Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
20 MAYO 2023.-Como ha sido costumbre, aprovecho esta oportunidad para hablar de una joven mujer que ha sido víctima de las circunstancias, viéndose afectada en su desarrollo como un ser humano normal.
Angelita es la mayor de dos hermanas (afortunadamente), de una pareja disfuncional, donde el papá, alcohólico, desobligado y que apenas gana para cubrir su adicción, pocas veces está sobrio y ha permitido que sus hijas, maduren antes de lo esperado, conforme a la edad de cada una de ellas. La mamá, una mujer que ha tenido que trabajar en lo que sea para sacar adelante a su familia, ante la falta de un verdadero apoyo y que por lo mismo, ha descuidado, sin querer, a sus dos hijas.
Nuestra amiga comenzó a trabajar desde pequeña, por lo mismo, dejó la secundaria trunca, por su edad, en varios lugares le permitían laborar, pero pagándole cualquier migaja, porque la ley no permite que los menores de edad, tengan un empleo formal. Pero sí se permite que éstos sean explotados laboralmente por gente inescrupulosa que tanto daño hacen al desarrollo de nuestro país.
Durante los meses y años que faltaban para cumplir la mayoría de edad, realizó innumerables actividades, dentro de la clandestinidad, tales como pelar pollos, lavar trastes, limpiar casas, vender películas y discos piratas, etcétera. Pero también, su débil mentalidad, la llevó a probar el alcohol y las drogas, marihuana hasta el momento, lo que la hacía evadirse de la realidad, teniendo relaciones sexuales con las amistades que convivían con ella, esto quizás fue desde los trece o catorce años, no lo tiene tan claro, pero sabe que así sucedió, ella cuando estaba intoxicada, creía que lo disfrutaba, pero cuando pasaba el efecto y en la soledad de su habitación, se daba cuenta que no era así.
Al mismo tiempo de esto, siendo menor de edad, se tatuó en el pecho, algo tan grande que no puede ocultar con la ropa, porque le abarca cuello, hombro y brazo. Imagínate, amable lector, el costo de ese enorme escape, porque antes, salía más caro hacérselos.
Así fue transcurriendo el tiempo, Angelita seguía probando sus carrujos de mota, el alcohol y se seguía perfeccionando en el arte del sexo, porque para poder consumir, tenía que pagar con su cuerpo, parte de lo recibido, además de que, como se dice, coloquialmente, le fue perdiendo el asco y ya lo disfrutaba más, quizás, ya tenía mejores amantes que la fueron guiando por ese oscuro mundo de la sexualidad.
Hoy a sus escasos veintitrés años de edad, es toda una maestra en la manipulación de los hombres, sabe lo que tiene debajo de la ropa, es una morena, de belleza discreta, posee unas piernas torneadas y unas nalgas escasas, pero bien puestas en su lugar, de frente atrae varias miradas, además de que viste provocadoramente, con blusa y pantalones cortos (conjunto) negro de encaje, bien entallado y unas botas negras altas arriba de las rodillas, así que ya te imaginarás, la cantidad de miradas que acapara en la calle, cuando pasa así.
Eso, por supuesto, permite que hombres de distintas edades y posición económica le hagan plática a su paso o en su lugar de trabajo, que actualmente es una tienda de ropa de mujer sin marca, curiosamente, quien más visita esa tienda son los hombres. Y no precisamente para adquirir prendas femeninas, sino para arreglarse con la dependienta de otra manera. Pago por evento, sin problemas y con la mayor discreción.
En la actualidad, es algo tan frecuente y común, y aunque, según, la ley prohíbe el acoso femenino, como en otra entrega señalé, es letra muerta, porque realmente es lo que la mayoría de las mujeres está buscando, que los hombres poderosos, económicamente, se les acerquen y les hagan ofertas de dinero, sin ninguna obligación o exclusividad, ahora sí, como dice el lema de los AA, sólo por hoy y si les gustó el desempeño íntimo, volverse a ver en otra ocasión. Pero en total libertad, pudiendo hacer su vida normal, cada uno de ellos y saliendo de ahí, usar la frase, si te vi, ni me acuerdo, por supuesto que hay distintos ofrecimientos monetarios, esto dependiendo de la edad, físico, color de piel, de la fémina en cuestión, pero te aseguro, inteligente lector, que la mayoría ya saben lo complicado que es atrapar a un nuevo cliente, que cualquier cantidad por pequeña o insignificante que pueda parecer, la aceptan, porque saben que en la intimidad, utilizan todo su arsenal y pueden obtener más de lo pactado.
Ahora sí, como se dice, cada fantasía o posición tiene un costo extra y no se entregan completamente, dijeran los antiguos, le van midiendo el agua a los camotes, claro, que eso lo van aprendiendo con el tiempo y la experiencia, pero créeme que no tardan mucho en hacerlo. Convirtiéndose en unas expertas en el campo de la sexualidad, esa que desde siempre ha ganado y perdido guerras, poder y reinos, pero que los hombres no aprendemos a utilizar con mesura e inteligencia, nos dejamos llevar por una buena papaya y un par de deliciosos melones. Pero también es algo natural y necesario el disfrute del placer sexual que todos necesitamos de vez en cuando.
Así transcurre la vida de esta chiquilla, que como tantas otras, no ahorra, no invierte su dinero obtenido con el sudor de su cuerpo, en bienes, solo lo gasta en drogas, alcohol y tonterías, no piensa en el futuro, que sus carnes perderán la firmeza de hoy y no habrá más clientes que la busquen y la apoyen con recursos económicos, pero es algo tan común y frecuente en los mexicanos, vivir el presente sin pensar en el futuro. De momento, ella cree estar bien, hay que dejarla que siga pensando que es verdad. Porque no lo entiende. ¿No crees?