19 abril, 2025
ROTATIVO DIGITAL

La educación cooperativa: “Regla de oro” del cooperativismo

Alejandro Martínez Castañeda

17 DIC. 2022.-El Quinto Principio Cooperativo:  Educación, formación e información, establece que las cooperativas ofrecen educación y formación a sus socios, representantes electos, directores y empleados de forma que puedan contribuir eficazmente al desarrollo de su cooperativa. Informan a los ciudadanos, en concreto a los jóvenes y a los líderes de opinión, sobre el carácter y beneficios de la cooperación.

 

Líderes cooperativistas y estudiosos del tema refieren que la educación cooperativa tiene importancia tanto al interior como al exterior de cada cooperativa: “Por un lado, mira hacia el interior de la cooperativa por medio de la formación y capacitación de los asociados, directivos, funcionarios y empleados para asegurar que ella funcione plenamente conforme con su naturaleza y orientada a sus objetivos y, por otro, mira hacia el exterior de la cooperativa procurando informar e ilustrar a la sociedad en general acerca de la índole y las finalidades de las cooperativas, propagando sus virtudes y procurando la constante incorporación de nuevos miembros”.

 

Es a partir de la educación como los individuos pueden llegar a comprender que la cooperación es una herramienta eficiente para generar mejores condiciones de vida y para prosperar colectivamente; de manera adicional, es a partir de los procesos de educación y formación como los asociados pueden comprender de mejor forma su propia propuesta de cooperación, la necesidad de mantener un equilibrio permanente entre las relaciones sociales y económicas y la necesidad de proteger elementos como la democracia, la participación y la equidad, aspectos fundamentales de la cooperación a partir de una organización productiva, según destaca el especialista Javier Andrés Silva Díaz.

 

El Quinto Principio Cooperativo, denominado por algunos investigadores como el “principio de principios”, aspira, en última instancia, a defender la esencia suprema del cooperativismo: el ser humano como centro de la actividad económica. La educación cooperativa ha sido considerada también como la “regla de oro” del cooperativismo desde el nacimiento mismo de este modelo de desarrollo, ya que por medio de aquélla se afianzan los valores y principios cooperativos, pilares, a su vez, de la expansión y consolidación de las cooperativas a escala mundial.

 

“El desarrollo del principio educativo debe conducir, en la cooperativa, a asociados hábiles en el manejo de su organización, conocedores de la gestión, las finanzas, los riesgos, la planeación o la dirección económica, pero también debe generar herramientas e instrumentos que permitan formar a sus asociados como humanos desplegando sus competencias personales y haciéndolos más sensibles a las personas, sus necesidades y los grandes talentos y oportunidades que cada individuo posee”, puntualiza el mismo autor.

 

De esta manera, el movimiento cooperativo coincide con una de las máximas de Nelson Mandela: “la educación es la mejor arma que tenemos para cambiar el mundo”.