Tanganxoan fue el último Cazonci y descendía del linaje directo de los Uacusecha. Fue el último gobernante y señor de Tzinztunztan antes de la Conquista; fue ejecutado el 14 de febrero de 1530 en la población actual de Conguripo, municipio de Angamacutiro, Michoacán, de acuerdo con fuentes históricas.
“Su agonía fue lenta, después de haber sido desprestigiado, traicionado por sus colaboradores más cercanos, engañado, apresado y llevado a Tenochtitlan (hoy Ciudad de México) y depuesto de su cargo en Tzintzuntzan, la capital del señorío P'urhépecha, Tanganxuan II, o Don Francisco, nombre que le otorgaron los evangelizadores después de su bautismo, fue torturado, flagelado y quemado vivo por órdenes de Nuño de Guzmán, bajo los cargos de asesinar y desollar a emisarios españoles; interrumpir el funcionamiento de las encomiendas, no otorgar víveres, oro y plata a Nuño de Guzmán, además de haber pactado con los Kuinao para derrocar del mando a los conquistadores”.
Este personaje heredó en 1521 el puesto de su padre Zuanga, quien murió de viruela. Enfrentó la llegada de los españoles liderados por Cristóbal de Olid, ante los que se rindió en 1522, para de esta manera, evitar una derrota como la sufrida por los mexicas en Tenochtitlan.
Tanganxoan fue bautizado con el nombre de Francisco. Su hijo, don Antonio Huitzimengari, le sucedió en el cacicazgo de Pátzcuaro. Su hija María Inaguatzin se casó con Francisco de Castilleja.
Su fusilamiento provocó el levantamiento del pueblo purépecha, de acuerdo con la leyenda; Eréndira hija del cazonci, fue la lideresa durante el tiempo que duró la rebelión.
Una estatua que representa a Tanganxoan se encuentra en el Libramiento Ignacio Zaragoza de este municipio. Es obra del escultor Guillermo Ruiz (1938).