8 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Estamos manipulados…

Lic. Alfredo Castañeda Flores      ANALISTA

 

16 JUNIO 2023.-La vida es una constante y diaria manipulación, desde que nacemos, manipulamos o nos manipulan nuestros padres, hermanos y demás familiares.

 

Nos manipulan en la escuela, según el nivel hasta el que se llegue, nos manipulan con la religión, antes lo era con el cristianismo-catolicismo, ahora se han formado tantas asociaciones religiosas, comúnmente llamadas sectas, que se enriquecen con la ignorancia y necesidad de la gente. Nos manipulan los gobernantes, los empleadores, los amigos, conocidos, compañeros de profesión y/o trabajo, nuestra pareja, nuestros hijos y es un círculo vicioso de nunca acabar.

 

Nos manipulan los medios de comunicación, periódicos, revistas, televisión y radio, ahora lo hacen las redes sociales, aplicaciones, plataformas y todo lo que funciona con el internet, el cine a través de las películas, series y documentales, los deportes, el que tu quieras, amable lector, forman parte de la manipulación, a veces desapercibido, otras tantas, de forma cínica y descarada. Y aún así, la mayoría de la gente, no lo analiza, no lo cree, incluso hasta lo niega. Así es la vida que nos tocó vivir.

 

Queda claro que ahora con los avances tecnológicos, algunas personas, ya no se dejan manipular tan fácilmente, o por lo menos, ceden, porque no hay más remedio que hacerlo, porque es obligatorio, pero ya están conscientes de lo que están haciendo, viendo u oyendo.

 

En el juego de la manipulación todo es válido y utilizado para alcanzar los objetivos planeados, las lágrimas, las palabras falsas, como diría el poeta, la verdad, la mentira, las acciones y omisiones, la pobreza, la riqueza, el dinero y su carencia, la alegría y la apatía, los valores y antivalores, el presente y el pasado, todo.

 

Si se quiere, sobretodo en cuestiones políticas y de la farándula, formar figuras que la mayoría idealice, se pone en movimiento toda la maquinaria respectiva para ello. Así sea un zoquete sin talento para gobernar, para actuar, para cantar, componer, interactuar con los demás, les hacen creer a las masas que es la mejor opción para lo que se trate. Y la gente, cae redonda en el engaño. Se buscan segmentos de la población donde saben que puede funcionar X o Y persuasión, y estos son los encargados, por medio de la repetición, de hacer crecer a esa nueva “figura”, del firmamento político o artístico.

 

Lo mismo sucede con los deportistas, con los profesionales de la academia, con quien menos te imagines, inteligente lector. Todos son creados mediante el humo blanco de su protector. Aquí, el talento y la razón pocas veces coinciden en alguna figura famosa, de cualquier actividad. Lo que se necesita es gente, fácil de dominar, que a todo diga si o no, según sea el caso, que carezca de la capacidad de análisis (lo cual no es difícil, porque la ciencia señala que solo uno de diez la posee), que no contravenga los lineamientos a seguir, esos, son los que alcanzan dinero, fama y posiciones políticas de alto nivel.

Al marcar las estadísticas que solo una décima parte de la población, es pensante, analítica y con raciocinio puro, la mayoría de los que leen, oyen, ven o saben de determinado tema, no están de acuerdo con los argumentos esgrimidos de la situación que se trate, lo que resulta lógico, y también en detrimento de la creación de una mejor sociedad, así como estamos en México, recientemente, hay más y más, cada día, gente manipulable que defiende, incluso hasta llegar a los golpes, cualquier causa o argumento contrario a la verdad, y es más complicado hacer que la mayoría cambie de opinión o de idea, que el incremento de manipulados con esas ideas negativas que al país, tanto daño causan y lo mantienen cada día peor.

 

Hasta frases inventadas para esos propósitos hay, por ejemplo ese tan trillado de que nadie es poseedor de la verdad absoluta, que no existe tal verdad, lo que es una total y completa mentira solo para seguir manipulando a las masas dóciles como corderos desfilando al matadero.

 

Por supuesto que hay verdades absolutas, totales, y en cualquier área, rama o materia, lo que también es cierto, es la existencia de opiniones distintas, pero no por eso se está contradiciendo a la verdad, aunque las masas juren que si lo están haciendo. Ejemplos, hay múltiples, las ciencias exactas (matemáticas, química, física, etc.) son verdades absolutas. Pero al individuo mayoritariamente, le gusta lucirse, creyendo que lo logra, contradiciendo todo lo que existe, seguramente, has asistido a por lo menos alguna conferencia, ponencia o clínica de algo, y en la etapa de preguntas y respuestas, nunca falta el sabelotodo que se avienta quince minutos de perorata, dando argumentos de determinado tema tratado por el que encabeza el panel correspondiente, y al final no hubo ninguna pregunta. Simplemente se trata de dejar como ignorante o estúpido a los demás, tratando de sentirse superiores, pero los que si forman parte del segmento analítico, incluso hasta los que no, se dan cuenta de que se exhiben repitiendo lo ya escuchado y provocan risas y comentarios negativos en contra del que se quiere sentir más preparado. Si en verdad se tiene una interrogante del tema tratado, la pregunta debe ser concreta, sin tanto rebuscamiento de palabras o frases que ni el preguntón conoce, y si no, hay que agradecer al conferencista su tiempo obsequiado, aunque se haya pagado por asistir, porque no cualquiera tiene el valor de pararse frente a determinada cantidad de gente que desconoce y no tratar de quererlo hacer sentir menos. Ese es un grave error, como miles que cometemos a diario los mexicanos.

 

Así que trata de ser una mejor versión de ti, en lo individual, no te resistas al cambio de las cosas, de las acciones, de lo que venga, mejor detente a analizar, razonar, reflexionar, como es que nos manipulan a cada instante, para que si no tienes remedio, lo hagas, pero de forma consciente, no como lo has hecho hasta el día de hoy, sin saber porque haces lo que haces, dices lo que dices, ves lo que ves y crees lo que crees, es tiempo de cambiar de forma individual, para después tratar de ir enseñando a los demás a que lo hagan también y salgan del ostracismo en el que la mayoría lo está. Es en beneficio de todos. ¡Ponte atento!

 

FOTO: EL MONTONERO