Hoy quiero aprovechar el espacio para desenmascarar la estulticia de un político que actualmente está en los reflectores de los medios de comunicación. El famoso Bronco pasará a la historia de nuestro país por haber sido el primer aspirante independiente (con pasado priista) en ser gobernador, de un estado industrializado, y por lo mismo, se presume que los habitantes de Nuevo León, al contar con inmejorables condiciones económicas, deben tener una capacidad de análisis y razonamiento por arriba del promedio nacional, pero tal parece confirmarse que el dinero no lo es todo.
Aprovechando su inercia ganadora, tiene la firme intención de participar como independiente para la presidencia de la República. A todos los habitantes del país, en los medios de comunicación se nos saturó con los requisitos que cada suspirante con ese carácter debe cumplir, y más aún, a los que tienen esa intención les son entregados por la autoridad electoral respectiva.
Lo anterior es relacionado con la nota espectacular que el pasado día 12 salió en varios medios de comunicación (televisión, radio, internet, redes sociales), donde se indicaba que Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón había superado el 102 % de las firmas necesarias por el Instituto Nacional Electoral (INE), pero posteriormente, en la tarde, el gozo se fue al pozo, porque resulta que efectivamente las firmas fueron reales, pero no en la forma como se requieren, estas fueron recabadas en tres estados: Nuevo León, Edo. de México y Tabasco, pero éstas deben levantarse en por lo menos 17 de los 32 estados.
Esto pone de manifiesto la escasa capacidad de razonamiento y, sobretodo, política de este aspirante, porque oye, pero no escucha, porque no puso atención ni para reunir los requisitos de una candidatura, que nos espera como ciudadanos, si llegara a ser presidente. Y la culpa no es solo de él, porque está ocupado en sus labores como gobernador de Nuevo León, lo curioso es que ninguno de su equipo de campaña se percató de que no era así. Lo que conlleva a tener cuidado con este personaje, porque o es un dictador que se rodea de gente menos capaz que él o un tirano que no permite que nadie opine, aunque sean más experimentados académica y políticamente. En ambas vertientes, no resulta aceptable tener un máximo representante como jefe de Estado o de Gobierno que no tiene el mínimo cuidado de cumplir los requisitos a cabalidad.
Por otra parte, y quedando demostrado que un estado rico no necesariamente es el más culto. El consejero presidente del INE, ese mismo día, declaró que en el hipotético caso de que el Bronco subsane las deficiencias y reúna las firmas como debe ser, tendría que haber elecciones en Nuevo León, porque así lo establece la ley electoral de ese Estado, cuando el gobernante se aleja del cargo antes de los 3 años de mandato (aquí hago un preámbulo, para señalar que los cargos de elección popular no se renuncian, solo se pide licencia, temporal o definitiva), situación de la que ningún actor o partido político, se había dado cuenta, y tiene que salir Lorenzo Córdoba a señalar esta situación. De verdad, los neoleoneses o nuevoleoneses están pasando por una etapa político-académica grave, porque no conocen sus propias leyes, lo que resulta realmente preocupante, porque, no dudes amable lector, que así estén en todos los estados, municipios y gobierno federal, lo que nos hace preguntar ¿en qué manos estamos? De verdad nos hace falta más participación a los ciudadanos, agruparnos, pero con sentido y sobretodo, responsabilidad y vigilar a la clase política, porque recientemente están cometiendo peores pifias que debemos hacerles saber, asimismo demostrarles que si ellos que promulgan las leyes las desconocen, los ciudadanos sí las conocemos. Pero esa cultura está lejos de enraizarse en nuestro país.