Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
28 JULIO 2023.-Aprovecho la oportunidad para brindar un homenaje a una mujer alegre que, por la intolerancia religiosa y la ignorancia de sus padres, nació marcada por el dolor.
Ella es Cristina, la tercera de cinco hermanos (3 mujeres, 2 hombres), nacida en el seno de una familia marcada por el fanatismo religioso, sus padres pertenecientes a la asociación religiosa, Testigos de Jehová, a regañadientes del padre, le permitió estudiar la primaria en el poblado donde vivían, pero como no había secundaria una vez que concluyó no le permitió seguir estudiando porque tenía que trasladarse al poblado más cercano, sin embargo, el Universo es grande y solo estuvo un año sin estudiar, porque al siguiente, se abrió la telesecundaria, donde fue inscrita. Por obvias razones sus antiguos compañeros ya estaban más avanzados, por lo que tuvo que adaptarse con una nueva generación de estudiantes.
Era la década de los 80´s del siglo XX, estaba de moda la veracruzana Yuri, la primera agrupación juvenil masculina, directamente de Puerto Rico, Menudo, entre otros, pese a todos los inconvenientes familiares vividos, se le permitía tener y escuchar música, por lo que tenía los casetes de los discos más exitosos en la carrera de ambos exponentes musicales. Primer amor, Esperanzas, Goma de mascar, Bailad, Eso que llaman amor, Ease on down the road, Si me recuerdas, Nunca he sido tan feliz, Nuestro día y su favorita Regresarás. Por el otro lado: Claridad, Súbete a mi moto, Quiero ser, Me voy a enamoriscar, Mi banda toca rock, Rock en la TV, Bailemos en el mar, Ella a-a, Mejor, Sólo tú – solo yo, Enamorado del amor. Temas musicales que todos los días en los recesos y espacios sin clases, andaba cantando. Como dije antes, en especial, la otrora parecida normal, que hoy años después, resulta tan triste, Regresarás, cuya letra dice así:
“…Cuando miro hacia el mar azul
Pienso en el amigo que se fue
Que se despidió
Aquel día que embarcó
Su mano me dijo adiós y casi lloré
En una maleta de cartón
Se llevaba todo el porvenir
Lleno de ilusión a un mundo de cielo y sol
Que aquí nunca conoció
Que yo no le di.
Pero sabrás que nunca más
El ancho mar te alejará de mí
Porque yo sé que volverás
Cuando esta carta llegue junto a ti
Regresarás, ya lo verás
Porque la niña que te conoció
Pensando en ti, se hizo mujer
Y en esta carta te confiesa amor…”
Desafortunadamente, en ese tiempo, los niños no se dan cuenta de lo que sus compañeros de clase, de juegos, de banca, están sufriendo y lo sacan a la luz, mediante diversas conductas, muchas veces mal vistas por los demás, porque Cristina sacaba su sufrimiento a través del canto, lo menos perjudicial para los demás. Todos los excesos son malos, pero siendo pequeños, no hay malicia, mucho menos conocimiento sicológico para tener la empatía de acercarse a los seres con problemas, en ese caso familiares, que es el principal motor de acelere o freno de los hijos, en este caso, la intolerancia de su padre y el temor de su madre, frenaron una vida que no merecía un destino de enorme tristeza. Su vida familiar era francamente, desquiciante para una pequeña vida inocente.
Esto porque, una vez concluida la Telesecundaria, no continuó estudiando, porque su padre se opuso rotundamente a que se trasladara a otro lugar cercano donde hubiera el nivel educativo siguiente. Esto, entre tantos detalles, propició que unos meses después se huyera, como se decía en aquellos tiempos, con un chiquillo de su edad, ambos menores, porque la ignorancia del padre, era que no había perdón, si la pareja no era de la misma “religión”, como se acostumbra, incorrectamente decir, por lo que formaron un hogar, con más bajas y altas, solos, dejados a su suerte.
Pasaron los años, nacieron tres hijos de esa relación, pero la innegable inestabilidad de Cristina, sumada a los problemas normales de una pareja sin la madurez adecuada, propició la separación; ella, agarró a sus hijos y se fue a los Estados Unidos, donde afortunadamente le fue bien, laboral y económicamente, allá duró varios años, sin embargo, hace aproximadamente cinco años, regresó al país, porque le detectaron cáncer en alguna parte de su cuerpo, regresó para ser tratada acá, pero hace unos días, perdió la batalla. Recordada como una niña alegre que a través de su canto, escondía su enorme tristeza que sus padres, intolerante uno, miedosa la otra, pero ambos ignorantes, le provocaron desde que nació.
Lo que desencadenó en la enfermedad más letal de los últimos años. El rencor guardado por mucho tiempo puede derivar en cáncer u otras enfermedades. No se supo, como era su vida en pareja, quizás también fue un cúmulo de lo mismo, para agrandar la herida emocional que siempre tuvo. Lo cierto es que los padres son los que definen el destino de los hijos, si hay amor, serán mejores, triunfadores, sanos y felices, si se carece de eso, serán lo contrario, lo que abunda en este país (gente sin valores). Sus hermanos, están igual o peor de dañados que ella. Sus padres aún viven, ¿Habrán cambiado? No se sabe, pero si lo hicieron, ya es demasiado tarde. ¿No lo crees?
Esto es para ti, con todo mi cariño, hasta donde estés, deseándote que alcances la felicidad que mereces, que te fue negada por la estupidez humana, de unos seres que no mereciste como padres. Descansa en paz, estimada Cristina.