La simplicidad es la clave de la verdadera elegancia:Coco Chanel.
Siempre se ha dicho que la moda en el vestir viene de Europa, concretamente de Francia, y créeme, amable lector, que es cierto.
Cuando surgió Coco Chanel en el mundo de la moda, marcó un hito en el estilo francés. Chanel inspiró a las mujeres francesas a convertirse en íconos de la moda, al igual que ella, y ahora las francesas son un referente en cuanto a moda y estilo y son imitadas por las demás mujeres del mundo, que les gusta la elegancia diaria.
Las francesas no siguen la moda del momento ya que es muy efímera. Compran las prendas que les gustan, las que favorecen su tipo de cuerpo y su estilo de vida, y, lo más importante, las que duran muchas temporadas. Por otro lado, crear su propio estilo es fundamental para ellas, pues les gusta elaborar un estilo insignia que las represente; ya sea vestir tonos neutros, usar siempre una mascada, acompañar su apariencia con unos tacones, vestir un buen blazer, etc.
Ellas saben que seguir un mismo estilo estético hace mucho más sencillo vestirse en las mañanas e ir de compras.
Lo más común es un guardarropa con tonos neutros como gris, negro, blanco, beige, azul marino y café. Lo anterior propicia que las prendas sean más fáciles de combinar entre sí, además de que producen el efecto de una apariencia mucho más clásica. Pero no por eso su forma de vestir es seria o aburrida, ya que dejan el toque de color para para los accesorios como un bolso rojo, una mascada estampada, unos zapatos amarillos o una chamarra insignia.
Suelen usar prendas que tengan el corte ideal para su cuerpo, sin importar la moda. Ésta es la regla más importante para ellas, pues prefieren usar la ropa que favorece su tipo de cuerpo, su estatura y su complexión, en lugar de una que esté a la moda y no les favorezca. Si no encuentran una prenda que cumpla dichos requisitos, buscan un buen sastre o costurera que las ayuden con los arreglos necesarios para que las prendas les queden a la perfección.
Las mujeres francesas suelen hacer compras como una inversión en lugar de comprar sólo lo que está a la moda, que tiende a ser pasajera. Hay mujeres que con sus ahorros compran piezas icónicas, como una Kelly Bag de Hermés, un saco tweed de Chanel, una camisa blanca de Carolina Herrera o una mascada Gucci. Pueden ser accesorios o prendas de precios altos pero, dado que las usarán muchos años, constituyen una buena compra.
Sin lugar a dudas, el vestido negro es la prenda más versátil que poseen. Este vestido funciona tanto para eventos elegantes como para los actos casuales y se puede modificar con suma facilidad. Los vestidos negros son de los más favorecedores, pero los hay en una gran variedad de cortes y telas y con solo añadir una mascada, un collar, un blazer o un suéter, se pueden transformar al instante.
Suelen preocuparse mucho por su aspecto físico, pero nunca se verán sobre arregladas. Para ellas lo principal es lucir de manera natural. Sus peinados parecen realizados sin esfuerzo. Y equilibran su apariencia de la siguiente manera: si sus prendas son muy elegantes, suelen maquillarse y peinarse de una manera natural, pero si las prendas son más casuales, el maquillaje y el peinado sí aparecen más cargados. Su rutina de maquillaje diaria suele incluir base de maquillaje ligera, mascara de pestañas, delineador, cejas bien formadas y un labial de tono neutro o rojo para ocasiones especiales.
Nunca, amable lector, verás a una francesa
• Usar como ropa los leggings de ejercicio. Éstos sólo los usan para hacer ejercicio.
• Usar tenis de deporte en la vida diaria. De igual manera, sólo los usan para hacer ejercicio.
• Ser esclava de las tendencias de la moda. Siguen sus propias tendencias.
• Vistiendo prendas coloridas o llenas de estampados. En general prefieren los colores sobrios y neutros.
• Usar ropa interior de algodón, prefieren y usan ropa interior de encaje.
• Usar tonos de tintes de cabello que no sean naturales. (Las pocas que lo usan).
Las mujeres francesas saben que la belleza interna y la belleza externa están conectadas y que la seguridad en sí mismas es su mejor carta de presentación. Aceptan sus defectos y ponen énfasis en sus cualidades únicas. Les gusta resaltar unas piernas largas, un cuello estilizado, una cintura pequeña, unos brazos hermosos, etcétera. Y, lo más importante, se visten para sentirse bien con ellas mismas y no para presumir con nadie. Abrazan su sexualidad y su edad, y no pretenden verse más jóvenes de lo que son. Están cómodas con quienes son y se cuidan para estar bien por dentro y por fuera.
También en la elegancia para vestir hay niveles y una enorme diferencia entre las mujeres francesas y las mexicanas.