5 febrero, 2025
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La cultura mexicana…

Aprovecho el espacio para hacer señalamientos que muestran y demuestran lo que hace falta a nuestra raza azteca para tener un mejor estilo y calidad de vida: cultura mexicana. Está más que claro que cualquier talento por maravilloso que sea o se posea, siempre perderá frente a un equipo, por muy insignificante que éste sea, como se acostumbra denostar en nuestro país.

El éxito es el cumulo de pequeños aciertos buenos y positivos, el fracaso es la cantidad de errores, por supuesto, malos y negativos.

Siempre se ha dicho, y se dice bien, que México es único, y por ende, sus habitantes. Es cierto, pero esa unicidad no es digna de festejo, porque no tiene nada de interesante, importante y mucho menos sirve de ejemplo positivo en ningún país o región del orbe. Sino todo lo contrario.

La idiosincrasia nacional es la de estarse quejando de todo y por todo, en cualquier circunstancia, la queja es primero, siempre va delante de cualquier otro sentimiento o emoción. Siempre se ve la paja en el ojo ajeno, el error, la equivocación, lo malo, y aunque también haya aciertos, no los ven o no los quieren ver. La población se cierra a pequeñas, equivocadas e inexactas ideas. Es la educación que se recibe desde que se ingresa al nivel educativo básico, pero principalmente en el núcleo familiar. Aunque no sea tomado en cuenta, sicológicamente influye, para el resto de la vida, el buscar siempre culpables de lo que nos pasa individualmente, primero por temor a los golpes de los padres, después se hace costumbre, existiendo los que todo su dicho y modus vivendi es mentira (mitomanía). También, dicen los que saben, que los hijos aprenden del ejemplo, de lo que ven que los demás hacen (en este caso, sus padres, hermanos y demás familia), no lo que escuchan que se debe hacer.

Por ello, todo lo bueno, regular y malo que los descendientes hacen, tiene que ver con la familia y la pobre educación recibida. Porque si es un individuo vago (sea hombre o mujer), es porque así son los padres, si es un desobligado, flojo, que no quiere estudiar, no le gusta trabajar; sin embargo, le gusta la cerveza, el vino, las drogas, tatuarse, la vida fácil, la calle, las malas amistades, las mujeres (antes de tiempo o sin protección, me refiero a embarazos no deseados), a ganar dinero y gastar más de lo ganado, a pedir fiado, prestado y no pagar, a tomar, usar o descomponer lo que no es suyo, a robar (con todas sus letras), a abusar de la confianza que le brindan los demás, y cualquier conducta negativa que te venga a la mente amable lector, estamos frente al mexicano común y corriente.

Al mexicano no le gusta trabajar en equipo (yendo más allá, no le gusta ni trabajar solo), y aun así, cuando las cosas salen mal, que es muy seguido y en cualquier nivel, orden y actividad, le echan la culpa al vecino, al de junto, al de atrás, al de enfrente, al que iba pasando, queriendo expiar su culpabilidad.

Rompe seguido las reglas, leyes y normas que el estado tiene para salvaguardar la sana convivencia de todos. Y cuando son sorprendidos cometiendo una conducta o infracción contraria a la ley, sus argumentos rayan en la comicidad y cinismo.

Son imitadores, carecen de capacidad individual de ver y hacer las cosas, sólo se limitan a medio hacer lo que sus jefes, patrones o directivos les piden, mandan o exigen, y así vean algo mal puesto o malhecho junto, no lo remedian. No dan un plus o extra, en sus actividades que les dan de comer, únicamente cumplen con su horario establecido y si en alguna ocasión, salieron un tiempo más tarde que de costumbre, en la primera oportunidad, lo recuperan faltando más de lo debido. Usan el tiempo de su jornada laboral, para hacer sus actividades personales, se llevan herramientas, papelería e insumos oficiales, a su hogar (según ellos, los toman prestados, pero jamás los devuelven).

Si alguno hizo determinada actividad personal y le preguntan si desean algo (por ejemplo, una nota de venta, factura, recibo) dicen que no, pero si el que va detrás de él, si la necesita, la pide y el otro escucha, se regresa a solicitar lo mismo. Son asiduos a la imitación, son presa fácil de hacer lo que hace, dice o tiene cualquier sujeto extranjero con la mínima fama. Lo mismo sucede, con las adversidades, se ahogan en un vaso de agua, hacen grande cualquier insignificancia sin detenerse a analizar, verificar o corroborar el porqué de las cosas, pero lo que sí es importante, lo minimizan, olvidan pronto o ni hacen caso.

No utilizan la mente, muchos parece que no tienen materia gris o que siguen sin estrenarlo, porque hacen y dicen pura estupidez.

Los países que son potencias mundiales en lo económico, lo cultural, el turismo, lo deportivo, etc., conjuntan su talento individual con su vida personal, familiar, sus finanzas personales (lo que ganan, gastan y ahorran), todo cuenta para alcanzar el éxito. Además, todos, tienen en mente el mismo objetivo (me refiero a todos, habitantes, clase política, periodistas, etc.), y es lo más grande, alto o grandioso, cosa más alejada en nuestro país, aquí la mentalidad es pobre, no hay objetivos, hay metas y ésta, siempre es limitada, se piensa en el siguiente escalón o peldaño, pero no en el más alto, así no se logran grandes resultados, porque no hay ambición, no hay hambre de triunfo, no hay una mentalidad libre de vicios, se está pensando en cómo pagar la renta, las demás deudas, etc. en el futbol, se quiere llegar al quinto partido y no se piensa en llegar al séptimo y último. (Costa Rica (un país pequeño) llegó en el mundial anterior de Brasil, al quinto partido, estadísticamente son mejores que nosotros, pero lo subestimamos, o no lo queremos ver, su portero está en el Real Madrid y es titular).

En fin, esa es la cultura mexicana, llena de vicios, carencias y necedades que impiden un mejor crecimiento como país, sobra decir, que toda regla general, tiene sus excepciones, pero son tan escasas, además, son vistos como seres humanos raros, aquellos que van un paso adelante de la gran mayoría, siendo víctimas de la envidia, delitos, o la simple apatía de los demás. Corrige al sabio, se hará tu amigo, corrige al ignorante, se hará y enemigo. ¿De cuál lado estás?