Este espacio lo quiero compartir con las jovencitas, que aún son menores de edad, pero que ya tienen la responsabilidad de un hijo, el cual mantienen y protegen siendo madres solteras. Pero que sea de más utilidad para las que no lo tienen.
Eréndira es una chiquilla real, que actualmente cuenta con 17 años de edad, pero que ya tiene bajo su guarda y cuidado una pequeña de 3 años, a la que dice querer mucho, pero su comportamiento y actitudes señalan lo contrario.La conocí hace medio año, aproximadamente, acudió a mi empresa en busca de empleo y aunque no me agrada emplear a menores de edad, me conmovió su historia y sobretodo su situación precaria actual.
En fin, le di la oportunidad, y desde el primer día mostró disponibilidad y ganas en su reciente tarea, es limpia y atenta en sus actividades, pero es demasiado lenta, lo que muchas veces exaspera a las clientas, sobretodo en momentos que hay demasiado movimiento. Otra debilidad que muestra es que cuando comete un error, o llega unos minutos tarde, se disculpa una y otra vez, y eso que es muy esporádico que suceda; asimismo, llora con una facilidad, lo que me ha tocado ver, por ejemplo, cuando su hija tenía un dolor de estómago, o porque su abuelita se cayó, en fin, por cosas que no cualquiera lo hace. Tiene sus emociones, como dicen los antiguos, a flor de piel, tanto para lo positivo, como para lo negativo, caso contrario, hace unos días hubo un baile popular y por la mañana del día del evento, pasaron los tráileres del grupo Calibre 50 y se puso eufórica y gritaba con tanta emoción como si fueran los integrantes, cuando solo eran los trabajadores que iban a montar el escenario; y así en otros sentidos y momentos, exagera sus sentimientos.
Soy una persona observadora de la conducta humana, y Eréndira no es la excepción, razón por la cual, poco a poco me fui adentrando en su pasado, personalmente (y por medio de mi esposa), para detectar lo que ocurre en su presente y tratar de ayudarla a salir de sus traumas escondidos, los que todos tenemos, pero que a algunos los afectan más que a otros. Nos comentó que su mamá, al igual que ella, fue y es madre soltera, su papá, aunque ahora la saluda en la calle, no la reconoció. Su mamá para sacarla adelante, siendo pequeña, por ir a trabajar, la dejaba al cuidado de la abuela, donde había tíos (de Eréndira), mayores y con sentimientos turbios, en fin, uno de esos tíos, abusó de ella siendo una niña, lo hizo del conocimiento de su madre, pero como en la mayoría de casos, no le creyó, por lo que fue creciendo con ese sentimiento que fue afectando su futuro.
Lo afirmo, porque ella misma platica, que desde la primaria ya quería salir de su casa, es decir, irse con alguien, pero a esa edad, aunque hay excepciones, somos unos niños, que nos interesan muchas cosas, antes que el sexo, sin embargo, comenta, que ya en la secundaria, tuvo su primer novio, al que se entregó, casi obligándolo, porque su idea, desde pequeña, era huir de su casa. Lo frecuente de las relaciones sexuales, propició un embarazo, que para muchas personas resulta no deseado, en el caso de Eréndira, le causó una especie de venganza hacia su madre, pero la única afectada, al paso de los años, sería ella.
Los padres del joven no le permitieron casarse, pero sí reconocer a la bebé y se las llevaron a vivir con ellos, pero aunque ya estaba como lo había querido desde hacía años (alejada de su madre), se comenzó a dar cuenta que hay responsabilidades y obligaciones distintas, cuando ya hay un pequeño y una pareja al lado, se dieron conflictos y peleas, cada vez más frecuentes, hasta que cerca de los dos años, de la niña, regresó a casa de su abuela y junto a su madre. El chico hasta la fecha sigue estudiando, está próximo a concluir su bachillerato en el CBTIS, pero siempre demostró madurez y amor a su hija y por añadidura a su pareja, aunque sus padres lo apoyaban con dinero y cosas para la niña, siempre es insuficiente, lo que generó que trabajara por las tardes, saliendo de la escuela, para darle más a las dos. Por mutuo acuerdo, él pasaba por la niña los viernes en la tarde noche y la regresaba los domingos por la tarde noche, es decir, la niña convivía 5 días con su mamá y 2 días con su papá y abuelos, y obviamente, la relación íntima seguía dándose entre ambos.
Pero, lo que nunca falta, por su inmadurez y falta de amor a su pareja, Eréndira tiene y ha tenido otras parejas sexuales, aunque jura amar al papá de su hija, hasta que en pueblo chico…, el muchacho la vio con otro y no precisamente saliendo de misa, esto le provocó un shock emocional tremendo, porque él sí la ama (o amaba), se le ve en la manera de tratarla, de mirarla, de cuidarla. A casi tres semanas de la separación, él la ha dejado de buscar, incluso ha descuidado a su pequeña, no ha convivido con ella como lo hacía antes, señala él que por no ver a la mamá, porque no se esperaba ese grado de cinismo y desamor. Ella, desde la separación, por un lado, llora la ruptura, pero desde el siguiente día del rompimiento se acostó con otro (los comúnmente chupetones en el cuello, demuestran, para algunos, un momento de pasión sexual desenfrenada y son difíciles de ocultar).
Una persona con este tormentoso pasado, si no recibe un tratamiento adecuado, no tiene amor ni respeto en su diario vivir hacia nadie, porque en el caso concreto, ella ha externado que tiene relaciones, no por amor, sino porque quiere borrar lo que le hicieron de niña, pero aun así, no se deja ayudar, dice que está bien y no quiere recibir ayuda profesional. Hace falta el primer elemento para sanar, aceptar que se está mal.
Jóvenes, si tienen un trauma de su infancia, busquen ayuda profesional, o cuando menos, platiquen con alguien que les crea y las oriente, puede ser un profesor (a), un sacerdote, la vecina que te aprecia (siempre hay una), etcétera, no te quedes con esa espina clavada, y mucho menos quieras vengarte de tus padres o de otros, porque la única perjudicada siempre serás tú, los demás no sufren las consecuencias de un bebé usado como venganza, lo sufres tú, porque el resto de tu vida lo tendrás presente, y si no te tratas, seguirás afectando y arrastrando a otros en un futuro incierto y manchado con un pasado que tu no propiciaste pero que si puedes desvanecer, si le cuentas y escuchas a quien te puede ayudar.
*Analista