Para continuar con las acciones de preservación del medio ambiente, se inició con la temporada de reforestación en el municipio de Salvador Escalante, con una meta de plantar 100 mil árboles de pino y cedro, en 95 hectáreas de los ejidos de Opopeo, Turián, Querendal, Zirahuén, Paramuén, Ixtaro y zonas aledañas a Santa Clara del Cobre.
De acuerdo a los datos aportados por el Director de Ecología y Medio Ambiente, Ismael Zamudio Ruiz, las jornadas de reforestación son cuatro, mismas que ya se realizaron tres en donde se plantaron nueve mil plantas en mismo número de hectáreas, la próxima será en la comunidad de Caratzitumbio, donde se esperan reforestar tres hectáreas con un total de tres mil plantas.El municipio de Salvador Escalante ha sido reconocido por sus acciones en pro del medio ambiente, especialmente para preservar su lago de Zirahuén, que es considerado uno de los principales atractivos turísticos naturales. Las acciones de reforestación, dijo, se están realizando en coordinación con la Comisión Forestal del Gobierno del Estado (COFOM) y la Comisión Nacional Forestal, (CONAFOR).
Asimismo, explicó que para lograr la meta se tienen las reforestaciones sociales, son aquellas donde los dueños de parcelas o predios se suman a esta actividad ecológica, estima serán 80 las hectáreas plantadas, con pino chino o pino lacio, “son las especies nativas de la zona y que ello conlleva a que tengan una mejor sobrevivencia”.
En esta reforestación social, la gente pide la planta e indica el espacio a plantar, en comunidades como San Gregorio, Opopeo, Turirán, Querendal, Zirahuén, entre otras. Detalló que se espera una sobrevivencia de poco más del 70 por ciento, es decir siete de cada 10 plantas pueden llegar a ser árboles adultos.
Ismael Zamudio informó que se ha tenido un trabajo coordinado con la CONAFOR, dependencia que destinó a través del programa Nacional Forestal, 488 mil pesos, para reforestaciones integrales en 59 hectáreas del municipio, con acciones conjuntas como conservación del suelo y agua, con cercados, tinas ciegas o zanjas trincheras, que permiten una humedad constante de la raíz de la planta.