10 marzo, 2025
ROTATIVO DIGITAL

La historia de José…

Lic. ALFREDO CASTAÑEDA FLORES       ANALISTA

26 MARZO 2022.-Nuestro protagonista es el segundo de tres hermanos, al igual que ellos, tuvo las mismas oportunidades de estudio, de sustento y económicas, la educación inicial la concluyó sin problemas, es decir, la primaria y secundaria, sin embargo, el bachillerato lo dejó trunco, las causas o motivos solo él las sabe, lo que sí es real es que desde la secundaria comenzó a beber alcohol, y aunque su madre lo quiso corregir, su padre siempre lo protegió más que a los otros dos de sus hijos.

 

Asimismo, salió temperamental, ya que desde la secundaria se llevó a la novia a la casa de sus padres, pero los papás de ella, en la madrugada, fueron por ella, teniendo que llevársela lejos de ahí, para que volviera a ocurrir. De lo que aprendió, porque ya no volvió a hacerlo, sin embargo cumplidos los veinte años, llegó con la noticia de que se iba a casar, pidiéndoles a sus padres que fueran a pedirla como se acostumbraba antaño. Lo cual hicieron, se casó por el civil para darle seguridad y por la iglesia para hacer la fiesta que se acostumbra en esos casos.

 

Para eso, José ya trabajaba en esto y aquello, como dependiente de tiendas, como despachador de gasolina, como velador de escuelas privadas o empresas, etcétera. Pero no tenía ni estabilidad laboral, mucho menos económica. Así pasaron los meses y su esposa quedó embarazada, naciendo un primogénito. Para esa época, ya había ingresado a la policía, siendo integrante fundador de los famosos GOEs (Grupo de operaciones especiales), en que formaron parte muchos jóvenes menores de los treinta años, se les instruyó bien, con instructores extranjeros, incluso, pero aparte de tener un buen salario y cierta estabilidad, se ausentaba mucho de su hogar conyugal y al tener la mentalidad débil, comenzó a probar otras sustancias distintas al alcohol.

 

Además, las mujeres les llueven a los uniformados y más siendo ojo alegre, por lo que comenzaron los problemas de pareja, pero la cosa se ponía fea porque había golpes entre ambos, y lo que culminó la relación fue en una ocasión que, estando dormido, la esposa trató de clavarle unas tijeras, afortunadamente la punta no estaba picuda o la fuerza de ella fue insuficiente, y no pasó a mayores, pero a nuestro protagonista eso le dio miedo, porque para otra ocasión, ya no tendría suerte y la dejó, pero sin divorciarse y dejando de apoyarla a ella y a su hijo, que para eso ya contaba con tres años. Él se refugió en la casa con sus padres, quienes lo trataban como el hijo de antes, principalmente su padre, que le daba dinero para todo, en lugar de cooperar para la manutención de la casa, recibía más y eso le fue haciendo daño. Todo en exceso es malo.

 

Así transcurrieron los días, semanas y meses, hasta que un día llegó con una mujer a la casa, diciendo que era su esposa, que se había casado con ella por el civil (¿otra vez?) en un municipio distinto, pero dentro del estado de Michoacán, pero como la burocracia no permite tener todo en orden y verificar que ya existe X o Y procedimiento en otro lugar, sumado a su ignorancia, terminó cometiendo adulterio. Y hasta la fecha, así continúa, principalmente porque su esposa, la primera y la oficial, no lo ha buscado, porque no ha necesitado de él, y dudo que ahora que su hijo ya es mayor de edad, lo busque, le ha permitido seguir en libertad, de lo contrario, estuviera recluido por esa ilegal acción. De su segundo matrimonio, legalmente, sin validez, tiene dos hijas. Siendo ya, incluso, abuelo. Pero su vicio oculto seguía en aumento. Sus hermanos se daban cuenta, pero su padre no, se negaba a aceptarlo o su ignorancia disfrazada de amor incondicional era tal que no lo notaba. Su aspecto físico estaba deteriorado, es delgado, pero se veía, barrigón, ojeroso, demacrado, cualquiera que lo veía podía decir que estaba enfermo, menos su progenitor. El GOE desapareció y regresó a ser el milusos, pero con más edad.

 

Después de vivir mucho tiempo con sus padres, la segunda ¿esposa?, obtuvo un crédito de Infonavit y adquirieron una casa, a donde se fueron a vivir los cuatro, ellos y sus dos hijas. Pero como dije antes, su vicio iba en aumento, como así sucede en los casos de las adicciones. Hasta que un día la nuera tuvo que recurrir al suegro para decirle que ya no lo aguantaba más, que aunque ella lo corría de su casa, José se negaba a irse, poniéndose conforme avanzaban los días más agresivo, llegando ella a tenerle miedo. Hasta ahí fue cuando su padre reconoció o se dio cuenta que sus hermanos, incluso vecinos, tenían razón, por lo que procedió a internarlo en un anexo para adictos.

 

El primer tratamiento incluía forzosamente seis meses de internamiento, pero como hacen ese tipo de gentes viciosas y manipuladoras, al paso de los días, en que era visitado por su padre, juró y perjuró que ya había aprendido, que lo trataban mal, etc., lo que le dio resultado, porque a los escasos tres meses, es decir la mitad del tratamiento, lo sacó aun con la negativa del encargado. La nuera ya no lo quería tener junto a ella, pero el suegro la convenció, comprándole un automóvil, de uso, pero auto al fin, esa fue la causa de otorgarle una nueva oportunidad. Así han pasado tres años, donde presuntamente ya no ha caído en las drogas y demás adicciones, pero eso es una bomba de tiempo, donde si no hay la suficiente fuerza de voluntad, tarde o temprano vuelven a recaer, con la salvedad de que ahora sus padres están muertos y la esposa lo tiene amenazado, de que si vuelve a caer en eso, lo corre de su casa y quizás ese sea su motivo principal para abstenerse, que no tiene nada, ningún lugar para irse a cobijar si eso ocurre, porque sus hermanos no lo quieren ver, porque sus acciones han dejado mucho que desear, ya que a la esposa del menor, le insinuó varias veces que quería tener relaciones sexuales con ella, hasta que no aguantó y le dijo a su esposo. Éste actuando prudentemente, solo se lo dijo a su padre, en su momento, para que pusiera un alto, pero tampoco le creyó y mejor se alejaron de ellos. Pero esos detalles difícilmente se olvidan. Por su parte, el mayor, se alejó porque solo era buscado para sacarle dinero prestado que jamás le pagará.

 

Además de que vive en otra Entidad federativa y la casa donde vivía su padre, que acaba de fallecer, es de él y por obvias razones, jamás será bienvenido en ese inmueble. Porque ambos hermanos saben cómo se benefició con su padre, llegando al abuso, ya que su madre murió hace poco más de dos años y no sacó el acta de defunción para seguir cobrando los beneficios de que ella gozaba, claro con el beneplácito de su padre. Así es la vida de los mentes débiles, adictos a las drogas, van infringiendo las normas que rigen a la sociedad y perjudicando a sus seres queridos, escudándose en que no saben lo que hacen, pero dijera mi abuela, se hacen pendtontos, pero así es la sociedad. Es triste observar en lo que va a terminar su vida, aun no llega a los cincuenta años de edad, pero la alcahuetería de uno o ambos padres es lo que propicia seres sin valores, ni fortaleza mental. ¡Ponte atento!