25 julio, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Ignorancia o apatía….

Lic. Alfredo Castañeda Flores      ANALISTA

 

20 JULIO 2025.-A veces, quisiera que nuestro país y todo lo que conlleva fuera distinto, sobresaliera, en verdad, en algunas áreas, como lo hacen otros países, no solo en el falso discurso oficialista, donde todo es color de rosa, donde se dice que somos los mejores del mundo, sin embargo, despierto a la realidad y es algo tan difícil que suceda.

 

¿Por qué? Por su gente, que es la que genera riqueza o pobreza, en todos los sentidos, cultural, social, económica, mental, espiritual, etcétera. ¿Lo dudas, amable lector?

 

El mexicano no analiza, no razona, no reflexiona, vamos, ni siquiera piensa, hace las cosas al ahí se va, y lo podemos observar en cualquier acción realizada.

 

Entre iguales, y desafortunadamente, la mayoría están dentro del mismo segmento poblacional, que es la pobreza, se intentan proteger, aunque solo sea de palabra, de dientes para afuera, como dirían nuestros abuelos, y que ahora tristemente lo está replicando el gobierno en turno, desde la máxima tribuna del país, se intenta gobernar con saliva, y que los grupos afines se encarguen de hacerlo extensivo por los distintos medios de información o comunicación, a todo el país, pero que no es realidad, se crean, derogan o modifican leyes, decretos y reglamentos, sin conocimiento verdadero, al vapor, y que una vez plasmados en papel, sea mediante Códigos o demás, no se respetan, mucho menos se aplican, salvo a conveniencia del gobernante en turno, o para calmar algún posible estallido social, por algún delito o acción que afecte a una comunidad, sector o colonia, pero mientras eso no suceda, nadie es sancionado por X o Y conducta ilegal o negativa. Así son las cosas, tristemente en México.

 

Un claro ejemplo, los incidentes con los agentes de tránsito, cuando tienen ganas de morder, por cualquier insignificancia, andan buscando multar o obtener dinero, mediante las famosas “mordidas”, pero si realmente se aplicara el reglamento, se obtendría una mayor recaudación sin tener que andar buscando contrariar a las personas, porque un foco roto, es causa o motivo de infracción, eso se ve a cualquier hora, una placa anterior, lo mismo, una luz fundida (después de las seis de la tarde, se pueden detectar) si trabajaran más tiempo lo verían, usar en celular, traer menores solos de cierta edad en el asiento delantero, usar los vidrios polarizados, traer el piloto alguna mascota en piernas o brazos, mientras se conduce (algo muy común), la falta de la verificación vehicular, en fin, son innumerables causas que pueden ser sancionadas y que pueden perjudicar a los demás, pero no lo hacen diariamente. Y así cualquier otro reglamento que me digas.

 

Eso la ciudadanía lo sabe y por lo mismo, un día sí y al otro también, se cometen innumerables acciones que perjudican a la mayoría de cierto sector de la población. Sabido es que se cierra una calle y la policía está ahí, pero para cuidar a los que la cerraron, no para evitarlo, se estacionan en doble fila, estorbando el paso de los demás vehículos, se tapan las entradas y salidas de la gente en sus casas, se llama a tránsito o a la grúa, y no llegan, se tienen que poner a discutir o buscar a los dueños para llegar a un arreglo, pero todo ese tiempo perdido y la alteración por la discusión respectiva, son algo que no se modifican. Eso es en todo, y todos los días, pero que ya se normalizó, de que todo el tiempo así es y no se busca que cambien las cosas. Tristemente.

 

Una premisa jurídica señala: “La ignorancia de la ley no exime de responsabilidad”, y eso aplica cuando tienen que ser juzgados o procesados, los que afectaron al sistema político, que creyeron ser intocables, a los chivos expiatorios, a los que estuvieron en el lugar, fecha y hora equivocada y fueron detenidos cometiendo algún delito o conducta delictiva, a todos los que tienen llenas las cárceles y reclusorios y se presumen inocentes, pero únicamente cuando hay flagrancia, es decir que lo vean cometiendo algún delito y lo detengan, cuando lo vieron y se huyó, o cuando así le convenga a los gobernantes en turno, de otra forma, es difícil que alguien llegue a pisar la cárcel.

 

Así es nuestro sistema político. Nada es fortuito, mucho menos casual, no hay pericia para la investigación, se necesitan ciertos incentivos para alcanzar la justicia, que normalmente es amistad, complicidad, influencias y/o dinero, y recientemente, presión de los Estados Unidos, que esperemos pronto veamos caer otro “chivo expiatorio”, ahora de la 4T, para que se les termine el argumento contra la oposición.

 

¿Ya estás entendiendo? O ya lo sospechabas o entendías, es la triste realidad de un país sumido en la pobreza, la manipulación y la mediocridad, nada de lo que ocurre, es casual, tratándose de la imposición de sanciones, todo tiene un porque y un para que, guardándose un bajo perfil, sin exhibiciones ni parafernalia, nadie es molestado, asimismo, manteniéndose alejado de los políticos, no pidiéndoles favores y prebendas, el resultado es igual. Lo recomendable es vivir, trabajando en lo suyo, si se conocen a políticos de cualquier ideología, lo cual es inevitable, simplemente saludarlos cuando se encuentren, pero no tener un trato más allá, porque en ocasiones resulta contraproducente. En lugar de beneficiar, perjudican.

 

Dijeran los abuelos, al perro más sarnoso se le pegan más las pulgas, basta ver que sector poblacional, basándose en la antigua división social, de clase alta, media y pobre, –porque ahora ya salen con otras estúpidas divisiones para engañar a la gente–, es el más enfermizo, cual es el que tiene más delincuentes, cual es el que requiere más de las dádivas públicas del gobierno, quienes sufren más con cualquier catástrofe natural, como sismos o inundaciones, de cual están llenos los Ceresos (Centros de Reinserción Social) y panteones, quienes cruzaron el Río Bravo y están en el país del norte, etc., efectivamente, acertaste. Solo es una duda razonable. No hacen nada para cambiar su precaria situación, hay apoyos, solo falta talento, y así no se puede ser un mejor país.