Quiero aprovechar el espacio para referirme a una joven de las que casi no se ven en la actualidad: Guadalupe, conocida cariñosamente como Lupita. Es la mayor de tres hermanas, nacidas de un matrimonio, civil y eclesiástico, por motivos no muy claros, su madre abandonó a su padre, a ella y a su hermana intermedia, llevándose solamente a su hermana menor. Su padre, un hombre sencillo, trabajador, sin vicios graves (de vez en cuando prueba alcohol), de carácter afable, honesto y sobretodo, muy amoroso con sus dos hijas, que dejaron a su cargo y al de su madre (abuela de las niñas).
Lupita siempre tuvo la intención de estudiar; durante las etapas escolares de jardín de niños, primaria, secundaria y preparatoria, no tuvo ningún inconveniente económico ni material, porque afortunadamente, pese a lo que se diga, son gratuitas y los gastos mínimos. Lo que ya no fue posible, al ingresar a la Universidad, porque requería pagar transporte, a veces comida y otros gastos, más fuertes. Lo que provocó que estuviera dos semestres y ante la precaria situación económica de su padre, tuvo que salir, buscar trabajo y comenzar a ahorrar para posteriormente reingresar.Trabajó un año completo, y efectivamente, como su padre le dijo: todo lo ganado por ella sería para continuar sus estudios, porque techo, comida y sustento, nunca le faltaría. Y cumplió, era una excelente empleada, siempre atenta a aprender el oficio de lo que ahí se ofertaba. Lo que no pasó desapercibido para los dueños del negocio, ya que ella les pidió de favor, seguir trabajando los fines de semana, mientras estudiaba entre semana. Petición que fue resuelta de forma positiva.
Así estuvo durante 3 años, estudiando de lunes a viernes y trabajando, los sábados y domingos, al mismo tiempo mantenía una relación de noviazgo con un muchacho que conoció en la preparatoria, que vive cerca de su domicilio, debido a su empeño estudiantil, sus profesores la invitaron a laborar en uno de los despachos de ellos, por lo que se fue abriendo paso en su ámbito profesional: la ingeniería civil.
Concluyó su carrera profesional, de inmediato presentó el examen del Ceneval, la nueva manera de evitar realizar una tesina, tesis o trabajo de investigación, como antaño, y que si resulta aprobatorio, se obtiene de inmediato el título profesional. Cabe hacer mención que su madre nunca la buscó y lo raro es que no se alejó de ellos por alguna relación extramarital, lo que se presta a la suspicacia de que dejó de amar a su pareja y lo mismo ocurrió con sus dos mayores hijas, ya que la menor, sigue con ella, pero sin aspiraciones profesionales, pues terminando la secundaria, dejó de estudiar.
Hace unos días, después de cinco años de experiencia profesional, tiempo en el cual ya tiene su propio despacho y le va muy bien en eso y en lo económico, contrajo matrimonio con su novio de su época estudiantil, fue una ceremonia sencilla, pero la recepción estuvo agradable, en la cual concurrieron todos los seres humanos que durante todos esos años de vida la apoyaron poco o mucho, y es que la principal característica y valor de Lupita es el agradecimiento, jamás olvida quien le brindó la mano cuando lo necesitó.
Actualmente, después de una luna de miel, sencilla, pero prometedora y feliz, continúa laborando en su despacho de ingeniería, se le ve feliz todo el tiempo, al igual que su esposo, arrendan un inmueble pequeño, al tamaño de sus necesidades, lo que es sano, pues tomaron sana distancia de sus respectivas familias.
El mensaje que quiero transmitir con mi análisis es que actualmente, en un mundo donde se están perdiendo los valores, donde la juventud tiene relaciones sexuales a la menor provocación, donde el amor ha desaparecido, donde las personas mayores encasillan a todos los menores de treinta años, y dudan de ser buenas personas. Lo que Lupita hizo fue romper ese modelo, mal entendido, pese a salir de una familia económicamente humilde, supo levantarse y alcanzar sus sueños que desde niña buscó, y algo raro en la actualidad, supo cuidarse para llegar al altar sin estar embarazada, encontró un joven similar a ella que la respetó, al grado de pedir su mano y ante la sociedad la honró, lo que desafortunadamente en la actualidad es cada vez más difícil encontrar parejas así.
Todo es posible cuando se tiene fe, cuando hay esperanza, cuando hay ganas de alcanzar los sueños que se tienen desde la infancia, y eso solo es posible en almas grandes, fuertes, que vencen todos los obstáculos que la vida va poniendo en su camino, todos tenemos problemas, todos tenemos tropiezos, pero pocos, solo pocos, logran levantarse y seguir siendo agradecidos con Dios, con el Universo o con quien cada uno crea, pero más que nada, ser feliz la mayor cantidad de tiempo.