19 abril, 2025
ROTATIVO DIGITAL

El talento artístico mexicano…

Vivimos en un mundo de las formas, un mundo donde todos usamos diferentes máscaras sociales, dependiendo del lugar donde nos encontremos y con quien nos encontremos, nuestra realidad es una falacia, una burda mentira, pertenecemos a la época de mentir los unos a los otros y viceversa.

Aunque eso siempre ha sucedido, la diferencia es que es el tiempo que nos toca vivir, ahora con las nuevas tecnologías es más fácil darse cuenta cuando mentimos y nos mienten, aunque hay mucha gente que vive en la ilusión como el marido ofendido y tarda tiempo en darse cuenta o de plano jamás lo hace.

 

Después de este preámbulo general, quiero dedicar este espacio al sueño de tantos: la farándula, que incluye cantantes, grupos, músicos, actores, conductores, periodistas, reporteros, en fin, todos los que aparecen en la televisión y se escuchan en la radio.

Te has fijado, amable lector que ¿en las telenovelas (por lo menos TV Azteca, ha dejado de producirlas), los actores participantes, mayoritariamente, son de piel blanca, ojos de color, bien parecidos, esculturales (naturales y operados)? Desde ahí empieza la farsa de ese medio artístico. Claro que hay morenos, e incluso uno que otro negro, pero son casos contados.

Pues bien, te habrás preguntado más de alguna ocasión: ¿Cuál es su talento? En este espacio trataré de dar respuesta a tu interrogante.

La televisión y demás medios que se dedican a la difusión de noticias de este ambiente siempre nos han mentido, se mueven hacia lo que les da ganancias, recordemos que tanto la televisión, la radio y demás medios informativos (diarios, revistas) son un jugoso y gran negocio, por los patrocinadores (productos que aparecen en los comerciales) que forman parte principal, porque son los que aportan el dinero anunciándose, y es que dependiendo del día y la hora, varían los precios por anuncio.

Pues bien, esa mentira consiste en el resultado de que todos los faranduleros que superan actualmente la tercera edad, llegaron a alcanzar ese lugar privilegiado que ostentan, con muchos sacrificios, pobreza y sufrimiento, sin que nadie les quisiera brindar la oportunidad que esperaban. Por no ser de mi tiempo, les concedo el beneficio de la duda.

Sin embargo, los que actualmente ocupan un lugar en la farándula (aunque nos los quieran vender como estrellas y lo que es peor, como artistas. Un artista es aquel que domina su arte: Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Diego Rivera, etc., estos con trabajos cantan, actúan o conducen), están ahí: por su fachada física, por ser hijos o familiares cercanos de un ejecutivo o farandulero del pasado: Silvia Pinal, Vicente Fernández, Norma Herrera, Angélica María, etc., de un empresario poderoso (como el caso de Jaime Camil, que su papá compra los protagónicos en los que ha participado), pero principalmente, por su desfachatada y desinhibida sexualidad.

¿Lo dudas? En ese medio abundan los vicios (alcohol, drogas de todo tipo), promiscuidad sexual, prostitución, lesbianismo, homosexualidad y bisexualidad, es un Sodoma y Gomorra, donde bajo los efectos de alguna sustancia, por gusto y/o necesidad de seguir figurando en el medio, se dan todos contra todos, esa es la principal razón de por qué hay tantos matrimonios y divorcios de poco tiempo, tanta infidelidad pública, embarazos en los que no figura el padre (por ser empresario, ejecutivo, productor, pero sobre todo, casado), maduros (de ambos sexos) solteros (Fernando Colunga, Montserrat Oliver, Daniela Romo, Ana Martin, etc.).

Hasta el deporte entra en este juego, sabemos que Televisa actualmente solo es dueño del Club América, pero antes lo fue del Necaxa y San Luis; TV Azteca es dueño de Monarcas Morelia y Atlas, antes lo fue de Veracruz, Jaguares. Pues bien, obligan a las actrices de su cuadro artístico a meterse con aquellos jugadores que así lo desean (¿recuerdas a Cuauhtémoc Blanco y Galilea Montejo?), ahora el chisme actual es de Karla Pineda una actriz de cuarta con el colombiano Aquivaldo Mosquera, que resultó embarazada (cuando jugó en el América), pero antes de nacer el producto, acusaba a Miguel Layún (ex jugador del América, hoy jugador del Porto en Portugal), pero como uno es negro y el otro blanco, al nacer el niño, cambió de paternidad, porque es de color, la sangre negra es fuerte y pocas veces la supera otra tesitura humana. Ahora este jugador regresó a su país, porque es casado y la ex de Adrián Uribe (con quien tiene un hijo), le demandó el reconocimiento de la paternidad, la cual sigue sin resolverse.

Así es el mundo del glamour, de los presuntuosos, de los que se sienten talentosos, pero en realidad son analfabetos porque muchos de ellos no tienen ni la primaria terminada; cuyo verdadero talento consiste es tener relaciones sexuales con los ejecutivos y empresarios de las televisoras, disqueras y quien represente un espaldarazo hacia la fama momentánea, porque la falta de argumentos sólidos (como en cualquier área), da como resultado que en poco tiempo pasan al baúl de los olvidados que solo mantienen un empleo, pero no más de manera protagónica, aunque sigan viviendo de sus glorias pasadas y en la intimidad, sufran por todo lo que tuvieron que dar y hacer para poder figurar en un ambiente que tiene de todo, menos gente talentosa (salvo muy honrosas excepciones).

He escuchado a gente de ese medio decirles a otros que cuando vayan a un casting (es donde se selecciona a los integrantes de algún proyecto farandulero) lleven sus rodilleras. Parece broma, pero no lo es, es la manera en que se consiguen los protagónicos y oportunidades para aparecer en los medios electrónicos, principalmente los extranjeros, porque están más dispuestos a todo, con el fin de dejar la situación tan precaria que viven en su país de origen y ante la ausencia de capacidad para ganarse un lugar de otra manera, permiten lo que sea, aún a costa de su propia dignidad como seres humanos.

Así que amable lector, no desees o envidies algo que dista mucho de ser bueno, al contrario, alégrate por ser y hacer lo que eres, porque lo haces con orgullo y mantienes la frente en alto, aunque tu economía sea menor que esos faranduleros.