11 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Enrique Soto ha dejado un amplio hueco en la cultura de Pátzcuaro

Primer día de trabajo de la semana en la presidencia municipal de Pátzcuaro y en la oficina de Cultura Municipal hace falta alguien demasiado importante, como para que los trabajadores de esta se pongan a trabajar como lo hacían hasta el pasado jueves, último día que se presentó Enrique Soto González, ya que para el viernes amanecieron con la triste novedad de que “el Chino” había fallecido repentinamente por un infarto fulminante en su hogar.

Hasta este lunes, los trabajadores que durante el tiempo que estuvieron bajo las ordenes de Soto González, aún no podían creer la tan lamentable pérdida, “se le veía bien, alegre, dicharachero y gustoso y a la vez nervioso porque ese día (jueves), presentaría su último libro”, señalarían los trabajadores de la oficina de Cultura.

Asimismo, dijeron que se quedaron varios pendientes, como era la organización del tradicional Jueves de Corpus”, que organiza el ayuntamiento en coordinación con el sector católico, ya próximamente y donde el ahora fallecido Enrique el “chino” Soto era parte fundamental para la celebración del “rejuego” de Corpus. De la misma manera se quedan pendientes las actividades del aniversario de que se le dio el título de “ciudad” a Pátzcuaro, que se lleva a cabo el 28 de septiembre de cada año. Así como las actividades de las celebraciones a la Virgen de la Salud, que se venera en la Basílica que lleva el nombre de la venerada imagen y donde Soto González, era también parte importante en las actividades religiosas, como la del 15 de agosto.

Mientras tanto, se queda al frente de esta oficina de Cultura, Jorge Garrido Manríquez, coordinador de las oficinas de Cultura, Turismo y Artesanías, mientras el edil Víctor Manuel Báez Ceja nombra a quien deberá seguir adelante con las actividades de la misma.

Aunque también se dice entre sectores ciudadanos que será muy difícil llenar ese enorme hueco que deja el también cronista de la ciudad y escritor de libros relacionados con Pátzcuaro, Enrique Soto González.

Tras su fallecimiento y atendiendo a la petición que siempre quiso, de que no quería velorio y a que lo incineraran de inmediato, se cumplió su última voluntad y de ahí que no hubiera velorio, sino que su cuerpo fue llevado a un crematorio y después sus cenizas a la Basílica de la Salud, donde la noche del mismo día de su fallecimiento el pasado fin de semana, se celebrara una misa de cuerpo presente ante cientos de gentes y funcionarios del ayuntamiento y después la urna con sus cenizas fueran depositadas en una cripta en la misma Basílica de la Salud y donde siempre deseó el “chino” descansar y su deseo fue cumplido al pie de la letra.

Deja un legado de 20 libros escritos a lo largo de su vida, los cuales son piezas fundamentales en las bibliotecas de la región y en los hogares de quienes desean conocer la historia, las tradiciones, las costumbres, la gastronomía, la cultura y la religión entre otros importantes aspectos de Pátzcuaro y sus alrededores, entre los que se encuentran: Pátzcuaro (1980), Antología de Pátzcuaro (1982); Breve reseña histórica de la Procesión de los Cristos de Pátzcuaro (1982); Pátzcuaro legendario (1983); Así es Pátzcuaro (1985); Pátzcuaro un convento y una historia (1988); Relatos y Leyendas de Pátzcuaro (1989); Fiestas Reales y Pontificias en Pátzcuaro (1991); Antología de Nuestra Señora de la Salud (1993); Pátzcuaro en la Memoria de sus Hijos (1994); Pátzcuaro el buen comer y sus recuerdos (1996), Riendo, Riendo y Pátzcuaro comiendo (1999); Pátzcuaro en la noche de los tiempos (2005); Dulce tradición que se volvió leyenda (2005); Pátzcuaro una tradición que se volvió leyenda, (2005); Pátzcuaro arcón de leyendas (2011); Don José Reyes Tapia y el Cairo, Historia de un comercio centenario (2013) y 30 Regias recetas del manjar de los reyes, “el pesado blanco de Pátzcuaro” (2017).

Al bajar a su última morada, le fue cantada la canción “Hay unos ojos”, la cual le cantara el “chino” con mucho fervor a la venerada imagen de la Salud, en cada festividad.