20 abril, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Errores y defectos mexicanos…

Nos han enseñado desde niños grandes mentiras de nuestro origen, de nuestro pasado y conforme avanza el tiempo, si no tienes la capacidad mínima de investigar, analizar o simplemente reflexionar en lo que has vivido, visto, leído o escuchado, así terminarás el resto de tu existencia. Creyendo en glorias pasadas, que no hay seguridad de que realmente lo hayan sido.

 

El mundo es un constante ir y venir de todo, y la vida por consiguiente; solo los mexicanos parecen no entender que se deben preparar día con día, leer, estudiar, capacitarse, obligar a la mente a estar siempre alerta, porque eso contribuye a tener una mejor calidad de vida y, sobre todo, a vivir más.

 

El mexicano, mayoritariamente, está estancado, los avances tecnológicos, en lugar de servir, les han afectado, incluso en algunos casos, hasta los han hecho retroceder.

 

El internet y las redes sociales han influido en gran medida de forma negativa en la vida personal, escolar y laboral de los individuos, ahora resulta que muchos no pueden vivir sin estar pegados al teléfono celular (mayoría), tabletas y computadoras personales o de escritorio (otros). Pocas escuelas tienen la férrea voluntad de prohibir que los alumnos ingresen dichos aparatos en horario de clases, lo mismo sucede en los empleos, tanto públicos como privados; asimismo, aunque ya pasó la euforia de algunos años atrás, aún es común encontrar en la calle, caminando o detenidos sosteniendo las paredes, en medios de transporte y lo que es peor, conduciendo automóviles, con el teléfono celular en la mano, hablando o texteando.

En las instituciones educativas y áreas laborales el espectáculo es peor. Esto contribuye a una debacle de la economía, porque los estudiantes no aprenden, no estudian, por estar pegados a su móvil y los empresarios pierden ventas, porque los empleados, con tal de no ser molestados, niegan las cosas, además de que en su horario laboral, solo rinden un pequeño porcentaje, si no tienen una debida supervisión y no se trata de eso.

 

Los libros de superación personal, relaciones humanas, liderazgo, riqueza y otros temas relacionados, son escritos por extranjeros, pero sus presuntas reglas mágicas para cambiar no se pueden aplicar en nuestro país, porque el mexicano está acostumbrado a hacer (o debería decir, medio hacer), lo que le dicen que haga, y para eso debe tener vigilancia, porque en caso contrario, no lo hace o lo hace peor que con estricta supervisión. La mayoría carece de iniciativa propia, ya no digamos de la debida preparación, se sienten competentes en cualquier área, pero solo de boca, porque cuando se les brinda la oportunidad, no saben hacer nada. En  una jerarquía, todos los empleados tienden a ascender hasta el nivel de su incompetencia.

 

El mexicano no sabe trabajar en equipo, y esta es una cualidad que toda empresa, negocio o familia de éxito, debe privilegiar. Con gran esfuerzo dicen que trabajan para vivir.

El mexicano siempre tiene excusas, problemas y pretextos a su paso. Es cobarde, pocos tienen el valor necesario para aceptar y reconocer que son humanos y se equivocan. La mayoría carece de él.

 

Esto tiene que ver con la crianza familiar, porque, desde niños, se enseñan las cosas mal, porque nuestros ascendientes, así las entendieron y no tuvieron la mínima intención de detenerse a analizar si lo que aprendieron de sus padres fue correcto o no.

 

Al mexicano no se le enseña a tener valor, al contrario, se le enseña a tener miedo, aprende a siempre echar la culpa a otros de sus fallas, si reprueban en cualquier grado escolar, el culpable es el profesor; si los despiden de un empleo, los corren injustamente; el famoso no era penal del mundial de Brasil 2014; cuando cometen cualquier conducta ilícita y son detenidos, se dicen inocentes y así infinidad de excusas y pretextos. Son agresivos, pero no es lo mismo.

 

El mexicano no está acostumbrado a seguir reglas, que dan como resultado una mejor y sana convivencia social, al contrario, le gusta hacer las cosas mal, lo que contribuye a entorpecer cualquier acción, retardar tiempos, afectar a los demás, no cuidan la naturaleza ni el medio ambiente, como te has dado cuenta amable lector, el respeto, la tolerancia y el agradecimiento, no son su fuerte.

 

En México se vive por imitación, por modas pasajeras, por momentos, se tiene memoria débil. Si surge una noticia, buena o mala, aparecen los defensores y detractores y al poco tiempo, ya no se acuerdan de ello, si alguien hace algo distinto, como los llamados retos que se publican en las redes sociales, en poco tiempo, ya muchos los están haciendo, como dije antes, no hay iniciativa propia, viven de repetir lo que alguien, extranjero principalmente, creó, ideó o inventó; también se critica cualquier cosa, diciendo que es tan simple, pero no tuvieron la capacidad para hacerlo.

 

En México se enseñan los resultados, pero jamás el proceso que llevó a ese resultado, lo que ha propiciado que cualquiera sin presente brillante, sueñe con ganar la lotería, ganarse los pronósticos, que algún pariente millonario (que no tienen) los denomine herederos de su fortuna; en el caso de las mujeres, buscan un prospecto rico que las saque de su pobreza, mental y económica, etcétera.

 

Esto y más es la idiosincrasia mexicana, es lo que se trae en la sangre, aunque, por su escasa materia gris, los medios de comunicación, principalmente electrónicos, señalan cualidades que no se tienen, en lugar de hacer eso, se debería implementar una campaña agresiva de señalamiento de todo lo que se hace mal, pero como digo, fuerte, porque así como lo intentó hacer televisa hace unos años, sobre los valores (tienes el valor o te vale), no funcionó, aunado a las mentiras de grandeza, bondad, etc., además de tanto organismo defensor de lo ilegal, provocaron lo que estamos viviendo actualmente, una total y completa descomposición de la sociedad, en general.