Lic. Alfredo Castañeda Flores Analista
24 SEPT. 2021.-Aprovecho el espacio para hablar de una mujer de campo, de esas miles, quizás millones de mujeres, con un dejo de inocencia que viven en las zonas rurales de nuestro país.
Ella es Angélica, la mayor de 8 hermanos, curiosamente, cuatro hombres y cuatro mujeres. Sus padres, dedicados al campo y al hogar, respectivamente, aunque al señor le encantaba el alcohol, la caña, el mezcal, bebidas realizadas en esos lugares que en apariencia son naturales, pero que el daño que ocasionan es igual de irreparable que las que realizan las grandes empresas vitivinícolas.
Nuestra protagonista es una mujer realmente hermosa, de piel blanca, pelo dorado, ojos verdes, baja de estatura, cuerpo escultural, y como sucede en esas comunidades pequeñas, hay hombres de distintas edades que se aparecen por ahí para conocer a las jovencitas en edad de casarse, porque saben que se encuentran muchas sorpresas agradables, lo cual sucedió cuando ella recién había cumplido los 17 años, conoció a un joven dos años mayor que ella, sin embargo su papá no hizo, como tantos otros, que se las entregan sin saber el destino que tendrán. El, sí, lo obligó a casarse con ella, y se la llevó a vivir a otro lugar más grande, así empezó su vida marital.
Sin embargo, la naturaleza a veces es sabia, no le permitió ser madre, lo que provocó muchos problemas entre la pareja, ya que el sueño de todo hombre es el de ser papa, dejar una huella para las futuras generaciones, y el poco amor que quizás existía se fue evaporando, comenzando él a andar con otras mujeres de su círculo laboral y desatendiendo a su esposa. Ella se empezó a descuidar físicamente, comenzó a engordar, pues su tristeza y frustración la combatía con comida en exceso, juntándosele además la muerte de su padre por una congestión alcohólica, lo que es muy común entre los bebedores consuetudinarios.
Con esto, nuestra bella dama se fue más abajo en su autoestima, así transcurrió el tiempo, hasta que un día, de hace aproximadamente cuatro años, el esposo no solo se enamoró de una mujer más joven que él, sino que la embarazó, lo que provocó en definitiva el rompimiento como pareja, más no disolvió el lazo matrimonial, es decir, él se fue a vivir con su nuevo amor, pero hasta el momento no se ha divorciado. De esa unión nacieron gemelos, la naturaleza a veces es cruel con algunos y demasiado benévola con otros. Él seguía dándole dinero a su esposa, aunque cada vez menos, por los gastos extras que se había buscado, por lo que ella tuvo que empezar a buscar empleo o la manera de obtener dinero, esto, sin haberlo hecho antes y sinceramente, sin saber hacer nada, pues apenas había terminado la educación primaria.
Por una amistad comenzó a vender productos de belleza para dama, de esos que se venden por catálogo y que cada determinado tiempo se hacen y reciben los pedidos realizados, pero esto no genera lo suficiente para vivir. Sin embargo, durante ese andar por la calle buscando potenciales clientes de su empleo, conoció a un tipo menor que ella, de alta estatura, y debido a lo delicado de su situación sentimental y económica, Angélica ya había adelgazado, se cortó el pelo y se veía más hermosa que antes, pues se le había sumado lo que genera la madurez; por lo que el flechazo fue de inmediato, sin embargo, este tipo, junto con otros amigos y familiares suyos, tenía una banda de delincuentes y vio en ella una interesante arma para sus propósitos ilegales. Ella, quizás dolida, necesitada o interesada, no dudó en prestarse a los malos antecedentes de su nuevo amor.
El trabajo de ella consistía en seducir a hombres de posición económica holgada, previamente investigados por sus cómplices. Así, ya sabiendo sus movimientos, ella se aparecía en el gimnasio, en la pista para correr, en un café, etc., en un lugar donde la víctima tenía un rato de soledad, para comenzar a interactuar y enamorarla, lo cual no resultaba difícil que estos cayeran, porque realmente es una mujer distinta, una vez que éstos caían, comenzaba el chantaje o la extorsión, los grababa mientras tenían relaciones sexuales con ella y, obviamente, eran casados, por lo que les sacaban enormes cantidades de dinero por no mostrar esos videos a la esposa.
Para esto, le prohibían a Angélica salir a la calle, solo lo hacía cuando tenía que “trabajar”, también tenía varias víctimas trabajándolas al mismo tiempo, pero en diferentes horarios y lugares. El negocio iba subiendo, pero a veces la ambición se sale de control y, en una ocasión, se les pasó la mano, asesinando a una de sus tantas víctimas, lo que provocó la huida de los hombres de la banda, dejándola a ella nuevamente sola, sin dinero y con la zozobra de que la pueden identificar las víctimas que tuvieron la mala suerte de toparse con ella, cuando formaba parte de esa red delincuencial. Ahora, se mete con cualquiera que le dé apenas dinero para comer, sigue sin salir mucho a la calle, lo que es el resultado de una mala decisión, y aunque no frecuenta los sitios de los hombres que afectó, tarde o temprano, alguno la identificará, eso es inevitable y tendrá serios problemas. Actualmente con lo de la pandemia, es de las personas que les beneficia el uso del barbijo, porque estando en la calle, no se lo quita ni un instante, pero ¿después?
Así como Angélica, amable lector, hay muchos sujetos con actividades ilegales que andan acechando a los demás, siendo los hombres, las víctimas potenciales, porque raro es aquel que no sucumbe ante los encantos de una hermosa mujer, dice la filosofía popular: ¿A quién le dan pan que llore?, pero debemos tener cuidado.