23 febrero, 2025
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La elección más cara…

Lic. Alfredo Castañeda Flores       ANALISTA

5 ENERO 2024.-Estamos iniciando el 2024, y este año hay elecciones federales, se cambiarán el poder ejecutivo y el legislativo, sin embargo, contrario a otros sexenios, el actual inquilino de Palacio Nacional no ha dejado de promocionar a su candidata, que es la ex jefa de Gobierno de la CDMX. Esto por lo tanto ha generado un enorme gasto de recursos públicos, porque durante casi cinco años, estuvo recorriendo el país, los fines de semana, para darse a conocer, con la perorata barata de que daba pláticas de su forma de gobernar. ¿Habrase visto tal desfachatez? Y son los que decían que no son iguales.

 

Así como otro gasto es el de estar pagando encuestas a modo, para posicionar a la misma persona en el subconsciente colectivo ciudadano. De por sí el mexicano no es muy analítico o reflexivo, y cualquier cosa que le impongan da como resultado que lo tienen como mejor opción.

 

Esto ha dado como resultado que los municipios, que es donde se ve más la ausencia de recursos públicos para realizar obras en beneficio de la ciudadanía, no han hecho lo que antes, la mafia del poder, (dicen ellos) si hacía y se notaba. Los ayuntamientos morenos son el nivel de gobierno más castigado, porque se rumora, aunque en política no hay coincidencias, que parte de ese presupuesto se queda en la capital para aprovecharse en posicionar a una candidata gris, sin presencia y demasiado mediocre.

 

Al día de hoy, está haciendo campaña política, bajo la etiqueta de precandidata única, gastando más y más dinero público, que se ha desviado de las obras de relumbrón que se inauguraron, pero de forma incompleta (AIFA, Dos bocas, tren Maya, Interoceánico, la super farmacia, etc.) además de otras políticas que no existen como el gas bienestar, las universidades, la cacareada vacuna Patria contra el COVID, etc., etc., etc. Que solo en el discurso oficial funcionaron o existieron, pero en la realidad, no.

 

Por eso y mucho más, estas elecciones son y serán las más caras de la historia de nuestro país, aunque los corifeos institucionales y los funcionarios actuales lo nieguen y lo sigan negando. La verdad lo muestra y demuestra. Pero estamos ante un caso sui generis, donde todo lo que se hace es lo correcto, y para lo demás se tienen otros datos. Donde los neoliberales, la mafia del poder, los periodistas e instituciones privadas atacan sin fundamento. Además de que forman parte del SISTEMA y tampoco la oposición saca a la luz todos los fallos que se han tenido durante este sexenio incompleto (le faltarán dos meses, como era antes), la nueva presidenta (porque ya no tenemos opción, será mujer) tomará posesión el primero de octubre y no hasta el primero de diciembre como antes. El sistema de salud igual o mejor que el que tienen en Dinamarca, que solo quedó en el discurso para tener votos a favor, el precio de la gasolina de diez pesos el litro, que ya no habría indocumentados mexicanos en el país vecino, que solo irían allá para pasear, no para trabajar, pero presumen las remesas que envían los ya posicionados en Estados Unidos y más etcéteras. Si que estamos mal.

 

Como dije, no tenemos opción para elegir, nos fueron cerrando esa capacidad de decidir, peor que como lo hacían antes, y por primera vez en la historia habrá una presidenta, como si no tuviéramos suficiente con esta sociedad matriarcal que hemos vivido. Pues bien, a quien gane, si tiene algo de conciencia la candidata oficial, y la otra de oposición, han de estar dudando entre ganar o no ese cargo público, porque con tanto dinero tirado a la basura, etiquetado como apoyos sociales, a la ganadora, le espera un comienzo de periodo de gobierno difícil, está latente lo que ocurrió con Salinas-Zedillo, a menos de un mes, se colapsó la economía nacional, y más reciente, lo que acaba de suceder en Argentina, una devaluación grotesca. Deseo sinceramente, que no sea así, pero todos los indicadores señalan lo contrario.

 

Aun con eso, la candidata, precandidata o coordinadora de morena, sigue ofreciendo nuevos apoyos a la gente, ¿De dónde va a sacar más dinero para ellos?, ¿Lo tendrá considerado? O ¿Sólo es por ambición para obtener el triunfo y que el país se vaya al carajo? Esos apoyos no han terminado con la pobreza, al contrario, pese a lo que el discurso oficial señale, han vuelto más estúpida a la gente beneficiada. Porque ya no les preocupa usar sus escasas neuronas para buscar empleo, para prepararse mejor, para conseguir una mejor calidad de vida, con lo que reciben, se adaptan para estar en sus casas rascándose, prácticamente el ombligo, total es lo que les gusta, recibir dinero sin esfuerzo, aunque la economía nacional esté por el suelo, y la inflación cada vez más alta. Y eso que al tener, el gobierno a su cargo, los medios que la miden, seguramente no indican ni publicitan los datos correctos. Pero que lo vivimos a diario, al realizar cualquier compra de lo necesario para comer, vestir y calzar. Ya no se diga, la compra de artículos que no son prioritarios.

 

El mexicano es famoso porque se adapta a las crisis económicas que hemos vivido siempre, aunque también, no importa que todo el tiempo esté endeudado, carezca de casa propia, de dinero ahorrado para las emergencias, vive al día, grita y patalea, pero no hace nada para cambiar su entorno social, está feliz con el gobierno porque ahora si los está apoyando (se escucha comentar en las calles). Pero no ve más allá de eso, de cómo está México. De que los ciudadanos cautivos que pagamos impuestos, ya no podemos generar más. Solo son felices cada vez que reciben su apoyo social, incluso hay muchos que quisieran recibir más, porque no les alcanza, perdiendo de vista que solo es eso, un apoyo, que tienen que seguir trabajando y generando recursos para ellos y sus familias. Pero no lo hacen. Prefieren delinquir cuando tienen necesidad de dinero, en lugar de buscar un empleo, acorde a sus capacidades técnicas y educativas, que, en la mayoría de los casos, son paupérrimas.

 

Así estamos en la actualidad, al borde del precipicio económico, muchos ni lo imaginan, otros, no lo creen, pero el diciembre de 1994 está tan cerca de repetirse. Aunque el inquilino de Palacio tenga otros datos. Y seguramente cuando esto llegase a ocurrir, cacareará, si gana la oposición, “ven, yo mantuve al país estable, pero llegaron los de siempre y esto ocurrió”, y si gana su candidata, seguirá culpando a los periodos anteriores como lo ha hecho estos cinco años, en lugar de gobernar, porque antes, tenía todas las soluciones y hoy, tiene todos los pretextos. Pero eso quiso la mayoría de ciudadanos, se cumplió y con creces, el viejo adagio popular: “tenemos el gobierno que merecemos”, por la apatía y mediocridad de los que pueden hacer algo por mejorar el país, pero que prefieren recibir dádivas individuales, en lugar de pensar en el beneficio de toda la Nación. Disfrútenlo mientras lo tengan. Así somos.