustre.
“Los ingenieros que están a cargo del dragado nos dicen que si queremos volver a dar el servicio más pronto, que mejor pongamos nosotros el dinero para que trabajen las dragas”, dijo.
Por la desesperación de volver a laborar, aseveró, “ya estamos tratando de conseguir por nuestra cuenta más de 134 mil pesos que se necesitan para dragar una superficie de 6 mil 721 metros cúbicos”.
Y lamentó: “nunca nos había pasado que nosotros tuviéramos que poner el dinero para los gastos de operación de las máquinas”.
Destacó que otra solución que encuentra su cooperativa a la problemática que enfrenta es la adquisición de lanchas con motor fuera de borda, las cuales pueden navegar con niveles bajos de agua.
“Vamos a realizar la gestión de ese tipo de lanchas, que tienen un costo de 250 mil cada una”, apuntó Barajas Norberto al lamentar que implicó mucho esfuerzo constituirse como cooperativa hace dos años “para que ahora no podamos trabajar y obtener un ingreso por el servicio que prestamos a los turistas”.
“Y aunque no estemos trabajando de todos modos tenemos que pagar por derechos de muelle”, finalizó.