30 abril, 2024
ROTATIVO DIGITAL

El trabajo en equipo y las cooperativas

Alejandro Martínez Castañeda     ANALISTA

14 oct. 2023.-Por su naturaleza, las cooperativas son empresas participativas, democráticas, cuyas socias y socios trabajan de forma cooperativa y en equipo. La cooperación en este tipo de entidades es un proceso de trabajo en conjunto para alcanzar un propósito común. La cooperación demuestra la capacidad para trabajar de manera efectiva y respetuosa con diversas personas o equipos, hacer compromisos, crear consensos para tomar decisiones, asumir responsabilidades compartidas en tareas colaborativas y valorar las opiniones y contribuciones individuales de todos los miembros de la empresa.

 

“El trabajo en equipo en las cooperativas es algo consustancial a la misma, pero al mismo tiempo es diferente al de otras empresas no participativas o de capital. Los procesos de toma de decisiones y los procesos de ejecución de las decisiones tomadas son distintos. Por una parte, el proceso de toma de decisiones en la cooperativa es democrático y participativo, y el proceso de ejecución de las decisiones tomadas no se puede hacer sólo en base a la Autoridad y el Poder, aunque éstos estén totalmente legitimados y sean democráticos, sino que hay que utilizar más la capacidad de influencia y liderazgo, para hacer que las cosas que hemos decidido hacer, se hagan de forma realmente satisfactoria y sin generar conflicto”, afirma el especialista Pepe Albors.

 

No obstante, la conformación de cooperativas no implica por sí misma saber trabajar en equipo. La realidad muestra que para trabajar en equipo hay que aprender y también hay que desaprender, especialmente malas prácticas y rutinas improductivas.

 

Sobre el tema, el experto Ernesto Guzmán refiere que la experiencia enseña que consolidar equipos competentes y generadores de resultados positivos requiere de mucho esfuerzo, perseverancia, direccionamiento eficaz y algunos tragos amargos por conflictos que suelen ocurrir en cualquier comunidad humana.

 

“Los equipos surgen cuando varias personas tienen un objetivo común y reconocen que su éxito individual depende, a su vez, del éxito de los demás. De esa forma, todos sus integrantes se vuelven interdependientes”, agrega.

 

Advierte que, para consolidar equipos eficientes y productivos, la cooperativa debe contrarrestar a las prácticas individualistas: Paradójicamente, los líderes débiles tienden al individualismo porque ven amenazado su estatus. Por ello, se rodean de gente sumisa e incompetente. En el éxito, los individualistas utilizan el “yo dije”, “yo hice”, “yo fui”; en el fracaso giran al “es que ustedes…”.

 

 

Las “7 C” del trabajo en equipo:

 

  • Compromiso: Cada miembro del equipo tiene un compromiso personal tan fuerte que lo impulsa a aportar lo mejor de sus capacidades y talentos en beneficio del éxito del trabajo común.

 

  • Constancia: El trabajo y el aporte debe ser constante, y aunque la vida suele provocarnos ciertas intermitencias –derivadas de otras urgencias—, tener presente la necesidad de la constancia hará que nos percatemos cuándo estamos participando menos de lo que nos comprometimos.

 

 

  • Congruencia: No sólo en el equipo, sino en todas las actividades de la vida, requerimos ser consecuentes; ese ha de ser nuestro sello personal y la virtud por la cual seamos reconocidos. En un equipo de trabajo, la congruencia va mucho más allá de hacer lo que decimos, sino que hacerlo desde la mayor autenticidad personal.

 

  • Complementariedad: Cada miembro del equipo se desempeña mejor en funciones afines a sus talentos y competencias. Un consejo de administración disfuncional sería, por ejemplo, el que tuviera solo buenos analistas de estados financieros o todos quisieran ser presidentes. La pluralidad de ideas, experiencias y conocimientos (incluso si son antagónicos) son la clave para tomar decisiones eficaces y obtener buenos resultados.

 

 

  • Coordinación: Ha de haber un líder, director o presidente que coordine el trabajo del equipo de manera organizada, por medio de normas de conducta que guíen el hacer individual y colectivo.

 

  • Comunicación: El trabajo en equipo exige una comunicación abierta y eficiente entre todos los miembros; ello es fundamental para coordinar adecuadamente la labor de cada integrante en beneficio del éxito comunitario.