*El presidente Octavio Aburto Inclán no lo dice oficialmente, pero sus allegados le mueven el tapete al generalazo para que se vaya a su casa a dar lata
Octavio Aburto Inclán tuvo como superconsentido del gobierno de Tacámbaro al déspota militar Don Eduardo Dávalos, pero, ahora, no sabe cómo decirle en su cara que ya es un apestado en el ayuntamiento local, producto de múltiples errores que rebotan en la imagen, tampoco no muy buena, del edil locutor.Al presentar al doctor Gutiérrez Hernández como director de Servicios Turísticos de la presidencia de Tacámbaro, el alcalde Octavio Aburto Inclán, casi casi, le está diciendo al general malpagado de Don Lalo que ya le caiga a su casa y a sus negocios, porque la secretaría de Turismo irá a parar a manos, pensamos muchos, del periodista Pako Mora, que parecía niñera de Don Lalo y ahora está comprobando lo que expresábamos hace unos días.
A Don Lalo de Régules se le han bajado las pilas bien gacho desde hace unos meses. Ya no lo invitan a reuniones con el sector turismo, le quitaron la organización del Festival del Son de Las Laderas, ahora bajo la responsabilidad del regidor Abraham Chávez y, bueno, ni el módulo de información al turismo se lo encargaron al sangre pesada de Don Lalo, quien ni siquiera fue a Puebla para el evento nacional de Turismo. Mandaron a Pako Mora, quien ya tiene de auxiliar en boletines de prensa a la periodista Norma Gutiérrez Díaz.
Los movimientos son muy evidentes y manifiestan que Don Lalo será extirpado del ayuntamiento de Tacámbaro, donde ya era un tumor del organismo que conduce el edil Octavio Aburto Inclán, único culpable de aguantarlo y soportarlo, pero que no tiene el valor civil de decirle en su cara que ya no lo quiere en la presidencia.
Don Lalo Manotas se puso muy digno cuando no le autorizó el Cabildo la cantidad de 140 mil pesos para organizar el Festival del Son de Las Laderas y únicamente aprobaron 50 mil pesos. Hizo rabietas, le salía espuma por la boca y, encorajinado, dijo que no se haría el evento, tal y como lo hizo con el Festival de Carnaval.
¡Esos son güevitos de avestruz del general Manotas, pero que Octavio Aburto Inclán ya no está dispuesto a aguantar y, en breve, se irá del ayuntamiento para gozo de mucha gente y beneficio del sector turístico municipal, donde deben colocar personal con perfil y no con aires de militar sangre de perro como Don Lalo Manotas, a quien deben de obligar a quitar los vibradores de la carretera donde está su negocio de comida y alcohol!
¡No te acabes Octavio Aburto Inclán, gritaba con su pecho de militar bragado don Lalo Manotas! Lo que será ya historia…