5 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

La inocencia juvenil…

El ser humano es tan impredecible y las circunstancias, situaciones y actitudes, ante la vida resultan de igual manera, diferentes.

Es frecuente escuchar en la televisión y/o la radio, leer en los diarios o en la internet, así como de familiares, amigos y conocidos, que las estadísticas manejan una edad menor en la que los niños se convierten en padres, y por consiguiente, adquieren nuevas responsabilidades que no realizan como los mayores de edad.

Todos sabemos o conocemos a unos menores de edad, que, aunque resulte inverosímil, desde la primaria, secundaria o preparatoria, resultan embarazados, lo cual es resultado de muchos factores individuales, o en algunos casos, la suma de dos o más, tales como la desintegración familiar, la falta de atención en la familia (cuando ambos padres viven en la misma casa), por imitación de los amigos, familiares o conocidos, por verlo en las películas, series, telenovelas, revistas, internet, por ignorancia, por desconocimiento, por un valemadrismo que solo afecta al que lo provoca, entre otros.

En lo particular, derivado de mi experiencia laboral (sector campesino), me ha tocado conocer a muchas parejas o solo madres solteras menores de edad, pero no solo en el campo, también lo he visto en congregaciones, poblados y ciudades, que la mayoría de menores de edad, (12, 13, 14, 15, 16 y 17 años), incluso mayores, no saben hacer nada relacionado con el mantenimiento de una casa, es decir, no saben cocinar, no saben lavar, no saben planchar, barrer, no saben trapear, no saben sacudir, limpiar, no saben la enorme responsabilidad que conlleva mantener un hogar, es más, muchas veces no saben ni hacer sus cosas personales o individuales, porque en sus casas, sus padres no las dejan hacer nada, y ese es el mayor error que los padres cometemos, igual por irresponsabilidad o ignorancia y muchos adultos se esconden tras la máscara de que nadie los enseñó a ser padres, pero solo es una excusa o pretexto para deslindarse de lo que no quisieron o supieron hacer, porque hay hogares que pueden etiquetarse como modelos y al igual que los demás, los padres desconocían muchas cosas, pero mostraron madurez, responsabilidad y valores morales.

A los menores de edad, o incluso mayores, les resulta fácil evadirse del camino correcto y tener relaciones íntimas sin una reflexión analítica, porque aun cuando lo hagan con preservativo y toda la protección para evitar un embarazo inesperado, no es la edad correcta, ni para tener relaciones sexuales responsables y no es que quiera escucharme o leerme machista y querer que, sobre todo las niñas, lleguen vírgenes al matrimonio, a lo que me refiero es a la adicción que el sexo provoca en muchos niños, adolescentes o jovencitos, porque de acuerdo con testimonios de ellos, de ambos sexos, al probar el contacto íntimo, ya no pueden dejar pasar un largo tiempo sin volverlo a tener y, en algun@s casos es tal la obsesión que se entregan a cualquiera y eso va demeritando su valor, principalmente, en las mujeres, amén de que en la inmadurez, los muchachos alardean, hasta de más, de sus aventuras con sus amigos y después de zorras (que es el término usado en lugar de prostitutas, por los jóvenes en la actualidad) no las bajan y es un trauma fuerte que van teniendo, pero que, como ellas indican, es algo que no pueden evitar, porque una vez que han tenido sexo, lo desean cada vez de manera más frecuente y es creíble, amable lector, porque a ti y a mí nos sucede y sucedió, con mayor razón a unos jóvenes inmaduros, impreparados, y casi niños.

En el caso contrario, cuando resultan consecuencias embarazosas, ¿qué van a hacer o adónde van a llegar un par de jovencitos que no saben hacer nada o casi nada, que el hombre trabaje en cualquier actividad y sea explotado por la edad, por la falta de capacidad, experiencia, estudios?, a la separación, porque su vida de carencias, necesidades y reproches, tarde o temprano lo provocará, así como en muchos casos a las constantes infidelidades de uno o ambos, porque en la calle les gusta otr@, porque, sobre todo las mujeres, encuentran a otro más maduro o con dinero y ya no van tras el amor, sino tras el dinero y no les importa lastimar a su pareja, y tantas causas, motivos, razones o circunstancias.

Asimismo, por comentarios recibidos de chiquillos en esta situación, conforme pasa el tiempo, van amargando su existencia con resentimientos hacia los demás jovencitos que continúan estudiando y que encuentran en cualquier sitio, felices y sonrientes, además de que al adquirir otras responsabilidades antes de la edad adecuada, se les nota en su rostro, en su cuerpo, las huellas de la tristeza, del sufrimiento, de la madurez forzada y más que nada, por la inocencia perdida antes de tiempo y que siempre añoran. Pero los únicos responsables, son ellos, por dejarse llevar por los genitales y no por la razón. Sin embargo, hay pocas, pero las hay, parejas que a pesar de pasar por estas vicisitudes, se levantan, son felices y alcanzan la madurez plena siempre juntos, rompiendo con ello un círculo vicioso, pero, son casos contados.