19 abril, 2025
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Enorme malestar en el comercio de Pátzcuaro por la cuarentena del coronavirus

Armando Martínez          Corresponsal

 

Cientos y quizás miles de michoacanos están en una tremenda crisis económica, debida a la llamada cuarentena del COVID-19, ya que no pueden o no los dejan trabajar, mucho menos a quien comercializa con productos “no esenciales”, a esto se suma la falta del cumplimiento a las promesas del gobierno en todos los niveles, que prometieron apoyos a través de un “Plan Emergente”, pero no se ve ningún resultado a la vista de aquellas personas que metieron la solicitud para su trámite de crédito, ya fuera de seis mil pesos, de 25 mil y cantidades mayores, a la fecha y ante la desesperación de los solicitantes por falta de trabajo y de recursos, ya amenazan con salir a vender sus productos ante la falta de una respuesta oficial y más cuando se dijo que el semáforo en Michoacán no lo favorece para nada, es decir, que aún no se reiniciaran las actividades económicas.

 

En cuanto a la región de Pátzcuaro se refiere, hay una gran inconformidad entre el sector comercial, tanto establecido como el informal, ya que los están obligando a mantener cerrados sus espacios comerciales desde hace varias semanas, mientras tanto, sus recursos se terminan y al no poder trabajar, pues no tienen de dónde echar mano para su subsistencia, mientras tanto y quienes solicitaron un crédito emergente, de esos que prometió el gobierno del Estado, nomás no hay respuesta y cuando el solicitante llama al teléfono que indica la solicitud y que es el 4431137700, no contestan ni por equivocación, lo que el solicitante considera una burla del gobierno y de Sí Financia.

Mientras tanto, los comerciantes siguen sin poder salir a vender y con el riesgo de que se revelen a las indicaciones del gobierno y al “semáforo” indicativo.

 

De la misma manera, el horario establecido para los comerciantes del mercado municipal de Pátzcuaro, de las siete de la mañana a las dos de la tarde, lo consideran insuficiente, ya que los están obligando a recoger su puesto a “la hora de la venta”, sin que esto le importe a las autoridades, quienes tan solo repiten las indicaciones que les llegan “de arriba” y que los comerciantes deben acatar, por las buenas o por las malas.

 

Por cierto, se ha advertido una cosa en el protocolo de ingreso al área del mercado municipal y de la explanada adyacente, donde para poder entrar, los encargados de resguardar las entradas le exigen a la gente que debe portar forzosamente cubre bocas y le aplican gel antibacterial en las manos, pero muchas de estas personas al pasar este filtro, se quitan el cubre bocas, con el argumento que se sienten incómodos y, otra cosa peor, que ya dentro del área del mercado, tanto el protocolo de entrada, la “sana distancia” y lo demás en cuestión de seguridad, es lo de menos, porque en los pasilllos y calles del mercado hay un soberano desorden, amontonamiento de gente por doquier, aventones y constantes contactos entre personas, que de haber algún infectado de COVID, pues contagia a más personas por el congestionamiento que hay, tanto de gente, como de puestos, de carretas, diablitos, etcétera. 

 

Los funcionarios de todos los niveles tampoco se salvan del enojo de la gente, sobre todo de los comerciantes, ya que dicen que aquellos tienen su sueldo seguro, aunque no trabajen, o trabajen poco, mucho o nada, les pagan su sueldo íntegro, mientras que al sector comercial pasan dificultades para sobre vivir y esperando los apoyos prometidos por los gobiernos en todos sus niveles.

Ojala y esto no se salga de control y sea demasiado tarde para contener a la gente, o tal vez por eso López Obrador, por decreto, mando a la fuerza castrense a las calles para hacer vigilancia de policía, para meter miedo y los ciudadanos no intenten nada que trasgreda la ley.