9 marzo, 2025
ROTATIVO DIGITAL

La historia de Angie…

Lic. Alfredo Castañeda Flores       ANALISTA

 

5 AGOSTO 2022.-Ésta es la historia de una mujer que está en el límite de la juventud y la adultez, ya que tiene 35 años cumplidos, es madre soltera de dos hijos, de diferente padre, es tan buena persona que no quiere que se peleen por él y les buscó uno para cada quien.

 

Desafortunadamente, tanto ella como el hijo más pequeño (de 8 años), sufren de los riñones, lo que es demasiado costoso para una madre que no tiene un empleo fijo y bien remunerado, porque, además de no haber terminado la secundaria, se ausenta seguido de los sitios donde llega a trabajar, porque se pone mal, y tiene que acudir al médico, particular, porque no tiene asistencia publica (IMSS y/o ISSSTE) o su hijo, por lo que tiene que andar de empleo en empleo, hasta donde la aguanten por sus continuas inasistencias en horario laboral.

 

Pese a su edad, tiene una enorme ayuda, porque continúa viviendo en compañía de sus padres, que aunque no es casa propia, porque la arrendan, no tiene que gastar más, como lo hiciera si viviera sola. Eso sí, cuando obtiene un salario, tiene que aportar su parte para la manutención, lo cual es correcto. Así como ella, su hermana unos años menor, también vive con ellos y su hijo, hasta el momento solo tiene uno, siendo igualmente madre soltera, pero con la fortuna de que, hasta el momento, ella y su pequeño no están así de enfermos.

 

Ante esta disyuntiva, Angie sigue teniendo “novios” que la apoyan económicamente cuando lo necesita, que desafortunadamente, aunque tenga empleo, es seguido, porque para mantenerse ella y a sus dos hijos, requiere de una cantidad suficiente, que pocas veces gana, por lo que sus parejas en turno tienen que pagar por sus caricias y besos. Eso lo ha hecho desde adolescente, porque su situación familiar y económica ha sido muy precaria desde que lo recuerda, y para tener algunas cosas, ha necesitado prácticamente prostituirse con sus novios, que la mayoría han sido casados y mayores que ella, es decir, comenzó a fijarse en hombres que ya tenían un empleo y sueldo fijo, de forma consciente o inconsciente, pero así lo hizo, lo que no pudo evitar fue embarazarse, eso la hundió más en la miseria, porque de no haberlo hecho, sin duda su situación económica sería mejor, o por lo menos más holgada y no hubiera traído al mundo a dos inocentes, mal cuidados, mal educados y mal amados, sobre todo el que está enfermo y quizás más adelante necesite hasta de un trasplante de riñón.

 

Como en otras entregas he señalado, la hormona gana más que la neurona, y no se analizan las consecuencias que X o Y acción traerán para todos en el futuro. La mayoría de la gente, se deja llevar por el momento, lo que para nada es correcto, pero así es la cultura nacional.

 

Retomando el tema que me ocupa, nuestra protagonista es una mujer menudita, delgada, pero tiene buen cuerpo, a pesar de los años, aún conserva la turgencia y firmeza de su cuerpo, principalmente lo que todo hombre ve en una mujer, además de que es simpática de cara y carácter agradable. Sabe su negocio.

Al vivir en un pueblo chico, su fama ha trascendido más allá de sus “clientes”, y cada vez más “novios” ocasionales han llegado a su vida, sin embargo, como dije antes, no le alcanza para lo que requiere, estando endeudada en varios lugares, de esos que dan mercancía a crédito, donde otorgan préstamos económicos sin mayores requisitos, tiendas de la esquina, etcétera. Eso también provoca que se salga de algún empleo, porque al enterarse de donde labora, la van a buscar para cobrarle y resulta molesto para el dueño del local y para ella, aunque obviamente, ella y sus acciones lo tienen bien ganado, pero ante la frustración de la gente, por no recibir su pago legítimo, le cobran delante de los clientes y quien esté en el sitio laboral, lo que prefiere evitar y renuncia. Bueno, ahora la gente no tiene tacto ni modales, simplemente cobra su semana o quincena, según sea el caso y ya no se presenta, deja los trabajos tirados.

 

Por comentarios de sus compañeras de algún empleo, ella se llena de orgullo, diciendo que vendiendo su cuerpo y caricias mustias le va mejor, lo malo es que no se pone a analizar que la edad avanza y, en poco tiempo, ya no será tan asediada o si lo es, ya no le darán lo que actualmente recibe, porque todo por servir se acaba, además de que no tiene la cultura del ahorro, eso no lo analiza, y en los empleos, la edad también es impedimento para tenerlos, pero bueno, ella como la mayoría, se deja llevar por el momento, sin pensar en su futuro. Conforme pasa el tiempo, más dificultades tiene para subsistir, su falta de preparación, su edad, su enfermedad, su reputación laboral y sexual, en fin, muchas cosas.

 

Así transcurre la vida de Angie, una mujer marcada por la pobreza económica desde su nacimiento, y por la pobreza mental cuando empezó a “pensar”, en verdad es triste ver cómo vive ella y su familia, apenas tienen los muebles necesarios y se ve que se los regalaron o quizás los recogieron del basurero, hay ocasiones en que no tienen para comer, eso sí, tienen celular, pero la mayor parte del tiempo sin saldo, tienen que acercarse a las plazas y jardines para utilizar el internet público, su ropa es limitada y desgastada por el uso, sus hijos no tienen para llevar las cosas extra que les piden en la escuela, en fin, es triste, demasiado triste, pero como en todo, la culpa es compartida entre sociedad, gobierno y su ser individual. Como decía Einstein, no esperes otro resultado, si siempre estás haciendo lo mismo. ¡Vive mejor!