Lic. Alfredo Castañeda Flores Analista
30 abril 2021.-La anterior es una afirmación que para la mayoría suena exagerada, pero no lo es. Durante este escrito, te indicaré, por qué no lo es.
Así es, amable lector, mi madre siempre me dijo esto, señalando que, desde el nacimiento, somos y llegamos solos, salvo los casos de embarazos múltiples (dos, tres o más), pero aun así seguimos solos.
Haz memoria, independientemente de que hayas tenido hermanos o seas hij@ único, tuviste momentos acompañado, pero no todo el tiempo y mucho menos cuando más necesitabas de una compañía, de alguien que te escuchara, te protegiera, te consolara o simplemente te acompañara en silencio.
Efectivamente, así fue, es y será hasta el último día de nuestra existencia, aunque muchos se engañen creyendo lo contrario.
Desde pequeños, muchas veces nos quedamos con comentarios hacia nuestros padres o demás familiares con quienes convivíamos regularmente, sin terminar, a medias, incluso muchos ni siquiera tuvimos la oportunidad de comenzarlos, porque los adultos, estaban ensimismados en sus problemas, dramas o alegrías, cotidianos que no les importaba lo que los demás, incluidos sus propios hijos hicieran o dijeran. Todos, y no exagero, fuimos y somos víctimas de la desatención de mucha gente con la que socializamos.
Conforme fuimos creciendo y las relaciones interpersonales fueron más externas, nos equivocamos infinidad de ocasiones, brindándoles nuestra confianza a individuos que no la merecían, eso nos trajo innumerables problemas de consecuencias leves, medianas, incluso graves (peleas, principalmente) que no eran necesarias, que podían haberse evitado o de plano, jamás haberse dado.
Ya en una etapa adulta de convivencia laboral, principalmente, por necesidad, porque pocos nacieron hijos de papi, en una familia de empresarios y gente exitosa, los problemas se agravaron más, ya que es muy frecuente y común, que en cualquier empleo, y sea cual sea el nivel del escalafón, las intrigas, chismes y búsqueda de la paja en el ojo ajeno, son cada vez mayores y peores, porque algunos quieren el cargo que tu tienes y utilizan cualquier artimaña que esté a su alcance para congraciarse con el jefe en turno y sean tomados en cuenta para ocupar tu lugar, pero la mayoría, no tienen ninguna aspiración, preparación y capacidad, simplemente lo hacen por joder la vida de los demás. Son unos parásitos cuya tarea de vida es perjudicar a todos los que tienen junto, enfrente y a su alrededor.
Asimismo, entre las distintas etapas de la vida del ser humano, te casas, tienes hijos y la situación no cambia, sigues sintiéndote solo, pese a tener muchos hijos, una enorme familia, muchas “amistades”, con fortuna, innumerables empleados a tu servicio (sea en lo público o privado) y sigues hablando al aire, porque nadie te oye, mucho menos te escucha, asistes a reuniones de amistad, de trabajo o familiares y como se dice en el lenguaje popular, te das cuenta que cada loco está con su tema, porque así como a los demás no les interesan tus comentarios, tus problemas, a ti, a mí no nos interesan los de ellos, salvo lo malo que dicen de otros, para intrigar en su contra, buscando sacar un beneficio o solamente por afectarlos.
Así es la vida del ser humano, un ir y venir lleno de soledad, que propicia, según la fortaleza mental y espiritual individual, caer en un circulo de vicios, adicciones y enfermedades, que van mermando nuestra salud física, haciéndonos víctimas de las afecciones en diferentes modalidades, que van desde lo leve, hasta lo más grave que es amputación de algún miembro del cuerpo, trasplantes de algún órgano, postración en una silla de ruedas, o la muerte, a una edad temprana, que desafortunadamente en la actualidad, así esta sucediendo, cada vez a menor edad, la gente, está sufriendo de lo arriba señalado, incluso hasta de algo peor.
Suena fuerte lo indicado, pero no lo es inteligente lector, la desatención de los demás hacia cada uno de nosotros, y viceversa, es un factor de riesgo para la salud de todos, pero así es el ser humano, apático por naturaleza, aunque en su verborrea, pretendan engañar a los demás, señalando que ellos saben escuchar a los demás, es una enorme mentira, mayoritariamente, quien se alaba solo, diciéndose que es, hace o tiene X o Y cualidad, es todo lo contrario, carece de ella, pero pretende engañar a todos, es un juego muy común entre los mexicanos, que diariamente y en cualquier rincón del país sucede.
Claro que, como en todo, hay honrosas y poquísimas excepciones, hay gente que en realidad sí escucha con atención, que sí se interesa por los que están a su alrededor, pero como se dice, son garbanzos de a libra. Por otro lado, hay mucha gente que se pone a hablar y no le importa que la estén oyendo o no, se desahoga cada vez que encuentra a conocidos a su paso, esto les ayuda, porque no se detienen a analizar si se burlan o no de ellos, si les dan la vuelta cuando los ven para no tener que aguantar su perorata sin sentido, esto no es privativo de un solo sexo, hay hombres y mujeres que les encanta hablar y hablar frente a los demás, propiciando que sufran menos enfermedades.
Te preguntarás, ¿los sicólogos o terapeutas?, sí te escuchan, pero, a pesar de que se les paga por su servicio, tampoco permiten que el paciente hable y diga lo que en realidad quisiera, se van acomodando a lo que ellos creen es la problemática por la que contrataron sus servicios, y solo dicen lo que el profesional les pide, al fin y al cabo, también son humanos, arrastrando en su oficio o profesión, sus traumas, complejos y personalidad cotidiana.
Así que, cuando tengas la necesidad de desahogarte y no encuentres con quién hacerlo, como es tan frecuente y común, busca un lugar solitario, alejado del bullicio y la sociedad y grita, golpea lo que puedas o quieras, di palabras soeces, ponte a cantar, a escribir, haz deporte, hasta que te sientas libre, haz lo que quieras, pero no te refugies en el alcohol o las drogas, porque eso empeora tu salud. Esto sirve para estar sano y vivir hasta la edad que tengas que vivir, no morirte antes de tiempo. ¡Ponte alerta! Recuerda que la persona más importante en tu vida eres TÚ.