5 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

EL PATRIMONIO CULTURAL PEDERNALENSE: LOS ACUEDUCTOS DE LA TENENCIA

Lic. Pedro Gómez Ayala      CRONISTA

24 de septiembre de 2024. Desde el comienzo de las civilizaciones el agua ha sido de vital importancia para el ser humano, ya sea para su uso doméstico o para el riego de cultivos que le permitan sobrevivir. En la Nueva España no fue la excepción, ya que los asentamientos humanos debían de realizarse cerca de donde se encontrara este vital líquido.

Resultó muy difícil para las primeras villas o ciudades de la Nueva España aprovisionarse de agua. La única opción consistía en la construcción de canales o acueductos; sin embargo, se necesitaba de mucha inversión, por lo que no en todos los lugares se edificaron acueductos tan grandes como los de las principales ciudades del país. Cuando se construyeron los primeros canales, a las formas más simples de almacenar el agua se les conoció como pilas o fuentes, en ellas la población tenía el derecho de abastecerse.

En las zonas rurales, por su parte, los acueductos estuvieron a cargo de los hacendados, quienes a través del financiamiento de este tipo de proyectos lograron atraer el agua desde los lugares más remotos con el fin de abastecerse de este vital líquido, así como para poder irrigar las tierras de las que eran propietarios. Bajo ese contexto apareció la familia Bermejillo de origen español, quienes adquirieron la hacienda de Pedernales en 1877. La visión empresarial que poseía esta familia se convirtió en el principal detonante que impulsó la construcción de los acueductos de Pedernales, ya que mediante su altura podían propiciar una caída de agua que fuese capaz de accionar una rueda hidráulica que modernizaría el trapiche azucarero de la finca, ya que éste se accionaba con fuerza motriz animal. De esta manera aumentó su producción y, por ende, las ganancias económicas del mismo.

La obra a realizar no fue para nada sencilla, puesto que la piedra o roca viva de Pedernales no fue fácil de moldear y, sobre todo, porque al golpearla con el material con el que se trabajaba lanzaba bastantes chispas de fuego. Ante esta situación, el hacendado decidió financiar la compra de material de cantera, además del traslado de trabajadores provenientes de la zona indígena de Pátzcuaro, los cuales tenían los conocimientos necesarios para realizar esta tarea. Aunado a ello, tras la llegada de estos trabajadores se reforzó aún más la creencia hacia la Virgen de la Salud, pues los locatarios de Pedernales observaron la gran devoción que estos le profesaban.

Finalmente, algunos estudios historiográficos nos indican que para el año de 1883 ya se encontraba en funcionamiento la rueda hidráulica del trapiche azucarero, por lo que hace suponer que fue en esa misma fecha cuando se terminó su construcción. Desde ese momento los acueductos de Pedernales, ubicados en el centro del pueblo, se convirtieron en todo un símbolo de identidad popular; porque es el lugar en donde se concentra la población para celebrar todo tipo eventos, desde celebraciones cívicas, religiosas, culturales, deportivas y políticas.

 

-Fotografía tomada a los acueductos de Pedernales en la década de los años 70°s.