Ante la inminente desaparición de la Secretaría de la Mujer (Semujer) y la creación de un instituto que atienda a las féminas, es necesario que no se tome a esta instancia como un espacio de “cuota política” para evitar que los apoyos destinados a las mujeres sigan siendo sesgados y escasos, planteó el académico Hugo Gama Coria.
En tanto, María del Carmen Velázquez, integrante de una asociación civil pro equidad de género de esta localidad de Pátzcuaro, lamentó la desaparición de dicha secretaría al tiempo que fustigó que “aún no se perciben avances sustanciales” en materia de políticas públicas a favor de las mujeres.Gama Coria recordó que Semujer fue creada en 2007 “con el propósito de establecer dependencias que orienten y coordinen políticas públicas en un modelo transversal de atención a dichos sectores, con el fin de fortalecerlos mediante la formulación e implementación de políticas públicas que detonen su desarrollo y reciban una atención adecuada por parte del Estado”.
Sin embargo, agregó, en la praxis es evidente que su objeto no se logró, pues nunca llegó la transversalidad, “y aunque se lea y suene mal, dicha instancia hasta el día de hoy sólo ha podido pepenar algunos apoyos de las otras dependencias, y su presupuesto aunque ha aumentado con el tiempo, eroga cerca del 50 por ciento en gasto corriente, es decir, no hay eficacia”.
Refirió que la participación de las organizaciones feministas, de equidad o igualdad en el diseño de las políticas públicas ha sido ínfima, “ello se debe a que bajo el modelo de la secretaría, no pueden emitir opiniones ni influir de manera directa, caso contrario ocurriría si esas organizaciones tuvieran participación en la Junta de Gobierno del organismo descentralizado (como es el caso de un instituto), lo que permitiría que la voz del sector tuviera impacto directo en el quehacer público”.
Rechazó que al convertirse la Semujer en instituto se pierda autonomía ya que debido a la naturaleza jurídica de los organismos públicos descentralizados, (personalidad jurídica y patrimonio propio), se les otorga autonomía fiscal y contable, lo que facilita su operación, pues no están del todo sometidos a las reglas especiales de la administración central, lo cual se refleja incluso con su propio Registro Federal de Contribuyentes,
El hecho de contar con patrimonio propio es una ventaja, pues, incluso, podrían ser propietarios y administrar de manera directa refugios de atención a víctimas, pudiendo generar desde esos sitios autoempleo para apoyar a las mujeres y sus hijos, lo que otorgaría mayor certeza y protección a las víctimas, aseveró.
A su vez, Velázquez Barriga sostuvo que en el estado sigue habiendo inequidad en los apoyos y programas gubernamentales, pues la mayoría de éstos favorecen a los hombres en detrimento de las mujeres, por lo que es necesario replantear “con seriedad y responsabilidad” el diseño de las políticas públicas.