13 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Empleados mexicanos…

LIC. ALFREDO CASTAÑEDA FLORES

Una de las políticas fallidas en México es el desempleo, desde antaño ha sido una factura pendiente, esto en parte tiene que ver con la indiscriminada tasa de natalidad que se da día con día. No hay una política de gobierno que inhiba embarazos sin futuro. Según  cifras oficiales, actualmente somos más de ciento veinticinco millones de mexicanos, en México, porque en los Estados Unidos de Norteamérica, se habla de otros millones más, pero esa es otra historia.

 

Además de las escasas fuentes de empleo, el exceso de mano de obra no capacitada para trabajar, las cifras altas de jóvenes que apenas terminan la secundaria, el bachillerato, y profesionales con carreras sin terminar. Además del clientelismo que el partido hegemónico puso de moda, al contratar a innumerables gentes, sin la capacidad necesaria, así como de no contar con el conocimiento técnico necesario que cada área requiere.

 

La fijación del mexicano, en su mayoría, es la de ganar bien, trabajar poco, y sin responsabilidad alguna. Pero, ante la gran demanda de empleos, y el gran número de desempleados, una política de antaño fue crear miles de empleos en las incontables dependencias federales, estatales, incluso en los municipios, con salarios pequeños, suficientes para vivir modestamente, pero al ir aumentando la población, el problema se agravó, saliéndose de control, provocando la indiscriminada migración al país vecino, pero aunque a muchos les duela leerlo, la inmensa mayoría de los que se han ido, son gente impreparados, que ni lo básico saben, ni conocen, entonces ¿cómo van a sobresalir en un país con otro idioma y distintas costumbres?, haciendo lo que hemos visto que hacen desde hace años.

 

La idiosincrasia nacional propicia que lo mismo que hace la gente que reside aquí, hagan los que están allende la frontera, y aunque allá el salario es por hora y en dólares, la realidad es que las rentas son muy altas, la comida cara y el miedo a ser deportados está siempre latente, además de que los fines de semana hacen convivios entre compatriotas, reduciendo sus ahorros. Claro que hay muchos que envían dinero a sus familias, pero también es cierto que los que viven allá hacen muchos sacrificios para hacerlo.

 

En México, la situación es similar, los empleados se quejan del bajo salario, que no se merecen, aunque no estén calificados para el puesto, cargo o comisión.  Pero, un país pobre, con gente pobre en su preparación, no puede pagar mejor, porque sobrepasa su presupuesto, además de que no hay empresas nacionales de clase mundial, son contadas y, ellas, si tienen calidad entre sus empleados, de lo contrario, no traspasarían las fronteras.

 

Es sabido por muchos, sobre todo los que tenemos necesidad de contratar personal para nuestros negocios o empresas, que cada día es más difícil encontrar gente comprometida con su forma de vida, que sea responsable, seria, leal y sobretodo, honesta, ésta última cualidad, es algo que se ha ido perdiendo conforme el tiempo avanza, para lo cual en la actualidad se usa esta frase: los buenos somos menos.

Para acabarla de amolar, hace unos días acaba de entrar en vigor una política del gobierno federal actual, que consiste en denunciar el estrés laboral, hazme el favor, inteligente lector, esto, por supuesto es en favor de los empleados y quienes resultan más estresados son los dueños, patrones, jefes, encargados, es decir, los que aparecen hasta arriba de la cadena de mando. Esos que sí están con la camiseta de la empresa, bien puesta, esos que saben que si a la empresa le va bien, a ellos también, esos que saben que el éxito de la empresa redunda en su salario y su permanencia en el lugar. Pero como siempre, el gobierno, del color, partido e ideología que sea, jamás se ha interesado por la gente, aunque ahora, la bandera electorera son primero los pobres. De ahí que se intente proteger a los más pobres, económicamente hablando, pero principalmente de mentalidad.

 

Esta es una medida, como siempre, unilateral, porque la clase política que forma el Sistema político mexicano jamás ha tenido la capacidad de hacer políticas que permitan a ambas partes ganar-ganar, su escasa materia gris solo alcanza para que unos ganen, y otros pierdan, pero con sus asegunes, porque todo se hace al vapor, copiado de otras acciones exitosas realizadas en otros países, pero sin hacer los estudios y modificaciones necesarios, acordes con nuestra pobre mentalidad, por lo que finalmente, todos perdemos.

 

Claro que hay excepciones, pero las causas que estresan a la mayoría nacional es tener que trabajar, recibir órdenes, que les exijan resultados, estar enclaustrados X número de horas en un mismo lugar, ser supervisados y principalmente el salario, este será bajo, aunque supere la media nacional. Asimismo, si se sienten protegidos por una institución gubernamental, habrá muchas denuncias injustas, que terminarán en sanciones económicas para los dueños y despidos de aquellos que no agradecen que tienen un empleo estable y un salario para vivir, sobre todo cuando no tienen mucho que ofrecer a los empleadores. Pero el mexicano es de memoria corta y ambiciones desproporcionadas. Esta medida, si no está bien regulada, va a agravar aún más el desempleo nacional, o se quedará en una más de tantas que se han implementado que no sirven para nada.