Actualmente, la juventud política ha pasado a ocupar un lugar importante dentro de la misma. Su poder e influencia es mucho mayor hoy que hace unos años. Los jóvenes constituyen sin duda un sector sobresaliente dentro de la comunidad, pero a su vez son pocos los jóvenes que tienen interés.
Esto se debe a la “Libertad manipulada” que los jóvenes viven dentro de la política; son un grupo poblacional al que sólo se le reconoce en vísperas de elecciones, es en esas épocas donde se les valora. Esto hace que muchos se desilusionen y vayan quedando en el camino.A los jóvenes se les tiene que dar mayor importancia, ya que se encuentran cada vez más capacitados para adaptarse al mundo en que viven; hoy se lee más, se estudia más que en los tiempos de nuestros padres. Resulta evidente el número de jóvenes que frecuenta las escuelas, colegios, institutos, centros de artes y oficios, universidades, etc.
En los jóvenes se crea un gran sentido comunitario y una sensibilidad nueva para sentir la injusticia social.
Los jóvenes políticos realmente están interesados en un cambio para el bien común de una sociedad, cansados de imposiciones, de políticos fascistas, nepotistas y corruptos.
Es por eso que persiguen sus sueños sin dejarse abatir por el cansancio que este les causa y el descanso lo utiliza para reflexionar, analizar, aprender de los hechos y tropiezos, lo toman como una experiencia y no como un fracaso. Se levanta y sigue luchando como los grandes gladiadores, aun con las heridas abiertas de la batalla anterior, pero eso no les impide seguir adelante defendiendo sus ideales, sueños, metas y principios, inquebrantables.
Los jóvenes por más inexpertos que sean no dejan de lado a los más viejos; al contrario, saben que juntos lo lograrán, se suman a los proyectos de estos o los hacen parte de los suyos, a pesar de las adversidades que conlleven en el camino, no se rendirán, así tanto jóvenes como adultos tienen un objetivo en común: el mejoramiento de una sociedad.