Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
19 AGOSTO 2023.-Pese al intento de unos cuantos por hacer crecer a nuestro país, en todos los sentidos y aspectos, cada vez estamos peor. Tal pareciera que la estupidez es lo de hoy. En anteriores entregas, he repetido lo que los expertos en el estudio de la estupidez humana han mencionado, que 9 de cada 10, 90 de cada 100, o el 90 % de un 100 %, como le quieras entender, amable lector, son estúpidos, imbéciles.
Ahora con la faramalla de la pandemia, donde algunos países, porque está probado que no todos, obligaron a sus habitantes y ciudadanos a encerrarse en casa, todo esto se disparó, por lo que observando las conductas sociales de la llamada nueva normalidad, estoy seguro que esas cifras aumentaron, en detrimento de las minorías pensantes. Ahora solo se habla del 5% de gente positiva, mente abierta, triunfadora, así que puedes darte cuenta que efectivamente, la capacidad decreció y la ignorancia creció.
Sin embargo, un sector de la población que desde siempre ha estado formado por lo peor de los peores, es la farándula, llámense actores, actrices, músicos, cantantes, conductores, lectores de noticieros, productores, directores, reporteros, etcétera. Comenzando, para ser parte de ese “selecto” (eso dicen ellos) grupo, tienes que ser familiar, directo o colateral de alguien que forme parte de ellos, otro requisito necesario, ser extranjero, esos tienen mayores oportunidades de “triunfar”, y el más importante, ser open mind (mente abierta), demasiado diría yo, para aceptar todo lo que ahí les van a ir proponiendo durante su “carrera” artística, esto no diferencia sexos, tanto hombres como mujeres tienen que someterse a las pruebas que les pongan para ir escalando en el mundo de frivolidad que trae aparejado la fama.
Es tan frecuente y común encontrar en la Televisión, cine, radio, plataformas digitales, redes sociales y más, a protagonistas o a cuadro de lo que sea, a mujeres y hombres, principalmente, extranjeros, no tan incomodos de ver. Aunque en México, desde niños, se nos ha hecho creer que el físico no es importante, la cruda realidad, demuestra lo contrario, claro que hay faranduleros poco agraciados, pero porque descienden de forma directa o colateral de otros que les heredaron eses genes.
Las mujeres, casi en su totalidad, tienen arreglos estéticos, algunas más otras menos, pero tienen nalgas, senos, vientre plano, rostro marcado, labios gruesos, que según los estándares de belleza, es la moda de hoy, cirugías, etcétera. Los hombres, aunque en menor porcentaje, pero también se someten a sus arreglos estéticos, se injertan cabello, marcan medicamente su cuerpo, cirugías, etcétera. Aunque después anden sufriendo enfermedades que el silicón y tantos materiales que les introducen en el cuerpo, los va afectando. Dios, el Universo, la naturaleza, o quien tu creas que nos creó, sabía lo que cada uno de nosotros necesitaba para transitar por el mundo, lo demás, es de los humanos que desde siempre han jugado a sentirse superiores, creando nuevas formas y procedimientos para, según ellos, alargar la juventud, incluso la vida de las personas. Lo que en realidad, va provocando lo contrario, pero de eso, como de cualquier tema, pocos lo saben y se callan porque les conviene económicamente hablando.
El gran negocio del entretenimiento nos manipula, presentándonos a cualquier individuo, sin capacidad intelectual, ni talento, como la nueva maravilla del mundo, y a base de estar repitiendo su nombre, su presencia y lo que hace, la mayoría de la gente, los hace famosos, los hace semidioses, sin ningún merecimiento. Y ellos se creen inalcanzables, intocables, pierden el piso, se creen lo que los medios dicen y hablan de ellos. Pobres tipos de primaria trunca.
Pero así es la idiosincrasia nacional, dar fama, dinero y poder, a los idiotas, no buscan calidad, capacidad, se dejan guiar, como niños pequeños, por lo el camino que les van marcando desde la Tv, y más, individuos, iguales a los otros, para que las mayorías, validen un trabajo, un oficio, que pocos y pocas veces, hacen realmente bien.
El talento en México se va rigiendo por la belleza física, normal y con arreglos, con la apertura sexual para meterse a la intimidad de los poderosos, que son los que descubren, ese talento escondido (demasiado, diría yo) y lo explotan, haciendo que sus amantes, hombres y mujeres, por igual, graben un disco, obtengan un protagónico en una telenovela, en una película, serie, reality show y cualquier espacio que les de reflectores para introducirse en el subconsciente masivo popular y les lleguen los contratos, fama y dinero, y por supuesto, nuevos amantes que antes no los conocían. Y del país, saltar al extranjero, a otro mercado, que normalmente, como los pobres de ranchos y pueblos nacionales, es el estadounidense.
Así es la vacía vida de los faranduleros, que ganan demasiado dinero a costa de su escasa dignidad, donde andan todos contra todos, donde esas parejas, no duran ni entre ellos, o entre algún ser alejado del medio y un farandulero, salvo honrosas excepciones. Donde ante los ojos de la gente ignorante y pobre, se hacen grandes, pero que en la realidad, carecen del mínimo talento para actuar, cantar, conducir, leer noticias, etcétera, pero eso poco importa, si la maquinaria del entretenimiento se encarga de presentarlos como los mejores en su género, en su oficio y profesión. Y a diario y a cada rato, bombardean la mente de las mayorías, para lograrlo. Queda claro que la estupidez también produce dinero, demasiado dinero. Ups.