21 abril, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Juventud, tecnología y diversión…

Esta oportunidad quiero aprovecharla con un tema actual, pero que afectará las próximas generaciones. Sin duda alguna, estamos en una etapa de descomposición social, donde todos somos responsables y corresponsables de esta situación que vivimos.

Los padres de hoy viven alejados de sus hijos, les permiten hacer y decir de todo, pero lo principal, no se les brinda amor, cariño, atenciones y mucho menos respeto. Lo cual está creando una generación sin valores, desobligada, viciosa, sin ambiciones sanas, malas para el estudio y pésima para el trabajo.

Todos más de alguna ocasión hemos oído o, incluso, dicho la palabra nini, vocablo que se refiere a la gente, principalmente jóvenes que ni estudian, ni trabajan y que cada día, las estadísticas muestran que dicha minoría está aumentando.

Lo he dicho en otras oportunidades y lo repito hoy, la tecnología en manos de gente sin fortaleza mental, sin la capacidad mínima de razonamiento, análisis, argumentos y reflexión, en lugar de ser un beneficio, deriva en un mayor retroceso, dentro de una sociedad no preparada para tales avances. Los jóvenes de hoy se enajenan con los celulares, tabletas, computadoras, videojuegos, algunos lo hacen con la música, raro es ver en cualquier calle, de cualquier lugar, a un joven sin los audífonos, lo que nos lleva a la pregunta de qué ¿salió de prisa y los olvidó? O ¿de verdad es un ser pensante y racional?, otros más con las redes sociales, Facebook, WhatsApp, twitter, Instagram y otras más, que ahora los proveedores de teléfonos celulares, los hacen creer que son gratis, por un determinado tiempo, dependiendo de la cantidad que se recargue y las utilizan todo el tiempo; unos más, lo hacen con los juegos y aplicaciones que pueden descargar en sus teléfonos inteligentes, pero pocos, lo hacen con las llamadas y mensajes tradicionales y menos aun ideando algo que los beneficie de forma personal o colectiva.

Las redes sociales, principalmente el Facebook, son las más dañinas y en donde se sube de todo y sobretodo, se sabe todo de todos, ahí se pierde la dignidad de tanta gente acostumbrada a grabar todo y tomarse fotografías de todo y con todo, aunque después se arrepientan de haberlo hecho.

Se desvelan, casi no comen, no estudian, no trabajan (muchos pierden su trabajo), por estar con el vicio del internet, es una adicción tan grave como si consumieran algún estupefaciente, las radiaciones son dañinas, aunque los fabricantes de móviles, a través de especialistas pagados por ellos, digan que no afectan, dormir con el teléfono debajo de la almohada o en el buró, taburete o cualquier mueble que esté junto a su cama, es malísimo, los que saben dicen que un celular al dormir debe de estar retirado de la gente por lo menos un metro y apagado, porque el descanso nocturno, es primordial para tener un rendimiento escolar, laboral y humano, pero la mayoría de jóvenes hacen lo contrario.

Por otro lado, actualmente, los jóvenes no están acostumbrados a tener responsabilidades, a la primera orden que se les da o tarea que se les encomienda, salen corriendo o si están trabajando, salen corridos por no hacerla, o hacerla mal y a medias. Los que estudian, no rinden lo suficiente, precisamente porque los profesores y directivos les permiten llevar y usar los móviles dentro de la escuela y el salón de clases, lo cual se ha vuelto una pachanga.

Van perdiendo poco a poco la capacidad de iniciativa, es decir, hacer más de lo que les piden, no mueven un dedo más de lo que les piden, no dan un teclazo de más, (como antaño se decía), no se esperan más tiempo después de su hora de salida, pero eso sí, llegan tarde, no modifican algo, si ven que la instrucción está mal, no levantan o acomodan nada, si no les dicen que lo hagan; andan con sueño, hambre, cansancio, mal humor, etcétera.

Son precoces y promiscuos en su vida sexual, no se protegen, no solo para no procrear hijos, sino para no adquirir una infección de transmisión sexual; al calor de la euforia, del alcohol, de los amigos o de alguna droga, agarran suficiente valor para defender lo indefendible, para luchar por causas perdidas, para arreglar viejas rencillas con su cuates o con algún rival y esto desencadena que terminen en la cárcel, en el hospital o peor aún, en el cementerio, algunos terminan completos, pero otros, pueden perder algún miembro de su cuerpo, o algún órgano y es ahí cuando aparecen los padres irresponsables que los dejan todo el tiempo solos, que no les hacen caso, que jamás platican con ellos, que jamás los escucharon, jamás los orientaron, jamás les preguntaron nada, pero una vez que sucede una desgracia, culpan a todos, menos a ellos que son los únicos y verdaderos responsables de lo que sucedió.

Amigos que me leen y tienen hijos adolescentes, nunca es tarde para empezar a aplicar correctivos, quítenles el celular, no se los dejen todo el tiempo, mucho menos en las noches, recuerden que nosotros nunca lo necesitamos (claro que no los había, pero, por lo mismo, somos una generación responsable, trabajadora y en muchos casos, triunfadora), así ellos también pueden sobrevivir sin él. Encárguenles tareas donde usen el razonamiento, que piensen, que les cueste trabajo hacerlas para que cuando sean adultos y tengan hijos, no sean una generación NINI. Porque la vida cuando hay cimientos sólidos, es complicada, imagínate cuando no los hay. Recuerda que son tus hijos y aunque de momento, les moleste, en el futuro te lo agradecerán.