Los pescadores de la cuenca del Lago de Pátzcuaro pasan actualmente por una situación económica difícil: “el gobierno nos ha dejado prácticamente solos”, afirma Pedro Cornelio Rendón, representante de 26 organizaciones pesqueras.
En entrevista lamenta que hoy en día la actividad pesquera ya no es redituable para las familias que se dedican a ella en la ribera del citado lago.Comenta que en la actualidad extraen carpa principalmente de este manto acuífero, especie que venden en el mercado a 4 y 6 pesos el kilo, dependiendo el tamaño.
Pero, precisa: “capturamos carpa no como negocio sino para proteger a nuestro lago ya que esta especie se come los huevecillos de otras, como el charal, la acúmara o el pescado blanco”.
Por semana, apunta, capturamos en conjunto alrededor de 2 toneladas y media de carpa. “A veces renegamos, porque en promedio cada compañero captura 5 kilos, con lo que obtiene un ingreso de 20 o 25 pesos diarios”, lamenta.
Refiere que su organización agrupa a 840 familias, pero que existen otras 600 más que trabajan de forma libre en los 4 municipios ribereños.
“Si algo le tenemos que agradecer a las autoridades de pesca del estado y federal es que nos han dejado trabajar, nos han permitido vender la carpa sin tener papeles para facturar; pero ya pronto vamos a constituir una cooperativa para tener todo en regla”, revela Cornelio Rendón.
No obstante, se queja de que lo que va del presente gobierno estatal no han recibido ningún tipo de apoyo gubernamental: “nos han dejado solo y pos nosotros hacemos lo que podemos para sobrevivir y para cuidar a nuestro lago”.
“Ya el diputado Víctor Silva Tejeda tiene conocimiento de nuestros problemas; así como nos necesitaron algún día, ahora pedimos que se acuerden de nosotros”, agrega.
El Norte ya no es opción
El líder de los pescadores afirma que para sortear la crisis económica por la que atraviesan, se dedican paralelamente a labores como la producción y venta de artesanías de diferente tipo, según la población en que se viva.
“Ya el Norte no es una opción para trabajar como hace años, porque cruzar la frontera cuesta hasta 30 mil pesos”.
Asevera que los apoyos que requieren son redes, canoas, pero sobre todo, esquemas de comercialización que les permitan vender sus productos a un mejor precio, en particular la carpa.
Dice que espera que para este año se logren aterrizar algunos proyectos productivos relacionados con la producción y comercialización artesanal, de servicios, entre otros.
Además de la carpa, cada semana extraen en conjunto una tonelada de charal y otro tanto de mojarra. “De pescado blanco sacamos muy poco, casi sólo para probarlo, es que ahorita el agua está muy sucia, cuando se encuentra más limpia es cuando capturamos algunos kilitos”, puntualiza.