10 marzo, 2025
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La historia de Andrea…

Lic. Alfredo Castañeda Flores        ANALISTA

 

19 FEBRERO 2022.-En esta oportunidad quiero presentar una triste historia, sin un final aún, deseando que este llegue a ser feliz. Se trata de una casi adolescente (19 años de edad), pero que su mentalidad sí es de una menor de edad.

 

Nació de una relación disfuncional, es la menor de tres hermanos. Su madre, desde muy joven, debido a su precaria situación económica, al entorno social tan reducido en que vivía (en un rancho en la montaña), a su familia con extrema pobreza, y su inclinación a la vida fácil, comenzó a trabajar en una cantina, donde aparte de vender cervezas, bailes, vendía sus besos, caricias y algo más. De una de tantas relaciones sin protección, surgió nuestra protagonista. Así fue creciendo, con el estigma en los demás niños de su edad, por el empleo de su mamá, además de la ignorancia y, sobre todo, intolerancia que se da en la mayoría de mexicanos.

 

Su niñez fue triste, alejada de los demás para que no sufriera humillaciones y malos tratos de los demás, tanto así que no estudió, solo hasta el tercer grado de primaria, aprendiendo a leer y lo más básico de la educación. Como es normal en ese tipo de actividades, vivieron con innumerables hombres, esos que quieren hacer su buena obra, de alejar de los vicios a las mujeres que se dedican al oficio más antiguo del mundo, pero que más tarde que temprano, fracasan, sea por culpa de uno o de la otra.

 

Desafortunadamente, una mujer así, por muchas ganas que diga de querer cambiar, es imposible, están acostumbradas a otra actividad, además de que carecen de la responsabilidad que implica, portarse distinto a lo que han realizado por mucho tiempo y terminan quedándose solas. Sin embargo, uno de esos hombres ingenuos que se sintió capaz de transformar su vida, la sacó del rancho en el que vivían, llevándola a la cabecera de otro municipio. Pero, los celos, y todo lo que conlleva recordar la vida de tu pareja, provocaron la huida de él, sin embargo, se sienten agradecidos con él, porque, gracias a eso, en los recientes meses, ya no está trabajando en ese tipo de centros de vicio y perdición, ahora con sus dos hijos grandes, porque la mayor tiene pareja y está apartada desde que cumplió los 15 años, la mamá se dedica a trabajar lavando trastes en fondas y restaurantes, limpiando casas, donde le den la oportunidad de ganarse unas monedas.

 

El hermano de Andrea es un adicto a las drogas, que por su vicio no dura en los empleos y lo despiden, muchas veces de mala forma, además de que no tiene un documento educativo que lo avale, ya que tampoco concluyó la instrucción primaria. Por lo que nuestra heroína es la joya de la corona, pese a su edad, no ha tenido un novio, su mamá no permite que ningún joven o adulto se le acerque, aunque desde antes de cumplir la mayoría de edad, ya trabajaba, en algunos lugares en los que le daban la oportunidad, su mamá siempre ha estado al pendiente, la lleva, la trae y solo la deja sola lo necesario, porque no quiere que sufra lo que ella vivió. Por lo que no hay opciones de conocer a hombres que la inquieten.

En la mente de su madre está la idea, descabellada por cierto, de que se convierta en monja, sobretodo, porque Andrea, no tiene la vocación ni deseos de terminar así, sin embargo, la desesperación de su madre, por mantenerla protegida llega hasta ese grado, además, por mala suerte, es una mujer alta, delgada, atractiva, y no dudo que tarde o temprano, surja un valiente que no pierda la oportunidad de acercarse y en el momento indicado, hagan contacto necesario para enamorarse, ya tiene edad, además de que todo en exceso es malo, hasta la protección y la puede hastiar, además que la explota económicamente, pues en su afán de protegerla (eso dice ella), le quita todo lo ganado y lo que vaya necesitando ella se lo compra, algo raro en estos días, no tiene teléfono celular, la tiene incomunicada. La mamá sí tiene uno y es el número que deja cuando anda buscando empleo, pero, nuestra amiga, no.

 

Andrea es una joven callada, retraída, y en su empleo es eficiente, a pesar de no tener estudios, aprende pronto y bien, dicen sus compañeras, cuida su trabajo, pues ella sabe que sin un documento educativo oficial que la respalde, no tiene tantas oportunidades de elegir donde trabajar, aunque ese documento muchas veces no sirva para nada, pero es lo que muchos buscan. Prefieren el papel, antes que el talento nato que muchos desde el nacimiento ya traen, como en este caso.

 

Como dije al inicio, por la edad (19 años) no hay un final escrito aún, pero está latente la posibilidad del bien y/o el mal, por un lado, ojalá fuera como en los cuentos de hadas y todo salga como la señora desea, ya sea convertirse en monja o terminar casada con un buen hombre que la valore, ame y le proporcione todo lo que hasta el momento no ha tenido. Pero por otro lado, está la no alejada posibilidad de que algún hombre maduro, con dinero, le ofrezca cierta cantidad a la mamá por gozar de los favores sexuales de su hija, principalmente, conociendo su precaria condición económica que están viviendo, además de que ella ya conoce ese camino, pues prácticamente nació ahí, incluso, algo tan descabellado, como que al verse sin recursos, sin apoyo de nadie, sea la misma madre, quien se la ofrezca a un hombre por dinero. Nadie sabe lo que haya en la mente de una persona destrozada física, espiritual y sicológicamente, desde su niñez, debido a su infortunio normal o provocado, crecen con fuertes resentimientos en contra de todos, hasta de sus hijos y no sería raro que eso ocurriera. Por lo que Andrea está en la delgada línea del amor y el desamor, de lo bueno y lo malo, aunque todo depende de ella y su mentalidad, ya tiene los cimientos fuertes, y no sería víctima fácil de la desgracia, y aunque sea contra su madre, puede oponerse a ser vejada, usada y maltratada sexualmente, siempre y cuando ella no lo quiera.

 

Su mamá se ve que es una mujer ambiciosa, que desearía tener lo que no ha tenido, por lo que no se duda que sea capaz de ofrecer y/o vender a su hija, sabedora de que en ese ambiente lo que jamás falta es dinero, aunque se estén muriendo por dentro, además de que, desafortunadamente, nunca falta un hombre que esté dispuesto a pagar por una virgen garantizada, solo falta que la ambición y el dinero se encuentren y todo se eche a perder. Deseo sinceramente que eso no ocurra y que Andrea sea una mujer feliz, porque lo merece y, hasta el momento, solo ha sido una víctima de las circunstancias, pero sin graves consecuencias. Así sea