26 julio, 2024
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El patzcuarense De la Torre Lloreda, uno de los redactores de la primera Constitución Local

Al destacar la participación de Manuel de la Torre Lloreda en el inicio de la Independencia de México y en la historia política de Michoacán, el historiador Gerardo Sánchez Díaz refirió que este personaje patzcuarense fue, como diputado local, uno de los redactores de la primera constitución estatal.

Además, de la Torre Lloreda en 1827, con el seudónimo de Lelardo Munela, dio a la imprenta su traducción del italiano al español de Las Vigilias de Tasso, texto de la cultura clásica latina, considerado como el primer libro impreso en tierras michoacanas, apuntó el especialista durante una conferencia que dictó en este municipio sobre el clérigo, traductor, escritor y periodista, nacido en Pátzcuaro el 6 de junio de 1776.

El investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) destacó sus cualidades literarias: “en diciembre de 1806 compuso su famoso soneto al Cigarro, que ha figurado en casi todas las antologías sobre literatura mexicana”.

Rememoró: “fue arrestado acusado de ser miembro activo o simpatizante de la llamada Conspiración de Valladolid”, donde se discutía un plan de alianzas políticas para sustituir el gobierno virreinal por una Junta Nacional Gubernativa, en tanto no se resolvía el vacío de poder que había dejado la abdicación de Fernando VII al trono español y su ocupación por un miembro de la monarquía francesa”.

Aunque más tarde fue exonerado de las acusaciones que se le hacían, “como cura vivió atrapado entre la desconfianza de los realistas y los partidarios de la insurgencia”, señaló Sánchez Díaz.

Anotó que cuando Manuel de la Torres Lloreda ocupó una representación en el Congreso de Michoacán tuvo una “destacada participación en el diseño de la estructura de instituciones y la administración pública republicana”. En sus intervenciones estuvieron presentes sus preocupaciones y propuestas en aspectos relacionados con el destino de los bienes de los pueblos indígenas, el pago de diezmos, el patronato eclesiástico, la integración y funcionamiento de los ayuntamientos, entre otras.

Según sus biógrafos, aseveró, el prócer patzcuarense fue postulado para ocupar el cargo de obispo en la Diócesis de Michoacán, “pero sus ideas liberales, militancia política y sus opiniones en torno a la expulsión de los españoles le impidieron llegar al más alto cargo eclesiástico”.

Hizo referencia a que en septiembre de 1828 en la capital michoacana tuvo lugar un solemne homenaje a los héroes de la Patria, donde “Manuel de la Torres Lloreda pronunció una célebre pieza oratoria en la catedral en la que hizo un recuento de los avatares de la insurgencia, valoró los aportes que con su vida hicieron los próceres independentistas a la causa de la libertad y evocó su memoria para hacer un llamado a los mexicanos a mantener la unidad de la nación frente a los nuevos peligros que acechaban la consolidación de la independencia y la libertad”.