Lic. Alfredo Castañeda Flores Analista
La inteligencia social te ayuda a convivir de manera armoniosa con quienes te rodean; y me atrevería a decir que si desarrollas tu inteligencia social al máximo puedes llegar a ser un líder mundial, pues a través de ella convences, manipulas y logras todo lo que deseas. Esta inteligencia la manejaba a la perfección Benjamín Franklin, quien la descubrió un poco tarde, pero la aplicó logrando sus objetivos. Recuerda que nunca es tarde para cambiar y hacer mejor las cosas.
Para ser inteligente social, amable lector, debes hablar menos y observar más.
Todos tenemos debilidades, por ejemplo; una persona tempestuosa es insegura; una persona amigable es ambiciosa y agresiva; una persona bromista esconde malas intenciones; una persona callada tiene más poder de lo que te imaginas.
Para ser inteligente debes dominar ciertos sentimientos negativos y también identificarlos, uno de ellos es la envidia, el conformismo, la obsesión, la pereza, etc.
Las personas que te elogian o son muy amables aun si apenas te conocen, suelen ser envidiosas y no debes despertar ese sentimiento en ellos, porque buscarán lastimarte. No presumas tus éxitos y atribúyelos de ser necesario a tu suerte, pues provocar envidia suele ser muy peligroso. Tampoco hagas sentir tonta a la gente, pues es una provocación fatal.
Siempre que trabajas en grupo te encontrarás con personas diferentes y hay a quienes les molesta que sobresalgas, lo que se recomienda es que te integres y los hagas partícipes de tus ideas, así serás líder y ellos notarán la diferencia sin molestarse. No des material para agresiones, mejor actúa, más tarde tendrás oportunidad de lucir tu individualidad, sin problema.
Hasta en la ciencia se ha observado lo difícil que es contradecir lo ya estipulado, aunque se tenga la razón, pero si eres inteligente y generas tus opiniones y observaciones sustentándolas, poco a poco ganarás aliados y lograrás tu objetivo. Sólo esfuérzate por mantener un espíritu abierto, cultivando tus ideas, sin molestar a nadie.
Todas las personas pensamos en nosotros mismos y queremos ser reconocidos y aceptados, según nuestra conveniencia. Así cuando pidas un favor, es porque ya sabes también lo que puedes dar a cambio.
En estos grupos también te encontrarás con gente interesada, mal intencionado y los perezosos, que siempre quieren sacar provecho de todo. En este caso tu escudo será la prudencia y no les des tanta importancia, mucho menos poder. Cultiva distancia y desapego de la gente voluble. Siempre observa sus actos y no sus palabras. Hay personas que te quieren impresionar con lo que te dicen, pero los hechos son la única realidad.
No te tomes tan en serio las promesas, ni el fervor con el que te hablen. Siempre recuerda que todo lo que quieres lograr, depende de ti, así que has lo que te corresponda y así no te decepcionarás. En apariencia, los necesitas, pero en la realidad no. Siempre vienen tiempos y personas mejores.
Existen personas que intentan molestarte con sus insinuaciones, comentarios infundados y sus malos actos. Si les prestas mucha atención, pueden arruinarte la vida, tu mejor defensa es evitar tener contacto directo con ellos e ignorarlos.
Siempre será importante identificar a las personas por su comportamiento y que no te confundan. Muchos se hacen tus amigos para sabotearte. Evita enredarte emocionalmente con sus dramas y mala suerte. Una persona buena nunca intentará dar lástima. Eso en México es muy frecuente y común, por eso somos un país pobre, económica y mentalmente. Se paciente y abierto con diferentes tipos de personas para conocerlas pero se cauteloso.
Muestra ante la gente, inteligente lector, una imagen adecuada tratando de acoplarte con ellos. Nunca presumas, pues tus actos y trabajos hablan por sí solos. Trata de dar una buena impresión sin caer en la mentira. Cuando te hagan una crítica no te enojes, al contrario, en la soledad, medítala y si existe manera de corregirla, hazlo. A veces la gente, sin querer, te puede ayudar a ser mejor.
En la vida te toparás con mucha gente necia y los identificas con facilidad, porque son dramáticos e intrigosos. Les interesa más ganar y tener una buena posición que la verdad; hacen poco y exigen mucho. Sus planes son a corto plazo. Su tendencia natural es rebajarte a su nivel. Nunca discutas con un necio, pues pierdes energía y tiempo, además, eso de discutir no habla bien de nadie. La estrategia es reírte de sus travesuras y tolerar sus ridiculeces. Al fin y al cabo vivimos en una comedia diaria. Y alejarte de ellos es la mejor estrategia que tenemos. Sobre todo, antes de que sea demasiado tarde.
Debes ser muy inteligente para armonizar con los demás y una persona inteligente siempre será admirable, aunque muchos hablen mal de ti, en su soledad, te reconocen como superior a ellos y eso es lo que más los carcome en su ego. ¡Ánimo!